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Serbia: Cibernautas debaten suicidio de piloto militar estadounidense

Categorías: Europa Central y del Este, Norteamérica, Estados Unidos, Serbia, Derechos humanos, Historia, Periodismo y medios, Política, Relaciones internacionales

Captura de pantalla de un artículo sobre el Tnt. Cor. Harold F. “Hootch” Meyers

La trágica muerte del piloto militar estadounidense Teniente Coronel Harold F. “Hootch” Meyers [1], quien se suicidó en su casa en Santa Barbara el 12 de septiembre, repercutió en los medios serbios y comunidades online  – y hay fuertes razones para eso.

Según el diario serbio  Alo! [2], Meyers fue uno de los pilotos estadounidenses que participaron en  el bombardeo de la OTAN a Serbia y Montenegro en 1999 [3]. La sangrienta estadística publicada en el artículo muestra que el ataque aéreo causó la muerte de 3.500 civiles, de los cuales 79 eran niños, y esto implica directa responsabilidad de Meyers. Antes del ataque de la OTAN en Yugoslavia, él participó en operaciones en la República de Srpska, Irak y Afganistán.

El periódico serbio Kurir [4] describe a Meyers como una persona mentalmente inestable, quien no podia soportar la presión de la conciencia y las constantes pesadillas que lo acosaban después del bombardeo de 1999 en Yugoslavia. El se retiró unos pocos meses después de ser diagnosticado con desorden de stress post-traumático y depresión severa.

Kurir citó a amigos de Meyers declarando que el piloto tuvo pesadillas por un largo tiempo:

«El soñaba con la gente bombardeada, sus llantos, gritos. El soñaba con los niños, los mayores, los cuerpos desmembrados. Lo peor era cuando él no podía despertar de sus pesadillas. Eso obviamente le afectó», dijo uno de sus amigos.

La esposa de Meyers, Elisabeth, es citada diciendo que no había razones para sospechar que su marido se suicidaría:

«Pasamos un maravilloso dia juntos, estábamos almorzando y disfrutándolo, pero el estaba inusualmente silencioso. Este era un hecho constante en los últimos años, y cuando vinimos a casa, el sacó un arma y dijo: «Lo siento,ya no puedo más.» y entonces se disparó un tiro en la sien.» […].

Cibernautas serbios con traumáticos recuerdos y heridas sin cicatrizar de los tiempos del bombardeo de la OTAN iniciaron un acalorado debate online  acerca del suicidio del piloto estadounidense, dividiendo a la comunidad online en dos áreas: algunos celebraban la muerte de Meyers clamando que él merecía tal fin, mientras que otros siguieron la doctrina cristiana del perdón.

En el foro Vidovdan.org [5], hay posts de gente que perdió familiares en el ataque aéreo de la OTAN.

Zoran Milenkovic, cuya hija de 15 años, Sanja, fue muerta en el bombardeo de la OTAN de Varvarin Bridge, no lamenta la muerte de Meyers, diciendo que  su suicidio, tanto como el destino de otros soldados de la OTAN que tomaron parte en el bombardeo de Serbia, es la justicia de Dios:

La conciencia comienza a trabajar en ellos. Mi hija fue una victima completamente inocente. Yo soy una victima junto con ella. Ella era un genio para las matemáticas. Tenia un gran futuro. Esa herida nunca sanará para mi.

Milsu replicó ante la declaración de  Milenkovic:

[…] La pequeña  Sanja camina por el cielo, escuchando lo que su padre dice…

Savle advierte a Milsu:

[…] No hay mayor sufrimiento que el dolor por la pérdida de un hijo. Nadie como este hombre sabe lo que ha vivido tras esa muerte. Tu dices, bueno, no está de acuerdo con la cristiandad, pero es un ser humano y no debe ser juzgado. En este caso, todos ellos son las víctimas de América:  Sanja, su padre y el piloto… Para Sanja, todo eso acabó inmediatamente, mientras que la agonía del piloto duró diez años, y los padres de Sanja aún viven con el dolor.

Vladimir Veliki de Sremska Mitrovica todavia recuerda el día en que su esposa Ljiljana fue muerta por la metralla en el patio trasero de su casa durante el bombardeo de un cuartel militar cercano:

Mi hija y yo vimos a Ljiljana ser asesinada cuando el piloto, como un dios, le mostró la muerte…. Todavía estamos sufriendo. Después de 11 años…Entiendo que el piloto cumplia su orden, pero no siento pena por él porque  se mató!…Eso puede ser llamado justicia divina o cósmica.

Milsu concluyó :

Pobre hombre, se arrepintió y se mató como Judas. Es una pena que él no tuviera a alguien a quien recurrir para arrepentirse y encontrar una cura en Cristo, como lo hizo Pedro.

Broker escribió en Paluba.info [6]:

Era necesario para él venir a Serbia y podría haber sido perdonado.

Nacionalistas del foro serbio  Stormfront.org [7] reaccionaron vengativos, sin expresar piedad por el piloto estadounidense. Uno de ellos concluyó muy francamente que Meyers «obtuvo lo que merecía, aunque solo haya sido un instrumento. ¡El diablo obtuvo lo que le pertenece!»

El artículo publicado en Kurir causó agudas reacciones por parte de los lectores.

Dimitrije, cuyo hijo nació tres dias después del bombardeo de la OTAN, comentó:

Para mi, es completamente irrelevante si lo mataron o se suicidó. Es esencial que uno de los ejecutores de serbios tuviera el castigo que merecia.

Mrgud replicó:

Sucede usualmente. La justicia es lenta, pero…

Bami preguntó:

¿Cuando le seguirán Blair y Clinton?

Ratko concordó:

¿Solo este? Déjenlo ir- Blair, Clinton, otros…¿Qué están esperando?

Sandra se dirigió a otros cibernautas serbios enojada:

¡Ustedes viven en el pasado, por lo cual no hay futuro para este pais! Dejen de usar esa ridicula ‘maldicion’ religiosa.