A fines del año pasado, un grupo de ciudadanos del Reino Unido lanzó una simple campaña para terminar con la detención de niños y bebés por parte de las autoridades de inmigración. La campaña, llamada End Child Detention Now (Terminen ya con la detención infantil, ECDN por sus siglas en inglés), ha sido respaldada por conocidas figuras británicas y rápidamente el grupo ha reunido nombres para su petición al gobierno del Reino Unido, cerca de 4,600 al momento de escribir esto. En febrero, me uní al grupo para ayudar con la campaña en línea.

El Reino Unido es el único país europeo que detiene a los niños de personas que buscan asilo sin límite de tiempo: alrededor de 2000 cada año, algunos durante meses. Otros países ya han tomado acción —Australia, por ejemplo, se ha comprometido a no volver a poner a ningún niño en un centro de detención.

La campaña de ECDN, dirigida por voluntarios, también está haciendo tomar conciencia de casos en los que se trata a los niños como adultos, cuando en realidad son menores de 18 años. Este mes, un niño de Afganistán de 14 años, ‘M’ (nombre protegido por razones legales), fue confundido con un adulto, arrestado y estaba a punto ser deportado del Reimo Unido antes de que un juez ordenara su liberación, y ha quedado a la espera de una audiencia judicial de revisión completa [en la foto de arriba, con su hermano mayor].

Clare Sambrook co-coordinadora de la campaña, escribe en el sitio web OpenDemocracy la historia de M, y la de Rima, de 17 años, que huyó de la persecución religiosa en Eritrea. Ampliando la historia de Rima, dice:

Rima huyó, se mudó de casa en casa, vivió a la intemperie hasta hace doce meses cuando Alison y Robert la acogieron como su hija natural. En mayo del año pasado, capturaron a Rima y la encerraron en Dungavel, una antigua prisión.

Cuando el abogado de Rima presentó una solicitud de revisión judicial, la Agencia de Fronteras la sacó de su alcance, y la trasladó en una camioneta enjaulada casi 600 kilómetros al sur, a Yarl’s Wood, un conocido centro de detención de Serco en Bedfordshire. Otra solicitud de revisión, deportación impedida. Tras siete días en Yarl’s Wood, Rima esta de vuelta en casa.

Y después, el mes pasado, al día siguiente de San Valentín, el gobierno le dijo a Rima que la deportarían a la fuerza a Italia en el término de semanas. La familia hace vigorosas campañas por clemencia, temiendo que cada nuevo día traiga al escuadrón de arrestos de la Agencia de Fonteras a su puerta.

Sambrook dice:

“Los destinos de M y de Rima están en la cuerda floja— acá, en Gran Bretaña, un país en el que pedir refugio es un derecho y no un crimen, y donde, según el gobierno, todos los niños importan”.

Otros proyectos también están tratando de poner presión al gobierno para abordar los problemas que rodean a los centros de detención.

Por ejemplo, NCADC (Coalición Nacional de Campañas Antideportación, por sus siglas en inglés) también planteó el caso de ‘M’, con ideas para una acción posterior.

La organización Medical Justice está llamando a los doctores para que hagan llegar sus preocupaciones sobre el tema. En su petición para los doctores, dice:

“La detención administrativa de menores es perjudicial para ellos, no se puede hacer de otra manera, y es inaceptable en una sociedad civilizada. Hacemos un llamado para un cese inmediato de esta práctica, que es manifiesta y permanentemente perjudicial para la salud de los menores, tanto en el corto como en el largo plazo”.

Otros grupos relacionados incluyen Bail for Immigration Detainees (Fianza para los inmigrantes detenidos) y Citizens for Sanctuary (Ciudadanos por el refugio).

Hasta ahora, ha habido mucha atención de la prensa sobre el tema, luego de la publicación de un reciente informe. ECDN espera que los bloggers y los usuarios de los medios sociales se comprometan también cada vez más con el tema. La campaña se puede seguir en @stop_child_det en Twitter y tiene un grupo en Facebook.