Temprano en la mañana del 25 de enero, al futbolista paraguayo Salvador Cabañas [1] le dispararon en la cabeza durante un altercado en el baño de un bar en Ciudad de México. Todavía no está claro el motivo exacto del disparo, pero la policía mexicana está buscando un sospechoso.
Cabañas, que juega en el Club América de la Primera División Mexicana, había salido con su esposa cuando ocurrió el incidente. Tras ser llevado de urgencia al hospital, fue sometido a cirugía, pero los médicos no pudieron sacarle la bala. Cabañas ha seguido en condiciones críticas, pero mejorando pues ya está moviéndose, comiendo y hablando con sus familiares [2].
Gran parte de la cobertura de los medios ha mencionado el deseo de Cabañas de regresar a las canchas de juego [3] por el equipo de su club y la selección paraguaya, que se ha claisficado para el Mundial de Fútbol 2010 que se empezará a jugar en junio.
El blogger paraguayo Carlos Rodríguez de Rescatar escribe [4], “apoyemos al hombre antes de poner el negocio por delante”. Agrega que hay demasiadas personas que están dejando pasar información sensacionalista e irresponsable:
Es una bendición la fortaleza del jugador que con una bala en el cerebro sorprende por su reacción al tratamiento pero, es preciso que los medios manejen el tema con sensatez. Es cierto, Cabañas vende. Vende camisetas, vende banderas, calendarios, DVDs, vende portadas, noticieros. Es un producto exitoso. Sin embargo cabe reclamar que no se exacerbe el costado mercantil y hagamos fuerzas porque la recuperación de Salvador avance cada día más.
Hay mucha especulación sobre si el motivo fue un robo o una pelea, el diálogo entre los dos hombres y el testimonio dado por testigos. El blogger José Angel Lopez Barrios escribe [5]:
Muchos cabos sueltos… evidentemente hasta ahora no hay nada claro en la agresión contra Salvador Cabañas… Y a medida que pasan las horas pareciera que las indagaciones tienden a orientarse en terrenos poco creibles.
Sin embargo, con las noticias de su mejoría, Rodríguez también tiene preguntas sobre la situación en que el mismo Cabañas se puso [6].
¿Qué hace un futbolista de alta competición en una fiesta a las 5:30 de la mañana? Sobre todo exponiéndose a agresiones como las que hoy tienen a Salvador Cabañas entre la vida y la muerte. Y lamentablemente lo que hacía era precisamente correr un riesgo innecesario, a una hora en que el cansancio y el consumo han menguado la prudencia y la calma.
Ha habido muchas señales de apoyo para el futbolista en el reciente partido del Club América, en su natal Paraguay [7] y en Internet [8].