Nigeria: Tras dos meses de acefalía, un nuevo presidente interino

El 23 de noviembre de 2009, el presidente de Nigeria, Umaru Musa Yar'Adua, dejó el país sin anunciar públicamente cuándo regresaría. En las semanas siguientes, se dio la noticia que decía que estaba recibiendo tratamiento médico en Arabia Saudita, aunque la especulación siguió, y culminaron en rumores según los cuales el presidente había sufirdo daño cerebral e incluso que había muerto. El 12 de enero, Yar'Adua dio una entrevista donde confirmaba que estaba vivo y en tratamiento, aunque no dio indicaciones de cuándo regresaría a Nigeria.

La ausencia de Yar'Adua creó un vació de poder que frustró a muchos nigerianos, particularmente debido a crisis como el intento de ataque terrorista de Umar Abdulmutallab y el conflicto religioso en la ciudad de Jos, en la región del centro de Nigeria. Muchos nigerianos exigieron que el Vicepresidente Goodluck Jonathan asumiera el cargo de Yar'Adua, pero la situación era complicada: como sureño, la toma de la presidencia de Jonathan amenazaría con destabilizar el delicado arreglo de poder compartido entre el norte y el sur de Nigeria. Además, sin instrucciones escritas por parte del propio presidente, el alcance legal de la posición de Jonathan no estaba claro.

Durante más de dos meses los bloggers nigerianos lamentaron el vacío de poder. En Briefs from Akuta. Chinedu Vincent Akuta escribió:

Basta con el vacío de poder, cercano a la crisis constitucional, y al sobrecalentamiento de la política, todo debido al hecho que el partido de gobierno (Partido Democrático Popular, PDP por sus siglas en inglés) no confía en el Vicepresidente (Jonathan Goodluck) para que actúe formalmente como presidente hasta que el presidente Yar’Adua se recupere de su enfermedad. No hay más opción que respetar los deseos del pueblo nigeriano, el poder pertenece al pueblo.

Y ciertamente, muchos nigerianos compartieron sus sentimientos. Durante el mes de enero, frustrados nigerianos marcharon en Lagos, Abuja y Londres. Adeolu Akinyemi escribió las razones por las que marchó:

No estamos contentos con que 300 personas, casi el equivalente a un avión lleno, mueran en las calles de Jos en guerras religiosas debido a la inacción de un líder ausente.

¡Ya basta!

No aceptaremos la etiqueta de terrorismo que se nos ha conferido por 58 días de inactividad del teléfono celular de nuestro presidente.

¡Ya basta!

El vacío de poder es peligroso y es el responsable por las muertes en el norte, los secuestros en el este, las bandas de militantes violando en el sur y la indiferencia intelectual en el oeste.

¡Ya basta!

Yusef, un comentarista en el blog de Akinyemi, fue más escéptico (editado de la versión original en inglés):

¿¿¿¿¿Cuántas veces voy a leer esta celebrada línea de “Ya basta”?????

Es muy extraño cómo desplegamos tanta hipocresía cuando enfrentamos algo de adversidad y aun podemos dar muy pronunciadas curvas en U una vez que el clima se enfurece. Si exijo que alguien haga lo que sea absolutamente necesario para que nuestro sistema funcione, cómo estaré 100% seguro, [yo] que soy norteño, de que no cambiará de idea una vez que sus parientes le hagan entrar en razón… O [yo] que soy musulmán y él es de otra fe, [él] no me verá en lo profundo de su corazón como un enemigo.

No existe eso de “Ya basta” Deolu. Todavia no sabemos lo que es una nación, por no hablar de hermandad. No es suficiente blandir afiches de Ernesto Che [Guevara] en nuestras paredes para pretender imaginar o entender que se necesita para dejar a un lado ABSOLUTAMENTE todo por un día mejor. No conocemos esta adversidad… ¡¡¡o somos demasiado egoístas esperando que “un día le irá mejor a nuestra parte”!!!!

Nuestros llamados líderes no se han caído del Infierno, sino que simplemente son en realidad un reflejo de nuestra sociedad. Reemplace [a cualquiera de ellos] incluso con usted mismo y le sorprenderá ver qué haría o en qué se convertiría.

La popular periodista Funmi Ayanda también escribió sobre su frustración por la predominante actitud de retorcerse las manos con pasividad:

Me he sentado en compañía de directores ejecutivos de bancos que han robado millones en dinero, dirigentes del partido de gobierno que manipulan el proceso electoral y roban billones de naira, pastores de enormes iglesias exoneradas de impuestos, donde todos los anteriores pagan asombrosas sumas en diezmos y contribuciones y he escuchado incrédula las quejas de todos ellos acerca de la mala dirigencia y de la situación nigeriana. A menudo he revisado mentalmente mis dientes buscando espinaca visible; ¿tal vez la broma esté en mí?

Así que para no cometer errores garrafales hago preguntas simples como, “¿entonces qué piensa que deberíamos de hacer'?”, ¿qué tenemos controlado y cómo podemos construir sobre eso? “¿Cuál sería mi rol en esto”? Por lo general, la conversación no va más allá porque a veces pienso que nigerianos y extranjeros tienen una mórbida fascinación con los innegables fracasos de Nigeria.

El 9 defebrero, tras semanas de disputas políticas, el Senado confirmó a Jonathan como presidente interino. Muchos en la blogósfera vieron el acontecimiento como un motivo para celebrar. Solomonsydelle de Nigerian Curiosity dio un excelente análisis de la situación a medida que se desarrollaba (ver acá su cobertura). Escribió:

Posiblemente, el 9 de febrero podría ser recordado en la historia como un día en el que se usaron medidas políticas democráticas para hacer que Nigeria de un paso adelante en el camino de convertirse en una verdadera nación democrática.

Akin también fue cautelosamente optimista:

Tal vez, y solamente tal vez, podríamos simplemente tener un buen presidente y la buena suerte en su nombre podría traerle buena fortuna a Nigeria, tal vez podamos tener la esperanza, tal vez podamos soñar, tal vez podamos tener expectativa, tal vez podamos darnos cuenta – Una nueva Nigeria.

Pero otros vieron razones para preocuparse, y destacaron que aunque la toma de poder por parte de Jonathan podría ser una necesidad política, no estaba permitida explícitamente por la Constitución nigeriana. Max Siollun resumió la situación como sigue:

Ojalá que la confirmación de Jonathan como vicepresidente le ponga fin a la controversia (al menos temporalmente), y dará a la dirigencia cierta apariencia de orden y debido proceso. Aunque hemos llegado a una solución PRÁCTICA, no estoy seguro que la manera en que Jonathan ha sido designado como vicepresidente interino sea LEGAL.

Jide Salu reconoció la ambigüedad constitucional, pero estuvo principalmente agradecido porque el país tiene finalmente un líder.

Solamente quiero algo de paz y dirección. Si estuvieras viviendo en el país, lo entenderías mejor. Nigeria no solamente estaba acéfala, estaba sin rumbo con todo el saqueo que había habido y que seguía habiendo. Que por ahora se ha mantenido en secreto.

Ana Nimmos estuvo optimista, pero también vio motivo de preocupación:

[La solución política] tal vez no sea el fin real de este atasco pues presenta sus propios desafíos. Por ejemplo, con esta solución -si la aceptamos en nombre de las discusiones- Nigeria tiene ahora dos presidentes – aunque uno es interino. Yar'adua nuca dejó el poder y Goodluck debe tener cuidado con las acciones que tome.

Loomnie también destacó las preguntas no respondidas para el futuro:

También se debe de pensar en la máquina que estaba gobernando el país todo el tiempo en que Yar’Adua no estuvo disponible. ¿El nuevo presidente Goodluck Jonathan va a poder hacerse cargo de la máquina? ¿Va a hacerle/hacerles caso? Esas van a ser las preguntas cruciales en los próximos meses.

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