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Costa Rica: Concesión de derechos para las parejas del mismo sexo

Categorías: Latinoamérica, Costa Rica, Derecho, Derechos humanos, LGBTQI+, Política

En Costa Rica, el tema de las relaciones entre personas del mismo sexo ha sido un tópico activo desde hace varios años ya, pero se ha avanzado poco en el establecimiento de una política oficial. En un país con el Catolicismo Romano como religión constitucional oficial [1] y con una gran mayoría de población conservadora, ha sido un tema controversial con personas tanto en pro como en contra.

Después de varios intentos de llevar el tema al nivel legislativo, surgió la propuesta más reciente, llama Sociedades de Convivencia, la cual puede ser leída aquí [2], que no busca legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que busca ofrecer alternativas para estas parejas. El texto está basado en cuatro puntos básicos [3], que incluyen derechos de visitas a los hospitales, la división de bienes acumulados como pareja, derechos de herencia y opciones de aseguramiento.

Durante la campaña presidencial, Laura Chinchilla, del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN), que fue elegida el 7 de febrero de 2010, prometió apoyar las uniones de personas del mismo sexo diferentes al matrimonio, cómo lo expresó en este video [4]. Sin embargo, poco después de resultar electa y luego de reunirse con diputados de partidos de alineación cristiana y con líderes evangélicos, ella endureció su posición [5] hacia la propuesta de uniones del mismo sexo.

Las reacciones a este cambio de posición por parte la de presidente electa Chinchilla fueron rápidas. El autor de Conejitos Suicidas [6] escribió:

Si le fue tan fácil cambiar de opinión en este tema, ¿qué tan firme y honesta resultará al tener que cumplir compromisos con fracciones y grupos de poder más fuertes?

Otra crítica fuerte sobre este cambio de posición fue hecha por el blogger conocido como El Chamuko, quien escribió en su blog “El Infierno en Costa Rica [7]”:

Habló muy lindo Laurias*, de que no hay que discriminar a los homosexuales y que hay que apoyar iniciativas diferentes al matrimonio para proteger los derechos de esta minoría. El proyecto de ley de uniones civiles entre homosexuales es una iniciativa DIFERENTE AL MATRIMONIO, pero ahora la marioneta cambia el discurso que se traía en campaña, solo por quedar bien con un par de fanáticos religiosos que no permiten pecadores en sus partidos, pero bien que apoyan a ex-convictos por pedofilia.

*Nota: «Laurias» es un sobrenombre que algunos bloggers le dan a la presidenta electa Laura Chinchilla, que combina su nombre con el apellido del presidente actual Oscar Arias, porque ella tuvo su apoyo durante la campaña. Ella también es llamada la marioneta de Arias porque va a continuar con las políticas del gobierno actual.

Hay grupos de ciudadanos que han propuesto realizar un referéndum para permitir que sean las personas quienes decidan si se aprueba o no la Ley de Sociedades de Convivencia. Esta propuesta de llevar a cabo el referéndum ha indignado a algunos bloggers y diversos sectores sociales, e incluso a algunos diputados de la Asamblea Legislativa, como Ana Helena Chacón (PUSC), Jose Merino (FA) y Carlos Gutierrez (ML), quienes han solicitado que el proyecto de ley sea convocado a las sesiones extraordinarias de la Asamblea. Muchos piensan que el referéndum no debe realizarse sobre temas de Derechos Humanos, que es lo que creen que está en juego quienes propusieron la ley.

Jorge del blog Terrorista Tercermundista [8] escribe:

Dejar que la mayoría tome la decisión de si aceptar o no derechos básicos de una minoría en pleno año 2010, es insultar y escupir todas aquellas luchas que han librado los grupos siempre discriminados históricamente, y no solo me refiero a los homosexuales.

En el blog Club Sodoma, el activista de los derechos de los homosexuales Willop escribe [9]:

¿Por qué debemos evitar el referéndum? Los derechos humanos fueron concebidos para respetarse y otorgársele a tod@s l@s ciudadan@s. Nuestro país consultaría si se da o no un derecho humano, eso debería ser inconcebible. Los derechos humanos no se consultan, se dan.

Una sugerencia para resolver este asunto de la major manera possible es propuesta por Cristian Cambronero en su blog Fusil de Chispas [10], quien propone:

¿Cuál es la alternativa al referendo? Simple: que el proyecto sea discutido en la Asamblea Legislativa, como corresponde, donde tras múltiples modificaciones ya cuenta con un apoyo expreso significativo.