Rex Nettleford, 1933-2010. Foto cortesía de la Universidad de las Antillas

El académico, bailarín y coreógrafo Rex Nettleford — muerto el martes 2 de febrero, la víspera de su cumpleaños número 77- fue por cuatro décadas, un ícono cultural e intelectual en su país y en el Caribe.

Nettleford murió en Washington, DC, donde había viajado por asuntos universitarios.  El 27 de enero sufrió un ataque cardíaco en su hotel y fue admitido en el hospital George Washington University.  Nunca recuperó la conciencia y el 2 de febrero, de acuerdo a su deseo, fue desconectado del soporte que lo mantenía en vida.

Nacido en 1933 en la pequeña ciudad de Falmouth (ing), en la costa Norte de Jamaica, Ralston Milton Nettleford (ing)— mejor conocido por su apodo de Rex — fue becario Rhodes, fundador de la célebre Compañía nacional jamaiquina de teatro y danza, consejero cultural de tres primeros ministros y miembro de la Universidad de las Antillas (ing), donde desempeñó el cargo de vice-canciller. Sus libros incluyen trabajos pioneros entre los estudios culturales caribeños, en especial Caribbean Cultural Identity (1978) e Inward Stretch, Outward Reach: A Voice from the Caribbean (1993).

En una declaración hecha después de la muerte de Nettleford, el Primer Ministro jamaicano Bruce Golding lo llamó “la quinta esencia del hombre caribeño”. El Jamaica Observer en una editorial (ing) comentó:

Los jamaiquinos lo recordarán por su deseo – de ser aceptado como alguien con valor y carácter y no un mero cortador de madera y acarreador de agua en el gran esquema de las cosas.

Muchos jamaiquinos en la red se pliegan a estos sentimientos. Las primeras racciones a la muerte de Nettleford aparecieron en Facebook; otros usaron twitter para compartir sus reacciones. El escritor caribeño residente en Toronto-Canadá, Nalo Hopkinson (@nalohopkinson) comentó: “R.I.P. Rex Nettleford. Gracias por ser el fuerte, orgulloso y hermoso genio que fuiste” (ing). El periodista Danyell McNish (@DanyellMcNish) preguntó: “que puede escribirse en un tributo … excepto que el hombre fue un GENIO EN TODO EL SENTIDO DE LA PALABRA?” (ing). La artista Oneika Russell (@oneikarussell) lo llamó “ante todo embajador cultural de Jamaica” (ing). Y Annie Paul (@anniepaul) puso simplemente: “un gran corazón” (ing).

Mas tarde Paul, en su blog de Active Voice, escribió (ing):

… como yo pensaba para mí misma, lo mas extraordinario de T Rex (la forma privada en la que yo pensaba en él), fue que era a la vez un intelectual y un bailarín aprovechando ingeniosamente cuerpo y mente.

Ella publicó un largo resumen de una entrevista con Nettleford, publicada originalmente en el 2006, la que cubre desde su niñez y educación primaria hasta su percepción de la universidad en el Caribe contemporáneo. Comentando sobre esto, Fragano Ledgister escribe:

Merece ser recordado no sólo con buenos pensamientos, si no que también con su compromiso con la enseñanza, la crítica cultural y el esfuerzo artístico que fueron la obra de su vida.

En su blog, Geoffrey Philp, escritor residente en Miami agrega (ing):

Como crítico social sus ideas han tenido un profundo impacto en el desarrollo político y social de Jamaica y se debe recordar que el señor Nettleford fue uno de los primeros en reconocer la importancia e impacto del Rastafari en Jamaica y el Caribe.

La  National Gallery of Jamaica [NGJ] también lo homenajeó (ing) en su blog con un extracto de un importante ensayo de Nettleford, escrito para el catálogo 1979 de la NGJ. Y el Caribbean Blog International reprodujo un artículo (ing) de Ronald Sanders, diplomático de Bahamas, que dió sentido al impacto de Nettleford en todo el Gran Caribe:

Lo que cada uno entiende — quienes lo conocieron personalmente y los que no — es que fue un campeón, un hombre que creyó fervientemente en el valor de la expresión «persona del Caribe» y le dió tanto sentido intelectual como de representación ….

Rex Nettleford hizo simplemente al caribeño una persona más segura de sí misma, mas confortable cualquiera fuera el color de su piel y con mayor confianza, a pesar de ser gente trasplantada que estableció una identidad cultural sin igual en el mundo.

Sanders agrega:

Nettleford fue un bailarín y coreógrafo – dos disciplinas que gozó y donde su creatividad entregó alegría a las audiencias de todo el Caribe. En esas disciplinas, danzó al son de muchos tambores y fue espectacular en sus presentaciones. Es en la danza de sus tambores de su vida caribeña que está su motivación –  jamaiquino fue por nacimiento y compromiso, lo fue también por su comprensión intelectual, el reconocimiento cultural  y abrazo apasionado.