China: Relatos de visas

En su post del 6 de agosto Chen Zikun, blogger de Sina y periodista independiente, pregunta qué tan difícil puede ser para los viajeros chinos conseguir una visa —con la respuesta de Chen siendo aparentemente: no muy difícil— y comparte las historias detrás de las visas para los países en los que ha estado:

Hasta que fui a solicitar una visa para mi primer viaje fuera del país, siempre estuve feliz con la impresión de, al ser de un país con una economía de rápido desarrollo, y sobre todo con lo ardientemente pagados de sí mismos que son algunos medios como CCTV en sus frecuentes informes acerca de cómo los turistas chinos siempre son los primeros en comprar bienes que muestren signos de poder. No podría sentirme mejor. China ya había aprendido cómo decir NO, por eso probablemente no había ningún país que no me saludaría con una sonrisa, ni hablar de darme una visa sin complicaciones.

Luego, lo contrario resultó ser lo real…

A fines del otoño de 2003, la primera visa para el extranjero que solicité fue para un país de Schengen, Austria. Pedían certificados de propiedades inmuebles, certificados de propiedad de autos, prueba de estados de cuenta bancarios superiores a RMB 50,000, una carta de presentación de mi centro de trabajo, cuyo propósito era confirmar que mi sueldo anual era superior a RMB 100,000 así como garantizar que regresaría a mi país y no me quedaría más allá de mi visa para trabajar ilegalmente. Por supuesto, también necesitaban un registro «preciso» de mis antepasados de ocho generaciones anteriores…

La segunda vez fue a Egipto, y a ese país tan dejado de lado por la Unión Europea, Turquía. Egipto fue bastante simple, pero eso no quiere decir que no hubo una gran cantidad de prerrequisitos. Como son objeto de discriminación, hubiera pensado que Turquía sería razonable con el proceso de visas. ¡Resulta que el país del antiguo Imperio Otomano es tan arrogante hacia los ciudadanos de la República Popular de China como con los de los países de la Unión Europea!


Dicho esto, no sean rápidos para juzgar a los extranjeros. Hasta nuestro Hong Kong y Macao requieren que primero pases por un estricto proceso antes de emitirte una visa. El papeleo y procedimientos necesarios son tan complicados y elaborados como los que requiere cualquier otro, pero más importante aun es que una vez que la tienes, te encuentras constantemente atascado con frías miradas y hasta maltratos de los guías turísticos.

Mi segunda vez en solicitar a un país de Schengen fue con una visa a Francia. Según lo usual, querían copias de otro montón de información así como prueba de declaraciones financieras, y de nuevo tuve que jurar que no me quedaría en ningún sitio y que regresaría según lo programado.

Somos hermanos del mismo infortunio, después de todo, y Vietnam es mucho más amigable, y no se toman el trabajo de revisar si tienes o no suficiente patrimonio ni se fijan en lo adecuado de tu trabajo; ¡pagas tu dinero y ya estás más o menos listo para ir!

En el Océano Pacífico, Saipán, aunque administrado por Estados Unidos, sus dueños saben que hasta con lo astutos que son los chinos, no hay manera en que ninguno de nosotros pueda usar la isla como trampolín para aterrizar en suelo estadounidense, y por lo tanto las solicitudes son relativamente sencillas, pero por supuesto que se necesita la carta del empleador.

A pesar del sistema político similar que alguna vez compartimos, Rusia ha hecho múltiples intentos para aliviar los procedimientos para su antiguo hermano, al menos hasta que quedó claro que cada vez que así era, grandes cantidades de chinos entraban a raudales y terminaban quedándose. El resultado de este endurecimiento y flexibilidad han sido requisitos que solamente son marginalmente más estrictos que los de la Unión Europea, ¡y no te olvides de esos papeles notariales y la prueba de identidad!

La tan íntima Corea del Norte, que no pone tanto énfasis en la prueba de patrimonio para los viajeros chinos; pero el escrutinio basado en la profesión es extremadamente estricto. Periodistas, ¡ni piensen siquiera en ir! Sin embargo, las agencias de viaje, en búsqueda de ganacias, han encontrado una manera para darle la vuelta, cambiando la condición de empleado a ‘instructor’ o ‘gerente’. Lo que desalienta es que las visas no vienen con una foto del Gran Líder, o selladas con el especial calendario gregoriano, año Juche, exclusivo de su país.

Malasia, además de duros rastreos a mujeres chinas jóvenes (grandes cantidades de trabajadoras sexuales están altamente activas en Malasia, algo que implica incluso a destacadas mujerers chinas), tiene básicamente sus puertas abiertas. Singapur es igual, aunque se necesita prueba de saldo bancario suficiente. Las visas se expiden por separado, no en una página de tu pasaporte.

Aunque ponemos nuestro Minsterio del Exterior, Ministerio de Defensa y un yuan ejecutivo entre comillas, eso es solamente para consolarnos. Según la «política de Una-Sola-China», solicitar ir a Taiwán es mucho más complicado que a otros países. Al menos hasta 2004 cuando las cosas todavía tenían que abrirse formalmente.

Las visas de Taiwán son diferentes de la mayoría, cubiertas con dichos de Lee Teng-hui. Después de todo, son relaciones «de estado a estados especiales». Afortunadamente no soy soldado, miembro ni funcionario del partido, así que fue fácil tener la aprobación. Aunque si vas a Taiwán, tienes que ir a través de Hong Kong o algún otro país.

Como mi tercer país, escogí las Filipinas. Es el único país católico en el sudeste de Asia, y no revisaron ni mi patrimonio ni mi profesión.

La diferencia entre las visas surcoreanos y norcoreanas es obvia. Cuando los el trabajadores del aeropuerto de Seúl vieron mi visa norcoreana, preguntaron emocionados si podían tomarle una foto con su celular.

A Camboya no le preocupan los «informes negativos» de los periodistas chinos, y definitivamente no están preocupados porque los chinos trabajen o se queden ilegalmente. Hasta puedes solicitar la visa al llegar.

Con un régimen militar tan criticado por la comunidad internacional por su situación en derechos humanos, Myanmar tiene mucho en común con Corea del Norte: a ninguno le gustan los periodistas que vienen tras la verdad.

Tailandia pertenece al pequeño grupo de países cuyas visas son las más fáciles de conseguir, aun cuando el ejército de camisas rojas no esté haciendo disturbios. Aunque no tengo interés en viajar para allá, excepto que la capital Bangkok es un centro de conexiones y desde ahí se puede viajar a Yangón en Myanmar, Colombo en Sri Lanka, Yakarta en Indonesia y otros lugares.

En 2005, Indonesia seguía sin emitir visas a ciudadanos chinos; había que pagar cientos de veces el precio normal a un agente de viajes para que se encargara del papeleo.

La nación insular africana de Seychelles, es bastante similar al país del Océano Índico de Mauricio en que, a diferencia de casi todos los otros países, exonera a los viajeros chinos de visa. Este es el sello que ponen al cruzar Migraciones. Sin embargo, cuando los chinos van, la inspección es más minuciosa de lo normal.

Con África llena de países que pensamos que son hermanos, definitivamente cualquiera con un pasaporte de la República Popular de China enfrentará este tipo de discriminación. No, ¡resulta que el Sueño de la Superpotencia también es destrozado en África negra! Tanzania y Kenia fueron igualmente estrictos en requerir que completara un proceso de visa en sus embajadas en Pekín antes de poder ir. Afortunadamente, pude «atravesar» por Uganda. Actualmente, se puede viajar a través de Comunidad Africana Oriental con una visa de cualquiera de sus países miembros.

En Madagascar, el país menos desarrollado del mundo, estipularon en chino en la solicitud en francés que «a esta persona no se le permite trabajar ilegalmente durante su permanencia en Madagascar». En Zambia, otro país poco desarrollado, era mucho más claro: «China es uno de los seís países a los que se aplican visas a la llegada»…

Si quieres una visa para Zimbabwe, por favor recuerda, como con Corea del Norte y Myanmar, ¡bajo ninguna circunstancia digas que eres periodista! Los regímenes autoritarios le temen a toda discusión abierta.

Las visas estadounidenses son las más problemáticas. Como cuando buscas trabajo, primero tienes que ir a la embajada para una «entrevista» y que te tomen las huellas digitales (los pekineses te dirán que los de Xinjiang enfrentan lo mismo cuando llegan y prueban su suerte en el Mercado de Seda de Xiushui), y si te rechazan, ¡no te devuelven los USD 100! Aunque cuando tuve mi entrevista, ¡ni se tomaron la molestia de ver la documentación de mi patrimonio!

En 1989, me negaron una visa canadiense. ¿Quién diría que terminaría yendo tres veces? Aunque, tuve muchos problemas la segunda vez cuando el funcionario de visa, tras ver repetidamente mi pasaporte y sin explicación, me preguntaba: ¿por qué fue a Irán? ¿O a países como Siria, Zimbabwe, Myanmar y Corea del Norte? ¿Estuvo en contacto con soldados ahí? ¿Se reunió con alguno de sus líderes?

India requiere un pasaje de regreso por avión y prueba de RMB 10,000 en el banco. Solamente se permite una entrada por un máximo de treinta días. El mayor dolor de cabeza es que la embajada india es poco confiable —esto fue extremadamente feo— que cuando regresas a la embajada a la hora especificada para recoger tu pasaporte, te dan sin remordimientos la respuesta «no está listo, regrese mañana».

Nepal es el país más amigable de China: las visas son gratis y se procesan en dos días. No hay colas fuera de la embajada, puedes llegar y de frente llenar los formularios. No necesitas probar patrimonio.

Aunque los viajeros de nuestros hermanos de Taiwán y Hong Kong están adorablemente exonerados de visa para Schengen así como para la Unión Europea y muchos otros países, los ciudadanos de China, uno de los cinco principales miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, no pueden disfrutar de tal trato. Cuando pasé por cuatro países del norte de Europa, tuve que demostrar al menos RMB 10,000 en ahorros en el Banco de China, prueba de empleo y de sueldo anual, código de mi empresa empleadora y, entre otras cosas, un carta firmada de garantía de mi líder o representantes legales, así como prueba de diversos bienes, para tener visa de la embajada finlandesa.

Una visa a Laos cuesta RMB 130 y los requerimientos son flexibles.

Así fue la situación en Qatar, el mayor centro de conexiones en el Medio Oriente, la visa que me dieron en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, no fue puesta en el pasporte.

Irán es el único país que requiere que las mujeres usen pañuelos en la cabeza cuando van a Migraciones, a menos que otros países del Golfo tengan obligados requisitos similares.

Siria, otro enemigo de Israel, que es la razón por la cual, hasta que este pasaporte venza, no me atrevo a ir a la embajada israelí por una visa.

El personal de la embajada jordana en China fueron bastante descorteses, mucho peores que las actitudes de algunos trabajadores chinos de cualquier otra embajada en China.

El funcionario mongol de visas se equivocó con mi fecha de nacimiento la primera vez, después me di cuenta y tuve que regresar y pedir que la corrigieran.

Aunque Australia requería los nombres de ambos padres de los últimos 20 a 40 años «escritos precisamente» e investigaron completamente hasta mi último detalle, al final me dieron una visa de múltiples entradas por un año. La segunda vez que fui me ahorraron el humillante ritual.

Aunque Japón sigue reduciendo sus requisitos de visa, es un sueño todavía a futuro que los chinos pueden entrar y salir tan libremente como sus compatriotas de Taiwán o Hong Kong. Y no es de extrañar, hasta los grupos corren el riesgo de tener viajeros que se escapen a medio camino; ni siquiera un depósito de RMB 100,000 que se queda con la empresa de viajes ha detenido a los que se escapan.

Bután, que todavía no tiene relaciones diplomáticas con China, naturalmente no deja visas en el pasaporte. En cambio pone apenas un sello cuando se pasa por Migraciones.

Para el momento de mi tercera visa a Nepal, ya había pasado la era de las visas gratis.


Bangladesh requiere una carta de invitación, y si no se puede, la agencia de viajes puede conseguirla por varias veces el precio. ¡Algunos malos agentes de viaje elevan sus costos hasta cuatro veces el precio original!

¿Cómo se compara todo esto con tus experiencias de viaje?

En una nota final, Chen escribe:

Por ahora, todos deben haber notado que se puede establecer una postura internacional y poder nacional, imagen y reputación de un país por medio del proceso de solicitar visas. Ojalá que se apuren en estrenar esa película de propaganda que «mejorará la imagen nacional de China» para que los niños amarillos de China no tengan que ser tratados como basura de tercera clase nunca más (por supuesto, los que tienen dinero y poder ya tienen su otra «ciudadanía» propia).

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