Durante las elecciones celebradas el 14 de marzo en Colombia, una queja se volvió común: los tarjetones (cédulas electorales) eran confusos y sin saberlo la gente terminaba anulando sus votos al marcar las casillas equivocadas. Durante estos comicios, en lugar de las típicas fotos de los candidatos o sus nombres en los tarjetones, los ciudadanos sólo veían el logo del partido y casillas con números. Los votantes tenían que recordar cuál era el partido y el número de sus candidatos para poder votar.
Sebastian Chaskel, del blog Americas Quarterly , trata de explicar el sistema de votación [1]:
Colombians will vote first and foremost for their favorite party. If the party has an open list, voters may (but are not obligated to) specify which candidate they support within that party. But if the party has a closed list (which some do), then the party will have already assigned priority rankings to its candidates and voters will not be able to specify their personal preferences. As a result, many votes may ultimately help elect candidates who are not the voter’s preferred choice.
Los colombianos votarán primero y ante todo por su partido preferido. Si el partido tiene una lista abierta [voto preferente], los votantes pueden (pero no están obligados a) especificar cuál candidato apoyan dentro de la colectividad. Pero si el partido tiene una lista cerrada [voto no preferente] (algunos la tienen), entonces el partido habrá clasificado ya a sus candidatos y los votantes no podrán especificar sus preferencias personales. Como resultado muchos votos pueden terminar ayudando a elegir candidatos que no son de la preferencia del votante.
Un usuario de Twitter que no está a favor de este sistema es Miguel Olaya (@juglardelzipa) [2], quien escribió:
el sistema es mierdoso: le doy mi voto a un individuo de un partido, el man gana y le pasa el voto a un hijueputa que no quería que quedara.
El sistema hizo que otras personas buscaran explicárselo a los habitantes de su localidad. En las cercanías de un puesto de votación en Belén, un líder comunitario publicó una versión en tamaño grande del tarjetón para que los votantes pudieran familiarizarse con el método de votación. Esta actividad, que el líder comunitario calificó de didáctica, fue cuestionada por algunos, quienes afirmaron que él estaba diciéndole a la gente cómo votar.
En este post de Mary Luz Gallego Osorio, escrita para Bitácora, revista en línea de la Universidad EAFIT de Medellín, ella cita la defensa que dicho líder comunitario hace de su demostración [3]:
A la persona que se arrima le digo que ella misma coja el lapicero y marque el partido que quiera y la prueba la tengo aquí en el tablero que están borrados todos. El ejercicio lo hace la gente, yo no estoy apoyando a ningún candidato, la gente marca.
Era más fácil entender el sistema de votación si se contaba con acceso a internet: varios sitios web publicaron videos y guías de votación. Tal fue el caso de La Silla Vacía, una fuente independiente de noticias en línea, que incluyó una “Guía electoral para dummies [4]”. Durante los comicios, La Silla Vacía mantuvo también una cuenta de twitter muy activa, @lasillaenvivo [5] informando acerca del proceso electoral y de los resultados cuando empezaron a conocerse.
En Boyacá, Alexander Castro, del blog Updated Geek, escribió [6] acerca de su experiencia sufragando por primera vez. Afirma que no fue motivado por civismo, sino más bien por los descuentos en la matrícula que las universidades otorgan a aquellos que muestran su certificado electoral. También dijo esto acerca de los tarjetones confusos:
Cuando las destape me sentí confundido, era como encontrar la salida a un laberinto, como un juego de lógica y las instrucciones que llevan impresas en la parte posterior no servia para nada, aburrido por esto pensé en tres cosas:
1. Votar todo en blanco.
2. Hacer un cuadrado y dentro un dibujo de Optimus Prime y arriba escribir partido Autobot.
3. Votar por el primero de la lista.
4. Dejar el tarjeton tal como me lo habían entregado.
Sin importar si el sistema de votación era difícil o no, algunos ven mas allá del día de los comicios. Manuel Gómez (@manuelj [7]) escribió:
A mi me encanta que el voto sea una moda, mientras sea un voto consciente.