Francia: Racismo y política

Ahora en Francia, como en África, cuando los políticos necesitan un aumento a su popularidad o quieren proyectar una mayor red política, hacen un llamado a los instintos más primarios de sus electores: identidad étnica. El índice de aprobación del presidente francés Sarkozy ha pasado de 67% en julio de 2007 a menos de 27% en julio de 2010, según el blog sarkononmerci.fr, que cita 9 encuestas de opinión de fuentes de medios independientes. El blog agrega el siguiente análisis luego de los últimos sondeos [fr]:

Pidió que lo juzgáramos por los resultados de sus acciones. Hoy, luego de más de tres años de una administración desastrosa, el poder adquisitivo está en su nivel más bajo, el desempleo está en lo más alto, la economía francesa está en el limbo, las injusticias sociales son más obvias que nunca y el ideal republicano está en su peor forma.
Por consiguiente, no es de sorprender que los franceses tengan una opinión tan baja de su jefe de estado que ofrece una escasa visión o estatura y cuya única competencia parece ser estirarle la mano a sus amigos billonarios, los mismos amigos que fueron de gran ayuda cuando llegó a un puesto que ahora parece un poquito abrumador para él. En realidad, nos debería sorprender que todavía haya un tercio de la población que todavía piense que el presidente está haciendo un buen trabajo. Aun así, también significa que 2/3 de la población tiene una opinión baja o muy baja de su ejercicio.

Manifestantes de minorías francesas en Flickr por edesc – licencia CC attribution

En las últimas semanas, para volver a tener la aprobación de sus ciudadanos y revertir un decreciente popularidad, el presidente ha estado dando múltiples entrevistas y ha ofrecido varios firmes discursos en temas de seguridad y criminalidad. Se le dio la oportunidad de oro de recuperar electores perdidos de los extremos cuando tuvieron lugar los disturbios en Grenoble hace pocas semanas.
Tepetate recuerda los acontecimientos en el blog rue89.com [fr]:

Los disturbios empezaron a eso de la 1h30 am. Quemaron unos 40 autos dentro de un estacionamiento cercado, entre dos estaciones de trenes. Fue acción de unos cuantos jóvenes.
Las fuerzas armadas y los supervisores llegaron una hora más tarde. Se arrojó mucho gas lacrimógeno. En cuanto a disparos de pistolas, es imposible confirmar o negar porque parte de la bulla venía de los carros que explotaban.
Hablar de guerra de guerillas urbanas es exagerar enormemente el caso, porque no eran personas en contra de un ejército, ¡sino unos cuantos idiotas sin ninguna estrategia! La estación de policía del distrito ni siquiera estaba en llamas.

El presidente intervino rápidamente y usó un léxico que los políticos de derecha no hubieran repudiado. Mehmet Alparslan SAYGIN nos recuerda en su blog el pasaje más controvertido [fr] del discurso del señor Sarkozy en la inauguración del nuevo gobernador de Isère:

Derogar la actual legislación sobre nacionalidad y proponer que sea revocada la nacionalidad para la gente de origen extranjero cuando traten de cobrar la vida de un policía, gendarme o cualquier otro representante de la autoridad pública. Bueno, era de esperarse la controversia que siguió.

El blog lalignegenerale analiza así esas medidas anunciadas por el presidente:

«No haré hincapié en la disparatada noción de «origen extranjero». Porque, ¿cuándo el «origen extranjero» empieza exactamente? En el espíritu de esa medida, ¿cuántas generaciones tienen que haber pasado antes de que a uno lo protejan de perder su ciudadanía? ¿El presidente tiene criterios que le gustaría ofrecer? ¿tal vez un examen (de ADN)? Y si por casualidad, los miembros del Consejo Constitucional, el Consejo del Estado o el Parlamento fueran a aprobar esta estúpida propuesta, ¿en qué se convertirían los que ya no son ciudadanos? Como no tienen una nacionalidad sustituta, ¿en qué clase de vacío legal caerían? ¿Ex franceses? ¿Apátridas? Como lo puso el presidente, como la «máquina que suministra la nacionalidad ya no funciona», ¿producirá ahora ciudadanos apátridas?

La peor parte es que al final de todo, si esta propuesta es seria y no solamente una forma de recuerpar algunos votos de Marine Le Pen (nota del editor: líder de extrema derecha), entonces sería contradictorio con los tres sagrados axiomas grabados en los textos fundadores de nuestra república: el Programa del Consejo Nacional de la Resistencia del 15 de mayo de 1944, la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y la Constitución de 1958.

En cuanto se anunciaron esas medidas, el periódico Le Figaro publicó un sondeo de opinión realizado por IFOP que proclamaba los resultados que esperaba ver: que la mayoría del pueblo francés compartía sus opiniones sobre seguridad interna. El entusiasmo era tan abrumador y las preguntas planteadas en en los sondeos eran tan tendenciosas que los periódicos realizaron sus propias encuestas. Los más notables fueron l'Humanité y Marianne, que encontraron que el entusiasmo por el anuncio pudo haber sido más moderado de lo que se proclamó inicialmente. En un artículo titulado: «No todas las encuestas han sido creadas iguales» Rue 89 explica el tema:

Las encuestas siguen llegando y se contradicen entre ellas. Luego de Le Figaro y l'Humanité, Marianne publica su propio estudio sobre las medidas de seguridad del gobierno.
Hemos sabido que el 51% de los franceses están más bien «a favor» de retirar la ciudadanía como sanción (63% de los electores de inclinación izquierdista y 28% de electores de inclinación derechista). En la encuesta de Le Figaro del 6 de agosto, el 70% estaba a favor de retirar la ciudadanía. Por el mismo delito, la encuesta de CSA para l'Humanité mostró que el 57% piensa que es necesario.

Ministros y otros líderes del partido de gobierno se turnaron para culpar a los inmigrantes, los romaníes y miembros de otras comunidades itinerantes. Pero hay otras protestas y voces dentro de la mayoría como lo destaca viactu.com, que cita un artículo en Profession Politique:

Tras el firme discurso del presidente el 30 de julio, trajo al frente el tema de vincular la inmigración con la seguridad nacional, y dada la aumentada popularidad de los políticos de la extrema derecha, muchas personalidades hablaron en contra de la medida.
No es de sorprender que los partidarios de Villepin (rival del presidente en el partido de gobierno) fueran los que protestaron más, particularmente la parlamentaria Marie-Anne Montchamp, que habló de «subir la apuesta» y la «posición populista de la presidencia».
Aun así, algunos de los ataques también vinieron de personas que no eran hostiles a Sarkozy. «Tratemos de evitar hacer leyes basados en la circunstancias», dice el ex Primer Ministro Alain Juppé, que es un potencial candidato para un cargo en el nuevo gobierno. Sus ideas fueron repetidas en el Senado, por el presidente Gérard Larcher y el parlamentario Bernard Debré, que instaron a todos a tener mucho ciudado con «manipular a la ciudadanía».
Otro punto de tensión fue la eliminación de los campos ilegales de los romaníes y de las comunidades itinerantes en el término de tres meses, medidas que fueron desaprobadas por Christine Boutin y Jean-Pierre Grand, que enfurecieron al partido de gobierno cuando llamaron «allanamientos» a las medidas.

El 28 de julio, Brice Hortefeux anunció que la mitad de los campos ilegales serían desmantelados. Para facilitar esta «limpieza étnica» el blog denistouret.fr escribe [fr]:

Brice Hortefeux deportará «casi inmediatamente» de vuelta a Rumania y Bulgaria a los romaníes que cometieron ofensas al orden público. En 2009, más de 10.000 romaníes fueron expulsados de Francia. 10 agentes de la agencia de impuestos investigarán la situación en los campos ilegales porque muchos de nuestros compatriotas se sorprenden de ver el tamaño de algunos de los autos encontrados en los campos. El Ministro del Interior también prometió que el gobierno continuará los programas de desarrollo en el espacio dejado por los romaníes.

denistouret.fr agrega:

Más de 400,000 miembros de comunidades itinerantes estaban en el censo en Francia en 1990. 95% eran franceses y 1/3 eran nómadas. Los romaníes eran la minoría.
«Enfrentamos un montón de los clichés más obsoletos» reacciona Dominique Sopo, presidente de SOS Racism. «Las frases que se han dicho sugieren que todas esas comunidades están engañando al fisco, viviendo en campos ilegalmente y cometiendo delitos que deben tener como resultado que se les retire su nacionalidad». Actualmente estamos viendo una visión de la sociedad que excluye y pone razas a las comunidades. Su presidencia quiere estimular el miedo para que pueda desplegar medidas de seguridad y empresas de vigilancia».

La primera expulsión de los romaníes ocurriría el 19 de agosto, dice un informe visto en Facebook.

En su blog, Guy Birenbaum informa sarcásticamente sobre los comentarios hechos por el ministro Éric Besson sobre el discurso del presidente:

No puedo resistir la tentación de ofrecerles una posición hilarante de las siguientes palabras:

«En cuanto a los comentarios del presidente acerca de retirar la nacionalidad, no extrapolemos y creemos espantapájaros innecessarios».

¡No a los espantapájaros!

Y más importante, ¡a los innecesarios!

¿Entendieron?

No vuelvan a traerlo a colación.

Y no olviden decirle al pueblo romaní, personas itinerantes y «personas de orígenes extranjeros» [que no lo vuelvan a traer a colación] (les dejaré completar la lista como quieran).

Según otras encuestas, estos discursos reflejan el sentimiento general en Francia bastante bien. Saphirnews.com dice en un artículo:»El racismo explota en Francia«:

Uno de cada dos franceses piensa que los «extranjeros saben cómo explotar la seguridad social mejor que otros». El 28% piensa que los «negros son físicamente más fuertes que otros». El 30% piensa que los judíos tienen más influencia en las finanzas y en los medios que otros. Sobre los homosexuales, el 12% piensa que están más obsesionados con el sexo yel 4% dice abiertamente que es homofóbico.

Dominique Soppo dice que «presenciamos una expresión liberada de discursos racistas desde hace algunos meses. Esto en referencia a las palabras de Eric Zemmour acerca de negros y árabes.

Abordando el tema del racismo, alterinfo.net escribe que la fabricación de nuevos enemigos desde adentro es una táctica bien conocida para distraer de otros temas y legitimar el orden actual:

Está ahí, esperando. Listo para saltar. Está listo para minar la base de la sociedad francesa, artero parásito que está escondido dentro. A menudo tiene piel marrón, viene de países extranjeros, muestra visiones políticas que se llaman radicales, asiste a una mezquita, lee libros peligrosos, usa ropa y zapatos deportivos; es peligroso, vive en comunidad, está involucrado en violencia urbana, las raíces de la violencia, delincuencia y el auge de todos los peligros. Es un «fellagha» (bandido en árabe), bolcheviques, inmigrantes postcoloniales, izquierdistas y revolucionarios del tercer mundo, o anarquistas. Es…

Es en ese clima de odio alimentado por ambiciones políticas que tienen miedo de sus propios ciudadanos que el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ‘ONU (CERD, por sus siglas en inglés) denunció el miércoles 18 un «notable recrudecimiento del racismo y la xenofobia» en Francia.

Aun así, a pesar de la racialmente cargada atmósfera, es importante notar que una de las figuras políticas preferidas en Francia es Rama Yade, un político negro nacido en Senegal, y que por octava vez  Yannick Noah es el primero de la lista de las personalidades más populares en Francia y que el futbolista franco-argelino Zinedine Zidane está en el segundo lugar.

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