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Egipto: ¿Son los egipcios misóginos por naturaleza?

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Egipto, Activismo digital, Derechos humanos, Mujer y género

¿Sienten los egipcios aversión natural por las mujeres? Zeinobia está muy descontenta con esta nueva tendencia social, Mohaly se pregunta adónde conduce la segregación, Dyptycal quiere saber por qué la quieren acallar y Eman Hashim les pide a las madres que amen a sus hijas.

Zeinobia da inicio a su post [1] [en] dando cuenta de cómo Ehab Salah, un presentador de TV, mató a su esposa:

Ehab Salah, periodista de los noticieros, asesinó a su esposa Magda en la casa de ambos alrededor de las 4 de la madrugada tras una fuerte discusión que se pudo oír en todo el vecindario. Salah mató a su esposa de un único disparo con un arma que él heredó de su padre policía.

Hubo filtración de detalles del crimen:

Una discusión muy encendida, problemas económicos, la mujer abofeteó al marido y seguidamente éste cogió una pistola y acabó con la vida de su esposa y la suya propia de sendos disparos. ¡Cada sitio web añadió a estos detalles sus propios detalles jugosos para crear esa atmósfera atrayente de periódico sensacionalista, lo que ha llevado el nivel de la discusión hasta la vida sexual de la pareja!

Zeinobia dijo que se sentía:

Impactada y entristecida por la cantidad de sexismo presente en los comentarios del asesinato en todos los sitios web. Es extraño encontrarse con que la mayoría de varones alaba el acto de Ehab Salah de matar a su esposa porque ésta se atrevió a abofetearlo después de recordarle que era ella quien estaba pagando las facturas de ambos durante los últimos tres meses.

De la noche a la mañana Salah se ha convertido en el símbolo del orgullo masculino a pesar de que lo que hizo va contra todas las leyes, normas, tradiciones y religiones. Se ha convertido en el hombre que se alzó contra la mujer que trabajaba y se rebeló contra él, a pesar que el tipo consumía drogas en el momento del asesinato, tal como demostró la investigación “fumó marihuana antes de cometer el crimen” y a pesar que su esposa sospechaba que él tenía una aventura amorosa con otra mujer, cosa que la hizo enloquecer y perder la paciencia cuando él regresó tarde a la casa esa fatídica noche.

Los comentarios de esos sitios web evidencian una gran cantidad de sexismo contra las mujeres en Egipto ya que ellas son hijas del mal en vez de hijas de Eva, que deben regresar al hogar pues yendo a trabajar se rebelaron contra sus amos. Curiosamente las mujeres siempre han trabajado con los hombres en Egipto desde los días de los faraones en los campos y riberas del Nilo.

El hombre ha matado a su mujer por una discusión que podría pasar en cualquier lugar. Podría haberse limitado a devolver la bofetada o divorciarse de ella y recuperar su dignidad y libertad pero la ha matado, un asesinato por el que habría tenido que ser ejecutado en nombre de Dios según la ley de la Sharia.

Me pregunto dónde se encuentra la dignidad perdida de estos hombres que son abofeteados diariamente por un régimen que les roba la libertad, el dinero y la tierra.

Mohaly vio uno de los taxis “Sólo para mujeres” que circulan por las calles y no pudo evitar preguntarse [2] [en]:

¿Porqué todas las señales apuntan a que nos dirigimos hacia la separación de la sociedad entre hombres y mujeres? Vagones para mujeres en el metro, colas para mujeres, horarios para mujeres en algunos servicios, restaurantes sólo para mujeres (como ese cuya dueña es [la famosa actriz] Hanan Turk) y últimamente taxis sólo para mujeres (ver [3] [en]). ¡Me pregunto qué cosa más se volverá sólo para mujeres!

No me molesta que las mujeres tengan su intimidad por una razón u otra, pero tengo miedo que un día – especialmente al calor de las engañosas oleadas religiosas y wahabistas [4] que invaden nuestra sociedad – me despierte y descubra que El Cairo se ha vuelto otra Riad [capital de Arabia Saudita].

Diptychal cuenta [5] [en] cómo BUSSY – los Monólogos de la Vagina en versión egipcia – fue silenciado:

Según sus propias palabras, BuSSy trata de empoderamiento [es [6]], de tomar conciencia sobre los derechos de las mujeres y (lo más importante, en mi opinión) de dar la palabra a quienes nunca son escuchados.

Leo hoy en ArabLit [7] [en] que a la última representación [8] [en] de la obra la han convertido en una mezcla de censura por presión del público y de autocensura. Durante la primera noche de actuación este año en la Ópera de El Cairo, parte del público abandonó el teatro. Criticaron a estas mujeres por tocar temas delicados como los abusos sexuales a la infancia y quitarse el velo.

Esto me dio mucho que pensar. En primer lugar ¿por qué acudieron a la representación aquellos miembros del público? ¿Por qué razón alguien que es tan contrario a la libre expresión iría a ver una obra bien conocida por lo que dice? ¿O desde el primer momento fueron allí con la intención de hacer oír su descontento? ¿Y no tienen ellos derecho a hacerse oír de la misma forma que lo tienen las mujeres de BuSSy? No estoy tan seguro.

He recibido muchas críticas por la siguiente generalización un tanto radical pero es lo que me sale. Nosotros, como egipcios, nos conformamos con ignorar nuestros problemas y esconder la cabeza como un avestruz. Nadie en Egipto tiene SIDA. La homosexualidad no existe. Aquí todo el mundo teme a Dios. Nadie volaría un ómnibus lleno de pasajeros “sin razón aparente”. Todo va bien.

Así que es probable que una obra como BuSSy fuese criticada porque arrojaba luz sobre algunas de esas cosas que preferimos tener escondidas.

Y para mí lo más triste es que se vieron obligados a autocensurarse. Se vieron obligados a pensarlo dos veces antes de alzar sus voces sobre el ruido, lo cual constituye la derrota del propósito mismo de la obra.

Y sí, tal es el statu quo de este país.

Finalmente, Eman Hashim instó [9] [ar] a lo siguiente: “les pido que amen a sus hijas”.

Si no puedes, no pretendes o no sabes cómo amar a tu hija, entonces haz el favor de no traer al mundo a otra criatura no deseada y no amada.
Si no puedes ser su mejor amigo y estar allí para ella, en toda circunstancia, no la tengas entonces.
Si no puedes inspirarle confianza en sí misma y no convertirla en algo patético que busca satisfacer a los demás, no la tengas entonces.
Si no puedes amarla y no hacerle ansiar el amor toda la vida, no la tengas entonces.
Si no puedes mostrarle el camino a la seguridad interna, por favor… por favor, no la tengas.
Si la vas a criar en la creencia de que es fea, gorda o estúpida, la convertirás en una miserable deficiente social; por favor, no la tengas.
El temor, la inseguridad, la falta de confianza en ella misma, en la gente y en la vida no son cosas que va a superar con el tiempo; al contrario, eso la superará a ella y le arruinará la vida.
También sucumbirá a eso y… felicidades por haber traído al mundo a un ser derrotado y triste.
O acabará sucumbiendo a la ira y el resentimiento y, otra vez… habrás traído al mundo a un ser patético.

En otro post [10] [ar], Eman Hashim mete el dedo en la llaga:

¿Dónde se va a gestar el sentimiento de dignidad y orgullo en una chica que ha sido víctima de mutilación genital, que sufre violencia de género y se ve obligada a disimular? ¿Cómo incidirá esto en la imagen que tiene de sí misma? ¿Cómo diría ella “no” al acoso sexual? ¿Cómo podrá ella discernir lo bueno de lo malo? ¿Cómo tendría ella el arrojo necesario para defender sus derechos?