El 21 de junio, en un partido que debían ganar en el Mundial 2010 ante Honduras, el defensa español Gerard Piqué era una imagen de entereza patriótica. Un salto en un cabezazo le había dejado sangrando el labio. El pase de un oponente, interceptado demasiado bajo por comodidad, dejó el paso de Pique con una leve cojera. Un vendaje de algodón se agitaba holgadamente sobre su sien: en un partido anterior, el chimpún de un rival le había dado en la parte de arriba de la cabeza. Hacia el final del partido, Piqué tenía muy mal aspecto, pero era apropiado: cada centímetro de este joven héroe dejaba la piel en la cancha por su país.
La única pregunta era: ¿qué país?
En Cataluña, la región del noreste de donde es Piqué, el deseo de un equipo «nacional» catalán ha provocado ambivalencia con el equipo favorito de España. Mucho de esto se está reuniendo en un página en Facebook, que se puede caracterizar como dedicada al orgullo catalán en su impresionante tradición futbolística, o como quejas por su falta de reconocimiento, dependiendo del punto de vista:
El comentarista NaniBcn, que escribe en catalán, dice:
Preparémonos para la españolada que se nos viene sobre la roja. Ni aunque jugaran catalanes, nunca apoyaría a una selección en nombre de otro país.
En medio de la bandera ondeante de un Mundial, que alguien de Barcelona llame a España «el nombre de otro país» puede parecer extraño. La Asociación Catalana de Fútbol ha expuesto que existen precedentes: Wayne Rooney juega por Inglaterra bajo la bandera de la Cruz de San Jorge, no por el Reino Unido ni la Union Jack (bandera del Reino Unido). Entre las víctimas de España en su camino para la clasificación para las finales de este mes estaba un equipo de las poco conocidas Islas Faroe — que oficialmente no son una nación independiente, sino un parte de Dinamarca que compite independientemente.
Para complicar las cosas, en el equipo de España de este año, actuales campeones de Europa, la mitad de sus jugadores son catalanes. Si Cataluña tuviera su propio equipo, no solamente Piqué, sino varios más de los mejores jugadores del mundo usarían su camiseta, y la pequeña provincia de ocho millones tendría una oportunidad justa con gigantes como Brasil, Alemania y, controvertidamente, la propia España. En un partido amistoso el año pasado, el equipo catalán venció a Argentina, actualmente invicto en Sudáfrica, por 4 a 2. El año anterior le habían ganado a Colombia, anterior participante del Mundial.
Las tentadoras posibilidades han provocado frustración, al menos para algunos. En la página pro catalana de Facebook, el partidario José Antonio Castells se refiere, con un toque humorístico, a que “nuestros jugadores” se lesionan por jugar por un país extranjero – España.
¿Para qué queremos una selección española? ¿Para que nuestros jugadores se lesionen?
Está lejos de ser un sentimiento universal. También vía Facebook, un grupo de hinchas pro-Roja en Cataluña está haciendo un llamado al gobierno de la ciudad en la capital catalana, Barcelona, para instalar una pantalla gigante en la mayor plaza de la ciudad para ver los partidos. La oficina del alcalde, actuando con notable indiferencia, autorizó el uso de la plaza a los grupos que pedían las pantallas, pero les dijo que lo hicieran ellos.
Inevitablemente, esas emociones han contribuido a que las políticas deportivas regionales sangren, como el labio roto de Piqué, a la política habitual. En línea, un organismo catalan, la Plataforma del Equipo Nacional, ya ha formado equipos equipos catalanes en veinte deportes, incluidos rugby y fútbol sala, y ha alegado que las federaciones internacionales de deportes, antes que los gobiernos locales, deberían decidir a qué equipos se les permite competir. La FIFA, organismo que regula el fútbol y que organiza el Mundial, no está de acuerdo. La FIFA mantiene una política de asegurar el pase solamente de países independientes reconocidos por las Naciones Unidas. Pero a veces el razonamiento es difícil de seguir, e inconsistente, expone Geocurrents
Luego de unos cuantos quebraderos de cabeza con las agrupaciones continentales, la verdadera diversión empieza cuando se entra en las áreas que empiezan a cuestionar la diferencia entre un país y un estado. La FIFA se interesa realmente cuando se examina a los miembros provisionales de la Administración de la Federación, cuyos miembros están compuestos por personas sin estados, estados nuevos y territorios soberanos. La FIFA tiene los ojos puestos en los que serán estados, para asistir a su reconocimiento internacional en el campo, si es que reciben el reconocimiento internacional. Su lista de miembros provisionales es una impresionante lista de oscura-geografía: República Chechena de Ichkeria, Casamancia, Sáhara Occidental, Yap (un estado de Micronesia), Zanzíbar, Cerdeña, el Reio de las Dos Sicilias, Isla de Pascua, Masai y la micronación de Sealand, todos han hechos incursiones con la FIFA a través de este programa para futuras pertenencias.
El sentimiento en Cataluña es tan fuerte que para plantear el tema se ha intentado un esfuerzo en línea, Plataforma Pro, con limitado éxito. El grupo ha reclutado al ex presidente de Cataluña y al presidente entrante del equipo profesional de fútbol de Barcelona para apoyar su causa.
Mucha de la discusión ha estado ocurriendo fuera de línea, en bares y plazas. En l'Espluga de Francoli, un pueblo de cultivo de aceitunas a dos horas de Barcelona, se pudo escuchar petardos luego de los dos goles que la selección nacional anotó durante el partido contra Honduras, y al final del partido, para celebrar la victoria. Pero las celebraciones vinieron del club de los hinchas locales del Real Madrid, que apoya al equipo de Madrid en la Liga Española. El club para los hinchas del Barcelona no llevó a cabo ningún acontecimiento especial, aunque muchos de los jugadores del Barcelona habían estado en la cancha para la victoria de la selección nacional.
En el grupo de Facebook, Daniel Llopis, que apoya a Cataluña, dijo que piensa que España va a ganar todo el torneo, y trató de controlar su consternación:
Las cosas como son, quien tiene más probabilitades de ganar el mundial es la selección del estado español (ya me gustaría que perdieran todos los partidos hasta que se reconozca a la selección catalana).
En l'Espluga de Francoli, un caballero de la tercera edad, que no quiso dar su nombre, fue algo más brusco:
«De ponent, ni gent ni vent», le dijo a GV. «Del oeste, ni gente ni viento».
Madrid está al oeste de Cataluña.
Informe de Merce’ Badia. Texto original en inglés de Marc Herman y Merce’ Badia.
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