[1]Time Square en Nueva York, del usuario de Flickr redeye, usado con licencia de Creative Commons
A comienzos de este mes, un intento de ataque con bomba en Time Square en la ciudad de Nueva York elevó las alertas de seguridad en todo EEUU. Luego del ataque, la policía detuvo a Faisal Shahzad, un paquistaní-estadounidense, en el aeropuerto JFK en relación con la bomba. Según los informes [2], el auto de Shahzad fue hallado en el corazón de Times Square cargado con gasolina, propano, fuegos artificiales y fertilizante.
Su arresto ha estado seguido de contínuas redadas, más arrestos e investigaciones adicionales que han provocado mucha especulación y han desencadenado un debate sobre las relaciones EEUU-Pakistán. Mientras que los medios y las autoridades siguen preguntándose acerca de las posibilidades de más atentados terroristas, muchos en Pakistán se sienten en la mira. El blogger Ammar Yasir relaciona [3] el incidente con las políticas de visa de EEUU y el efecto de los ataques terroristas en las relaciones EEUU-Pakistán:
La tragedia paquistaní es que todos somos escudriñados por los crímenes que nunca cometimos. Estadísticamente hablando, más paquistaníes son víctimas de terrorismo que cualquier estadounidense, para tal caso. Nuestro ejército ha sido más efectivo en contra del Talibán que las fuerzas de EEUU y de la OTAN juntas en Afganistán. El gobierno de EEUU tiene más poder para aplicar su voluntad sobre los paquistaníes que los votantes que eligieron al gobierno. Los zánganos estadounidenses vuelan en el espacio aéreo paquistaní, bombardean las casas paquistaníes y aterrizan muy seguros en las bases paquistaníes. Aun así, cuestionan nuestra seriedad, investigan nuestra lealtad a la causa y deciden nuestro destino sobre la base de una película de Hollywood.
Kalsoom Lakhani en CHUP [4] da posibles soluciones:
Faisal Shahzad puede ser paquistaní-estadonidense, pero no era “Hecho en Pakistán” solamente. Si, Pakistán está plagado con una amplia cantidad de problemas. Tenemos un innegable problema con el terror. Pero la solución correcta en este caso es hacer que ambos países –EEUU y Pakistán– miren el interior de sus propias sociedades y se hagan responsables por los problemas que tienen a la mano.
El post [5] titulado «¿Quién es Faisal Shahzad?» de Adil Najam en All Things Pakistan, echa un vistazo a la vida de Shahzad y exige ver y entender la situación más allá de los estereotipos:
No nos asustemos por las duras preguntas que necesitamos plantearnos. Pero no seamos más duros con nosotros de lo que necesitamos ser. Trabajemos muy duro para entender cómo alguien de entre nosotros pudo siquiera considerar un acto tan horrible. Pero no dejemos que lo horrible de esta consideración nos lleve a condenar a toda una comunidad. Entendámoslo por lo que se le está acusando de ser: un criminal; condenémoslo por lo que se le está acusando de haber hecho: delito; pero no permitamos que su supuesta criminalidad afecte nuestra propia identidad.
El arresto de Shahzad y las consecuencias ha traído miedo entre los paquistaníes que viven en el extranjero y en Pakistán. Los informes de noticias respecto de sus posibles conexiones con grupos en Pakistán son inquietantes. Huelga decir que el incidente ha hecho surgir tensiones y ha puesto a Pakistán en la mira de nuevo. Tal vez, como lo pone Lakhani, ya es tiempo de que los dos países se sienten juntos y se hagan responsables con la finalidad de encontrar una solución sostenible y un conciban una estrategia para combatir al terrorismo.