China: Director de cine golpea a extranjero en una piscina

En un reciente paseo a una piscina, el comercialmente exitoso y bien conocido director de cine Ning Hao terminó enfrascado en una pelea a puñetazos con un nadador que quería un carril para él en lo que Ning dice que era una piscina ya congestionada.

En su post del 3 de junio, ‘Thrash these faithful followers of the Eight-Power Alliance!’ (¡Denle una paliza a estos fieles seguidores de la Alianza de las Ocho Naciones!), que ya tiene más de 800 comentarios, Ning dirige sus críticas más duras no al nadador, un ciudadano extranjero, sino a los trabajadores de la piscina, en quienes él ve la muestra de un defecto de carácter que para la opinión de un prevalente nacionalista chino es responsable por los cientos de años de humillación:

Hacía calor, así que mi papá quiso ir a nadar. Mi amigo Xiao Jun y yo pensamos que nos haría bien el ejercicio, así que fuimos con él.

La piscina no estaba vacía para nada, había gente en todos los carriles, dos a lo mucho, una vista común suficiente y no la gran cosa; en el carril uno, al costado, había solamente una persona, así que mi papá bajó por las escaleras de metal al costado de la piscina y saltó al agua. Yo seguí con Xiao Jun encontrando sitio para poner nuestras cosas cuando de repente escuché un agudo chillido, bastante fuerte (era un chillido, no sé de qué otra manera describirlo) y algo raro por un instante. Cuando miré, vi que la persona en el primer carril era un occidental que estaba quejándose, gritándole a mi papá en inglés (retumbaba muy fuerte, no lo pude distinguir). Mi papá no entendía, así que se movió al carril dos.

No quedé contento con esto. ¿Por qué una persona mayor tenía que salirse así? Ese occidental no tiene el concepto de respetar a los mayores. Según lo que sé, tal vez sea algo que no hacen en su país y no conoce otra cosa, así que solamente lo ignoré. Xiao Jun ya había saltado por el otro lado, así que empecé a calentarme mientras elegía un carril. Para esta vez, con mi papá y Xiao Jun en el agua, todos los carriles tenían ya entre 2 y 3 personas dentro, solamente el carril uno tenía una persona. Sin pensarlo más, salté. Antes de haber nadado la mitad del camino, vi al occidental nadando directo hacia mí, señalándome y diciendo algo. Me detuve y empecé a flotar y le dije: ¡habla chino! (hablar un idioma de otro país es una muestra de sumisión a la cultura de ese país) El occidental seguía señalándome: ¡una persona por carril! Salga, ¿entiende? (sus palabras)

Finalmente entendí la razón de su queja anterior, le molestó que mi padre estuviera nadando en su carril. Este no es un carril de competencia, y esta es una piscina pública, entonces, ¿cómo es que solamente puede haber una persona en cada carril? Aun si ese fuera el caso en tu país, acá en mi China hay más de mil millones de personas, los carriles para nadar son para que todos los usemos. Realmente, esta idea tuya es un poquito egoísta. Vale la pena anotar que no podía ver ningún ánimo de discutir ni ser educado en esos ojos azules, en cambio, todo lo que veía era una orden que no estaba en debate; Naturalmente, esto era algo enfurecedor. Me voltée y le pregunté a un salvavidas que estaba parado por ahí cerca si existe una regulación así en esa piscina, el salvavidas solamente sacudió la cabeza nerviosamente. Le pregunté al occidental: ¿de quién es esa regla? Entonces se señaló él mismo, y palabra por palabra dijo: Le——he——dicho, ¡una persona por carril! Me hablaba en ese tono de sobrepronunciación, ¡repentinamente su expresión me hizo acordar a la Alianza de las Ocho Naciones! Empecé a perder mi compostura: saquemos esto de la piscina. Dicho esto, salí.

El occidental me siguió. Fornido y desnudo, con una estatura de 185 cm, caminó hacia mí provocativamente y agarró mi muñeca, diciendo en chino: ‘¿quieres discutir?’ (imagino que quiso decir ‘pelear’). Yo no tenía intención de moverme, solamente quería que me soltara. En ese momento, mi papá y Xiao Jun vieron lo que estaba pasando y se acercaron, recién ahí me soltó. Entonces varias personas de la administración de la piscina llegaron apuradas y les pregunté: ¿tienen alguna regulación acá que diga que solamente una persona puede estar en un carril a la vez? Un gerente sacudió la cabeza: no, no la tenemos; cuando el lugar se llena, la gente tiene que compartir. Yo dije: entonces por favor, ¿podrían decirle claramente que acá los carriles son para que todos los compartan? Ante eso, vi rastros de cobardía en la cara del gerente y nadie salió al frente a hablar con él (es lo que falla en China con los que hablamos mal el inglés, nos humillamos antes de siquiera abrir la boca, por tener miedo). Insistí: hable chino, él entiende.

Un muchacho que parecía un entrenador tuvo el coraje de ir al carril de la piscina y hablar con él. Parecía que finalmente habría cierta ‘regulación’ apropiada, así que Xiao Jun y yo regresamos a nadar en ese carril. No lo esperaba de nuevo, antes de siquiera haber nadado hasta la mitad del camino, el occidental saltó de nuevo a la piscina y desplegó sus brazos para bloquear el carril, empujándonos. Cuando miré, nos estaba mostrando el dedo medio. Discriminado de nuevo en mi propia casa por alguien de otra raza, insultado no una sino repetidamente, no podría soportarlo más, ¡ese tipo necesitaba una paliza! Me paré y empecé a tirar puñetes. El agua empezó a volar… luego de unos cuantos puñetes, el occidental empezó a despabilarse. Pensé en ese dicho del Presidente Mao, ¡resulta que apenas era un tigre de papel!

La gerencia vio y trató de mediar: no se rebajen a su nivel… ¡esos laowais simplemente son ignorantes! Escuchar eso me hizo molestar, era como si estuvieran diciendo que el occidental no estaba equivocado. Si se detienen a pensar acerca de lo que estaba mal en esta imagen, eran ellos los que no estaban siendo razonables. ¿Por qué no podía rebajarme a su nivel? Esta cobardía, ¡ha pasado durante generaciones! ¡Es autohumillación! ¡Habitual autohumillación! ¡Es la enfermedad crónica de idolatarar a los extranjeros y temerles al mismo tiempo que ha afectado el pueblo chino por más de cien años! ¿Acaso no ha habido varias generaciones de mártires revolucionarios que han derramado su sangre y sus vidas peleando por igualdad y libertad para el pueblo chino, para que el pueblo chino no se incline ante los occidentales? Si la gente va a pelear contigo, ¡¡tienes que verlo hasta el final!!

Ahora que la economía china se está haciendo cada vez más importante, mayores cantidades de occidentales están viniendo a China con fines económicos. De ellos, no hay pocos que son amistosos e iguales, incluso desinteresados y que apoyan mucho, y a esos amigos internacionales que hacen una contribución a la constucción socialista de mi país, ¡les muestro mis respetos! Pero no hay poca existencia (y posiblemente no una minoría) de individuos utilitarios y egoístas que tienen a todas las cosas extranjeras en sagrada reverencia.

Muchas de estas personas que tienen su propio camino en casa en Occidente, ahora están buscando la suerte en un lugar donde el dinero fluye y la gente es fácil; venir a China es como el cielo para ellos: ir de un sueldo bajo a ahora donde el poder de consumo del yuan chino es bastante considerable, muchas de las personas de acá mantienen todavía una tradición de «honrar» a los invitados extranjeros. Incluso cuando ocurre algún conflicto, se apuran en «dejar pasar» o la actitud de «ver a los ojos» (todo lo que tienes que hacer para darles miedo es decir unas cuantas palabras en inglés). Entonces hay muchos ‘guías turísticos’ tan activos y entusiastas por hablar inglés (ni siquiera sé qué clase de estado mental conlleva eso, antes a los que estaban orgullosos de estar asociados con extranjeros se les llamaba falsos occidentales), e incluso cuando [los extranjeros] cambian de novia a diario, no es un problema (cada que a una muchacha se le deja a un lado, siempre hay otra lista para pasar a la primera fila), y así sucesivamente. Donde en casa no recibían mucho respeto ni tenían mucha confianza, acá están satisfechos al máximo… cualquiera que viva de esa manera demasiado tiempo inevitablemente se volverá un engreído, y será difícil evitar que sientan que pueden hacer lo que les dé la gana! ¡Lo que es patético es que permitamos esta clase de defecto!

Mi esperanza es que mis compatriotas permitan algo de introspección, y adviertan a esos malcriados laowais: ¡sean más respetuosos! ¡Esto es China! ¡¡¡¡Acá no se permiten sus pataletas!!!!!

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