Etiopía: Las culturas chocan en la blogósfera etíope

¿Qué pasa cuando las culturas chocan? Uno de los mejores lugares para averiguarlo es la blogósfera etíope, con sus escritores dispersos en el extranjero, desde China, pasando por Europa a Estados Unidos de América.

Los bloggers pasaron las últimas semanas escribiendo posts inspirados en las muchas diferencias entre Etiopía y los lejanos países que a los muchos etíopes llaman ahora hogar.

Zewge A. Assefa, el escritor detrás de Negere Ethiopia, estuvo nervioso cuando recién se mudó a Noruega como estudiante. Al comienzo, escribió en First impression is not always the lasting one (La primera impresión no es siempre la que perdura), todos parecían tan callados y reservados. Cuando reunió el valor de hablar con sus compañeros de estudios, tuvo que superar otras barreras culturales:

No tengo… la intención de subestimar la dificultad para mí como africano y en particular como etíope de dar una idea adecuada del lugar al que llamo hogar. Muchas personas parecen tener una idea a grandes rasgos, reforzadas con terribles imágenes de guerra, hambruna y sobre todo pobreza…

Personalmente, no me siento rechazado. Tampoco plenamente aceptado. Todavía vivo bajo esa circunstancia en la que la mayoría de las veces la gente prefiere sentarse al lado de los de su color cuando estoy sentado solo.

Los escritores de Mitmita sintieron el espíritu de la Navidad “regodeándose en la doble conciencia que son nuestros corazones etíopes y hábitos occidentales”. En The Mitmita Girls’ Naughty Or Nice List (La lista de chicas buenas o males de Mitmita) escribieron:

Primero, viene la perversión de la Navidad Europea, seguida de las más sobrias y deliberadas celebraciones de “Gena” – después de todo, ¡todos saben que Jesús viene de Nazret, Etiopía y que nació el 7 de enero!

Los cristianos ortodoxos etíopes celebran Navidad el 7 de enero.

Elle B, escritora de Bernos, que se describe como una “estadounidense negra”, compartió sus experiencias de cuando salía con un etíope en Estados Unidos en el post Cross Section of Addis & Georgia (Intersección de Addis & Georgia):

No estaba preparada para la naturaleza tan unida de la cultura habesha [etíope]. Cuando conocí y me enamoré de un hombre habesha, no estaba lista para la frustración que resultaría de eso. No estaba lista para los comentarios de las mujeres habesha que iban con las palabras “¿por qué tomé uno bueno?” porque mi novio tenía un trabajo en el que ganaba bien. No estaba lista para las indignadas miradas que venían de la comunidad habesha mientras caminábamos por el corredor de la calle U.

Regresaba a casa por la noche y consideraba cómo algunos miembros de la comunidad habesha podían estar tan en contra de que una persona marrón amara a otra persona marrón. No estaba molesta, sino frustrada.

Pronto descubrió que el racismo no es simplemente un tema de blancos contra negros:

Aunque él no creía en los estereotipos de los estadounidenses negros, estoy segura que estaban en su subconsciente. Yo le decía africano – él decía “soy habesha”. Le decía que esos países [Etiopía y Eritrea] estaban en África y él decía “nos han dicho que somos diferentes, pero sé que estamos en África”…

Mi novio salió de una tienda de comestibles y ocurrió. Lo que los estadounidenses negros saben y nunca olvidan… que vive… y que levanta la cabeza de la peor manera a veces. Mi novio habesha salió de la tienda de comestibles y por error caminó detrás de un auto que estaba tratando de salir de donde estaba estacionado. La enfurecida conductora dijo “¡¡¡Negro!!!!” Regresó a casa y me contó la historia y dijo “pero yo quería decirle que no soy negro, soy habesha”. Sacudí la cabeza y la dejé caer en mis manos de pura frustración.

En un cruce cultural múltiple, Don't Eat My Buchela(s)! mostró cómo era una Navidad etíope-estadounidense-china-francesa en French Restaurant Santa in China.

Arefe del blog I Was Just Thinking escribó acerca del artista etíope Elias Sime, cuyo trabajo había sido elegido por un director estadounidense para una producción australiana de Edipo Rey del compositor ruso Igor Stravinsky.

Echando un vistazo a otra dirección, el economista británico Owen Barder escribió acerca de importar una parte innovadora de cultura estadounidense a Addis Ababa en el post The Kindle in Ethiopia:

En Etiopía, lo inalámbrico no funciona (presumiblemente Amazon no tiene un acuerdo con la empresa de celulares etíope, ETC). Así que los periódicos no llegan automáticamente, y no puedes echar un vistazo a nuevos libros en el propio Kindle. Pero es muy fácil y rápido descargar la última edición de un periódico o comprar un nuevo libro en Amazon en una computadora conectada a Internet (toma unos 30 segundos descargar la edición de hoy de FT) y después transferirlo por cable USB al Kindle.

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