Rusia: ¿»Ortodoxia o Muerte» para el Arte degenerado?

Foto Museo Sakharov

El 12 de julio, la corte del distrito de Tagansky, ubicada en Moscú, declaró culpables a los curadores de arte Yuri Samorudov y Andrei Yerofeev por «incitar al conflicto religioso y étnico» en su exhibición «Arte prohibido 2006″ en un caso que la organización de derecha rusa Narodny Sobor abrió en su contra. Los conservadores fueron sentenciados a pagar multas de 200.000 rublos (6500$) y 150.000 (4.900$) rublos respectivamente. El veredicto fue decepcionante tanto para los reaccionarios, que esperaban una condena de tres años en prisión, como para los liberales, que esperaban que fueran exonerados de culpa. Una vez más, crecen las preocupaciones con respecto a los límites que se están estableciendo para la libertad de expresión en Rusia, pues, al parecer, otro caso terminará en la Corte Europea de Derechos Humanos en Estrasburgo.

¿La sentencia es el final de este caso? A lo mejor, pero también puede servir como un ejemplo de que no sólo la libertad de expresión se encuentra en la cuerda floja, sino que, como se muestra en el debate con relación al Arte Prohibido 2006, esa cuerda se convierte en un «suceso» del arte al trazar la delgada linea entre arte y sociedad.

El dicho «una imagen vale más que mil palabras» es más válido en Rusia que en otros países. Sólo pinte la imagen del cuerpo atormentado de Cristo con la cabeza de un Mickey Mouse o a Jesús con la cara de Lenin y luego espere las reacciones. Los límites del arte se llevan constantemente al extremo. La frase de hace un siglo del manifiesto del Futurismo Ruso «un insulto al gusto del público», tiene vigencia en la actualidad al igual que la tuvo a comienzos de los años 90. Sin embargo, en nuestra época y en nuestra generación, los insultos no siempre son lo que parecen.

¿Cuál es, entonces, la historia que hay detrás de todo esto? En marzo de 2007, los curadores de arte, Yuri Samorudov y Andrei Yerofeev, organizaron una exhibición de las obras que habían sido rechazadas por los principales museos y galerías de Moscú en el año 2006, de ahí deriva el nombre Arte Prohibido 2006. El propósito de la exhibición era liberarse de la censura que predominaba en la escena artística al ir en contra de  las obras de arte rusas más tradicionales. La exhibición tuvo un escaso total de 1200 visitantes. A pesar de esto, fue el objeto de interés de un pequeño movimiento reaccionario religioso que demandó a Samodurov y Yerofee por haber herido su sentimiento religioso. De esta manera fue como se inició el caso que terminó con el veredicto en contra de los curadores de arte y en la actualidad atrajo la atención de los medios rusos e internacionales.

El indignado usuario LJ don_beaver resume el caso de esta manera:

No hace mucho tiempo, algunos artistas organizaban una exhibición en un museo privado. La gente, que ni siquiera fue al museo, declaró que la exhibición había herido sus sentimientos y fueron a juicio. El juez estuvo de acuerdo con ellos y los sentenció a pagar una multa  muy alta. Lo único bueno de todo esto es que no fueron a prisión.

¿Qué fue lo que llamó la atención de los medios, además de los aspectos relativos a la libertad de expresión? La semana pasada, mientras se leía el veredicto, una pequeña multitud de hombres con barba y uniformes negros se reunieron fuera de la Corte de Tagansky con camisetas blancas que tenían la consigna «Ortodoxia o Muerte». El significado de esta frase va más allá de lo que se puede ver a simple vista. «Ortodoxia o muerte» (gr. ορθοδοξία ή θάνατος) fue, en sus inicios, una regla del famoso monasterio de Ephigmenou en el Monte Athos, Grecia, en su lucha en contra del patriarcado de Constantinopla, pero desde los años 90 también se ha convertido en un símbolo de intolerancia y extremismo en los países ortodoxos como Serbia y Rusia. Esta consigna atrajo la atención de los medios que se encontraban fuera de la corte, lo que ocasionó que se revivieran las imágenes de los nacionalistas desquiciados que colocaban la agenda de los Derechos civiles de Rusia en artículos de periódicos alrededor del mundo. Tan grande fue el impacto, que los rumores sobre una futura propuesta que inició la Iglesia para que se reconociera en el Código Criminal la «herejía» fueron noticia en periódicos destacados como el Argumenty i Fakty. Sin embargo, según el usuario LJ tristenze [RUS] todo esto fue una farsa:

Todos creyeron las noticias sensacionalistas porque recordaban las palabras pronunciadas por el padre Vsévolod sobre la herejía «como un tipo de oposición en contra de la Ortodoxia» aunque dichas palabras, tan poco inteligentes, no pudieron ser pronunciadas por un diplomático de la iglesia tan hábil, que utiliza tanto la retórica como el arcipreste Vsévold Chaplin, vocero de la Iglesia Ortodoxa Rusa. En este caso, como sucede siempre con los rumores, los periodistas debieron haber tomado lo que pensaba la gente y fue así como comenzó a divulgarse la noticia en la web.

Para los partidarios liberales de Samodurov y Yerofeev, la consigna «Ortodoxia o muerte», fue como una bandera roja que les recordaba las batallas durante los días de disidencia de la Unión Soviética. Este factor, quizás, es uno de los aspectos que no ha sido mencionado en el informe del caso. De hecho, el curador de arte, Yuri Samudorov, viene del mismo movimiento disidente de la Unión Soviética donde también surgió el ganador del Premio Nobel Andrei Sakharov en los años 70 y 80, y se convirtió en uno de los miembros fundadores de la organización de Derechos Humanos Memorial.

Sin embargo, Samodurov consideraba que la oposición al poder soviético no era algo político sino un hecho cultural. Es posible que esto no sólo lo apartara del principal movimiento disidente, sino que también permitió que mantuviera su importancia en los debates rusos, aun cuando la mayoría consideraba obsoleto el tema. Como director del Museo Sakharov, Samodurov, en febrero de 2006, se volvió un activo participante en los debate por los controversiales dibujos animados daneses de Muhammad, al realizar una exhibición de estos dibujos en Moscú. Por esta razón, la trayectoria artística de Samodurov siempre ha sido una disyuntiva entre la sociedad como arte y el arte como sociedad. Pareciera que Samodurov y sus acciones se hubieran convertido en un trabajo artístico postmoderno de carne y hueso, con un delgado límite entre arte y sociedad.

¿Cuáles son los efectos del caso del «Arte Prohibido» en el debate social? el usuario LJ y el poeta Vitaly Kaplan intentan explicar mejor, de una manera crítica, cómo el arte se ha convertido en una estrategia para divulgar la gran tendencia del desarrollo social en la Rusia actual:

En primer lugar, existe un pequeño resentimiento que hace revivir todo lo pasado. Por lo tanto, la exhibición » Arte  Prohibido 2006″ es, en realidad, una burla a los sentimientos de los creyentes ¿Necesita ser condenado por la sociedad? Sí ¿Era necesario llevar esto a juicio? Tengo mis dudas al respecto ¿Qué pienso del veredicto? Estoy feliz porque Yerofeev y Samodurov no fueron a la cárcel ¿ Qué pienso de la polémica que se desató en internet? Diría que es una batalla entre los opositores y los liberales.

Ahora vamos a los pequeños detalles. En primer lugar, explicaremos lo afirmado sobre la burla al sentimiento religioso. El problema es que la mayoría de los opositores, a pesar de su posición, no entienden de qué se trata todo esto. Por esta razón, los que defienden a Yerofeev y Samodurov exclaman indignados: ¡Estos ortodoxos! ¡Todo les ofende! Si les obligaran a los hombres a dejarse crecer el bigote y a las mujeres a usar bufandas, destruirían McDonald's y quemarían todas las mezquitas y sinagogas diferentes porque todo lo que no coincida con sus ideales ortodoxos herirá sus delicados sentimientos religiosos. Los opositores de Yerofeev y Samodurov lloraron porque las obras de la exhibición ofendían a los rusos y contradecían las tradiciones nacionales, terrible prueba de la pérdida de valores, pues dicha pérdida evita el renacimiento de la Gran Rusia….

El efecto del caso del  «Arte Prohibido» no sólo pone en debate las percepciones en relación a los íconos postmodernos y medievales, sino que también sirve como un símbolo de las diferencias entre el arte y la realidad de la sociedad rusa actual. Al principio, el dolor de los creyentes ortodoxos era porque, en términos religiosos, las pinturas del «Arte Prohibido» constituían una destrucción de los iconos encargados de llevar el mensaje divino. Según la tradición ortodoxa, la palabra de Dios no puede ser reducida a un simple texto, pero sí puede ser representada por símbolos. Lo principal del asunto es la exhibición de iconos de imágenes que reflejan una metamorfosis de lo divino con lo profano. Los iconos se convierten en una idolatría de símbolos con un mensaje cambiado que representa las complejidades de nuestra sociedad actual.

¿Qué impacto ha tenido la posición de  Samodurov y Yerofeev en la sociedad rusa? ¿Cómo puede utilizarse esto para saber el camino que está tomando la libertad de expresión en el país? Aunque se agradecerían respuestas sencillas, la realidad, probablemente, nos tenga reservado algo más complicado para entender mejor este tema. Es posible que, al colocar en la Agenda una pregunta que trascienda los límites del arte y la sociedad, lo principal del tema se vuelva difícil de entender, si es arte o libertad de expresión, o ambas, o ninguna. No obstante, la sociedad -en representación del Estado- decide apoyar o rechazar la libertad de expresión como forma de expresión artística cuyo propósito puede ser, en realidad, utilizar la interacción que implica tal posición inevitable.

Aún así, a fin de cuentas, la pregunta que se debe plantear es sobre las diversas opiniones con respecto a la evolución de la libertad de expresión en la sociedad rusa. En el artículo titulado » El Arte Prohibido se vuelve más costoso», el usuario LJ timurnechaev77 analiza:

La sentencia en contra de los organizadores de la exhibición «Arte Prohibido 2006″ muestra que en los últimos años, el precio de criticar el estado ideológico-ortodoxo es más caro. En 2005, Yuri Samodurov fue multado con 100 mil rublos por la exhibición «Cuidado con la religión» que causó polémica entre los extremistas religiosos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Ahora sentencian a Samodurov a pagar una multa de 200 mil rublos y a Andrei Yerofeev con 150 mil rublos.  Claro, si  se busca la apelación de este veredicto en una corte tan poderosa como la Corte Europea de Estrasburgo y  ésta se pone en el lugar de los fanáticos religiosos de la Iglesia Ortodoxa Rusa, los conservadores, obviamente, tendrían que pagar las multas.

Como poco se sabe en la sociedad contemporánea, el arte puede aliviar los problemas principales y promover el desarrollo de nuestra época. El artista se convierte en el que da el primer paso para utilizar el debate social en los temas que en realidad pueden ser más profundos que el arte mismo. El arte se convierte en un simple símbolo de grandes tendencias, que representa, en sui generis, más que un trabajo artístico específico y su creador. En el caso «Arte Prohibido», el veredicto puede servir como un indicio, un símbolo de premonición del desarrollo, esperado o inesperado, de que se está acabando la normativa imparcial en la sociedad rusa ¿Está mal o bien? Quizás lo malo y lo bueno no sea el tema principal en este artículo o, a lo mejor, de esta disyuntiva se trate el tema. Todo se vuelve parte del espectáculo, un suceso, los «famosos» quince minutos de fama.

Como decían los romanos:  «Entre gustos y colores»  El arte va más allá de lo que las personas pueden explicar. Es cuestión de gusto, y esa preferencia la tiene que decidir cada uno sin interferencia del Estado; esto  incluye tanto a los simpatizantes de derecha como a los que están en contra de las opiniones, que luchan por defender su opinión ¿Quién decide lo que es arte degenerado?

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