China: ¿Vive con dignidad el pueblo chino?

El más alto líder de China hizo una afirmación histórica concerniente a derechos humanos y dignidad humana que ha dejado dudas y preguntas significativas. Durante el Festival de la Primavera de este año, el Primer Ministro de China, Wen Jiabao, hizo la inusual declaración en el sentido de que su gobierno hacía votos para «hacer al pueblo chino más digno». El viernes 5 de marzo, durante su resumen anual de gobierno en el Lianghui, reiteró la frase:

El propósito fundamental que motiva todo nuestro trabajo es asegurar que nuestro pueblo viva con más alegría y más dignidad, y traer a nuestra sociedad más justicia y más armonía.

Según un análisis publicado por el sitio web oficial del Partido Comunista Chino, la reafirmación de la política de Wen demuestra el compromiso de China hacia la promoción de los derechos humanos.

La Reforma y Apertura de China es un proceso del despertar y del surgimiento de humanidad, y es un proceso donde los derechos humanos y la dignidad humana han llamado cada vez más la atención. La Constitución de 1982 protegía la dignidad humana desde el punto de vista del carácter personal, poniendo en palabras que “el carácter personal de los ciudadanos de la República Popular de China no debería ser violado”. La enmienda constitucional de 1994 fue más allá y estipuló que “el Estado respeta y garantiza los derechos humanos”. Esta declaración se originaba de una perspectiva más extensa y de un principio más noble. En el nuevo siglo, el Partido y el gobierno han reiterado una y otra vez principios como “primero el pueblo, gobierno para el pueblo”, “todo para el pueblo, todo depende del pueblo”. Por consiguiente, la retórica de como “hacer que nuestro pueblo viva con más alegría y más dignidad” es convincente y rotunda.

Sin embargo en China, cuando las autoridades supremas proponen un concepto particular en una manera formal, es seguro asumir que hay algo que no está bien con la situación actual, y que las autoridades están genuinamente preocupadas. Por ejemplo, el concepto de “Sociedad Armoniosa” fue acuñado en una época de crecientes tensiones sociales en todo el país. Acá se aplica la misma regla: cuando el Primer Ministro Wen hizo votos para hacer más digno al pueblo chino, todos somos libres de especular qué tan ‘indigna’ es la mayoría del pueblo chino.

No tenemos que mirar tan atrás. El domingo 7 de marzo, durante el mismo Lianghui, un gobernador provincial amenazó con realizar una queja contra un periodista que hizo una pregunta sobre un tema aparentemente ‘sensible’. Ese mismo día el Vice Ministro de Deportes criticó a una atleta, Zhou Yang, que agradeció a sus padres en lugar de agradecer a China después de ganar una medalla de oro en las Olimpiadas de Invierno de Vancouver.

Un artículo que fue ampliamente compartido en foros en línea y redes sociales también señaló al mismo dilema entre lo que se discute en la mesa y lo que de verdad está pasando. El artículo Dignidad al estilo chino, aparentemente fue escrito por un chino del exterior que regresó a casa. Primero fue bienvenido, y después se sintió asqueado, por un antiguo compañero de clases. Convertido ahora en un corrupto funcionario local, ese compañero de clases se había vuelto rico, poderoso y orgulloso de sí mismo, tal como muchos funcionarios de gobierno en todo China. Ciertamente, está viviendo una vida de gran ‘dignidad’, tal como lo juzgan los valores de la sociedad china contemporánea, pero también era la ‘dignidad’ basada en riqueza material y la servidumbre de personas menos privilegiadas.

Donde quiera que vayamos, siempre habrá hordas de personas ansiosas de rodearnos con sonrisas calculadas y efusivos halagos. Hasta cuando vamos a un restaurante, el propio dueño del restaurante saldrá y actuará como un sirviente. Cuando estoy con él. experimento la mayor deferencia, tal como deben de haber experimentado los emperadores durante sus excursiones, que es algo por lo que nunca he pasado en EEUU… En China, parece que el grado en el que una persona es respetada depende casi enteramente en el símbolo de status que ostentan y la riqueza que se percibe que tienen.

Igual que el primer compañero, otro compañero rico tampoco podía entender por qué la ‘dignidad’ podía ser un problema tan grande en China. Como los sistemas económico y judicial están llenos de vacíos, este compañero de clase había adquirido tremenda riqueza en bienes inmuebles por medio de la explotación de sus conexiones en el gobierno. Cuando el paisaje moral de China empieza a degenerar al punto en que renovar esposa y tener amantes se ha convertido en honorable, él sigue esta moda y se consigue una joven y bella esposa, y no oculta el hecho entre sus compañeros de colegio y amigos de tener ahora una amante. Ahora tiene dos empleadas domésticas y chofer, que también se han convertido en algo que le gusta exhibir ante terceros. Siempre va al ritmo del Time, y se maravilla de que a un hombre solamente se le pueda llamar hombre si vive en China. Para un hombre como él, con seguridad que la ‘dignidad’ no es un problema.

Afortunadamente, muchos chinos han despertado y ahora marcan la pauta de la dignidad que merecen. Solamente necesitamos mirar una de estas historias de arriba para llegar a esta conclusión. El comentario del Vice Ministro de Deportes no refleja la idea oficial, por el contrario, atrae crìticas y ridiculización no solamente de los bloggers liberales, sino también de los medios de comunicación. Claramente, la antigua mentalidad de que algunos derechos individuales son prescindibles se ha topado con duros baches, y todavía hay más por venir.

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