La blogosfera colombiana también reaccionó a los resultados de las elecciones presidenciales del 30 de mayo [1].
En El Pellizco, otro pellizco acrónimo escribe [2] acerca del país de «conservadores esperanzados»:
Todo parece indicar que deseamos un cambio político, pero siempre ganan los mismos. En cada ciudadano habita una parte de esperanza que compite con un alter ego conservador, un egoísta más que ha recibido una buena oferta por su conciencia y que al final la vende. Las motivos de las transacciones de conciencias, de las cadenas de excepción para lograr un favor, están en la precariedad en la que vive la mayoría de la población y la carencia de alternativas de subsistencia en sociedad.
[3]Una mujer marca el tarjetón electoral en Colombia. Foto subida por el usuario de Flickr Globovisión y utilizada bajo una licencia Creative Commons.
Mientras tanto, Marsares de equinoXio explica el éxito del candidato oficialista, Juan Manuel Santos, y las razones del fracaso del candidato centrista Antanas Mockus; Marsares concluye [4] con pesimismo:
Nada que hacer. Mockus perdió las elecciones de 2010, pero les queda mucho camino por delante a los verdes, constituidos en la segunda fuerza política del país. De Mockus y su equipo depende no malbaratar este inmenso capital político que puede incrementarse en segunda vuelta para fortalecerlo como un verdadero contrapeso político, aunque la diferencia abismal que le tomó Santos puede ocasionar su reducción, lo cual no deja de ser preocupante.
Empero, de hecho Mockus se convierte en el jefe de la oposición, de una oposición juiciosa que debe prepararse en estos cuatro años para convertirse en una verdadera alternativa de poder, acometiendo en primer lugar su papel fiscalizador del gobierno de Santos que muestre a propios y extraños la fortaleza de sus principios.
Ariadna en Hoja Blanca [5] y Javier Pimentel de Revista Claroscuro [6] comparten un punto de vista similar, una mezcla de pesimismo y de esperanza por una victoria de Mockus en la segunda vuelta del 20 de junio; mientras que Miembro de Número, un partidario de Mockus, ya está seguro [7] de una nueva y definitiva victoria de Santos, y agrega que «nunca había empezado un gobierno del lado de la oposición».
lncognito escribe [8] acerca del fracaso de la «ola verde» en 10 puntos. Aquí uno de ellos:
8. Autosuficiencia y soberbia, una de las grandes decepciones que me lleve de Mockus en estas elecciones fue cuando tiro el portazo a cualquier alianza o coalicion al PDA cayendo incluso en declaraciones extravagantes, estigmatizando a Petro y al Polo… Claro, en ese momento nada hacia preveer que su fulgurante ascenso en las encuestas no coincidiria con los resultados en las urnas. Hoy la realidad es otra y a Mockus le va a tocar tragarse sus palabras en la busqueda de los votos que necesitan los verdes para hacerle frente a Santos en la segunda vuelta.
El periodista Jaime Restrepo analiza cuidadosamente [9] los resultados de las elecciones, señalando que la suma de los porcentajes de los votos de Santos, la conservadora Noemí Sanín y el centroderechista Germán Vargas Lleras da un número similar (cerca del 62%) al de los votos que el Presidente Uribe recibió en 2006. También culpa a la puja por la segunda reelección de no permitir una victoria del uribismo en la primera vuelta [10] y destaca el mal desempeño de los partidos tradicionales como una derrota para el antiuribismo. Finalmente, Restrepo afirma que el resultado de los comicios le envía un mensaje al presidente venezolano Hugo Chávez:
Después de todas las amenazas del parlanchín guerrerista de Miraflores contra Colombia si elige a Juan Manuel Santos. Después del apoyo que le dio José Vicente Rangel a Antanas Mockus en su programa, la cosa no les funcionó y los colombianos que son víctimas directas de las penurias generadas por la dictadura, decidieron respaldar nuevamente a quien representa la más clara posición antagónica contra Chávez y su proyecto expansionista.
Alejandro Peláez, en su blog El Diletante del sitio web especializado en política La Silla Vacía, escribe [11]:
Santos podrá jugar feo y duro pero su victoria fue contundente. Ganó en todas partes, desde los municipios más paupérrimos hasta las mesas de Chicó Reservado. Ganó con el apoyo de la maquinaria, pero también con los votos de ciudadanos libres y responsables, que no son, como los pintan los de la burbuja verde, criminales o vendidos.
El primer deber de un demócrata es reconocer la derrota y respetar las reglas de juego. Valiente gracia ser los adalides de la “cultura de la legalidad” para perder una elección y salir a decir que todo fue por un fraude. Mockus no perdió por un fraude, ni por un complot de la oligarquía y tampoco fue una ficción inventada por el establecimiento como dice Piedad Cordoba. Mockus perdió porque su campaña terminó pareciendo una gran misa carismática, llena de mantras tontos y mensajes confusos.
José Luis Peñarredonda escribió una entrada [12] acerca de las elecciones vistas por su abuela, una fiel electora del Partido Liberal quien votó a favor de Uribe en 2002:
[M]e dijo la verdadera razón por la cual no votó por el candidato de la U. «En esa última presentación todos los demás se le fueron encima. Se nota que es un corrupto», me dijo refiriéndose al debate del viernes. No sabía que doña Beatriz se trasnochara por la política.
Luego me contó por quién había sido su voto. «Vargas Lleras es el único de esos que tiene cara de presidente», me dijo.