Sudán: ¿África dará a luz un nuevo país en 2011?

¿África dará a luz un nuevo país en 2011? El 9 de enero de 2011, Sudán del sur llevará a cabo un referéndum sobre si debe o no seguir siendo parte de Sudán, como parte del Acuerdo Integral de Paz de 2005 entre el gobierno central de Jartum y el Movimiento Popular de Liberación de Sudán. Se llevará a cabo un referéndum simultáneo en Abyei para decidir si pasa a ser parte de Sudán del Sur. Este es un resumen de posts que hablan de Sudán en una encrucijada histórica.

Wolfram Lacher, investigador sobre Sudán y el Cuerno de África, discute polémicos temas relacionados con el referéndum y posibles soluciones:

Las negociaciones están estructuradas en cuatro áreas, cada una de ellas está cubierta por una grupo de trabajo compuesto por representantes de ambos partes: ciudadanía, seguridad, economía, recursos financieros y naturales; así como tratados internacionales y temas legales. Los puntos clave de negociación incluyen un acuerdo para dividir ingresos por exportación de petróleo, los derechos y obligaciones de los ciudadanos a lo largo de la frontera común (incluidos derechos de residencia, trabajo, comercio y uso de tierras), la moneda y la deuda nacional; agua y disposiciones de seguridad. No obstante además, dos temas que no son parte de las negociaciones en este contexto son de suprema importancia para futuras relaciones norte-sur: la delineación de la frontera común y la situación de Abyei.

Alega que el referéndum de Abyei podría conducir a la violencia. Abyei es una zona en Sudán con «situación administrativa especial»:

Los preparativos para el referéndum de Abyei han tenido todavía más demoras que el referéndum sobre la independencia, y el criterio para la idoneidad de los electores se ha visto duramente discutida. Como resultado, están aumentando las dudas sobre si la elección se llevará a cabo a tiempo, y la disputa de Abyei está convirtiéndose cada vez más en un punto de negociación. En setiembre, el Partido del Congreso Nacional (NCP, por sus siglas en inglés) sugirió que se debía cancelar el referéndum de Abyei y que la zona debería pasar a ser una zona desmilitarizada en donde sus habitantes tengan doble nacionalidad. El Ejército de Liberación Popular de Sudán (SPLM, por sus siglas en inglés) ha rechazado la propuesta, sobre todo porque representaría la partida de uno de los componentes clave del Acuerdo de Paz de Sudán, y por consiguiente suscitaría preguntas sobre el propio referéndum de la independencia. No obstante, una solución negociada ofrecería una oportunidad para calmar la disputa de Abyei. El referéndum de Abyei muy probablemente llevaría a violencia en la región. El conflicto no solamente tiene dimensión nacional (relacionada con los campos petroleros ubicados en Abyei) sino que es particularmente explosivo a nivel local, donde los derechos de residencia y uso de tierra de los dos grupos están en juego – los Ngok Dinka (electores clave para el SPLM) y los Misseriya (una tribu del Baggara).

Luke A. Patey, investigador de proyectos en el Instituto Danés para Estudios Internacionales, escribe acerca del petróleo y el referéndum:

Quedan tres meses y una semana hasta que el pueblo de Sudán del Sur tenga la oportunidad de votar por la independencia. Está creciendo el temor de que se está generando una guerra de petróleo. Pero esos temores deben ser atenuados. Es improbable una guerra entre los ejércitos del norte y del sur por la rica región petrolera fronteriza del país. En cambio, una desordenada mezcla de luchas intrapartidarias en el sur y resistencia local armada en las regiones petroleras plantea serias amenazas.

El petróleo ya ha avivado una guerra civil de más de dos décadas entre el Norte y el Sur, dejando dos millones de muertos hasta que se firmó el Tratado Integral de Paz en 2005. Desde que se estableció la paz, el Partido del Congreso Nacional que gobierna el norte y su contraparte del Sur, el Movimiento de Popular de Liberación de Sudán no tienen interés en afectar estos años de ganancias inesperadas de ingresos por el petróleo regresando a la guerra. Incluso con la separación del sur casi asegurada, cuando se trata de petróleo, el Norte y el Sur estarán ligados entre sí en los años venideros.

Además deja constancia que el petróleo podría ser un factor de discordia en un Sudán del Sur independiente:

El petróleo podría probar ser un factor de gran discordia en las luchas de poder en un Sudán del Sur independiente. Las fuerzas de los miembros de alto rango del SPLM, el Gobernador del Estado de Unidad Taban Deng y el General Paulino Matip, se enfrentaron en octubre en Bentiu. Matip ha cerrado tratos con una organización petrolera estadounidense, Jarch Capital, que según su presidente Phil Heilberg, tiene la esperanza de capitalizar los ‘cambios de soberanía’ en Sudán. El pedido de Jarch de concesiones petroleras se opone al que otras empresas han firmado con el gobierno del sur. Los antiguos rebeldes podrían enfrentar su propia rebelión pronto en un Sudán del Sur independiente.

Un escenario en el Delta del Níger de conflicto arraigado entre grupos armados locales y fuerzas de seguridad del gobierno se está gestando en las regiones petroleras de Sudán. Cuatro trabajadores petroleros chinos murieron durante 2008 en un chapucero intento de rescate por parte de las autoridades sudanesas después que los trabajadores fueran secuestrados cerca del pueblo petrolero de Heglig. Las poblaciones locales han visto venir pocos beneficios del petróleo.

«No hay duda que los resultados del referéndum estarán disputados», dice el Reverendo Sam Kobia:

No hay duda que los resultados del referéndum estarán disputados. El Norte no aceptará al Sur como separado, el Sur no aceptará ningún resultado que no les dé la separación, y por consiguiente habrá disputa. Actualmente, no hay mecanismos claros sobre cómo resolver esa disputa. Ese es un mensaje que estamos mandando a la Troika, que son los garantes del CPA; lo estamos poniendo a todos los otros actores internacionales.

La otra área es seguridad. Sin seguridad, a la gente se le hará muy difícil participar significativamente en el referéndum. Por el momento, las tropas del Norte y las tropas del Sur están a 5 kilómetros [3 millas] de distancia. Esa fronteras necesita estar aseguradas; tiene que haber una zona parachoques para que no tengamos a estos soldados unos frente a otros. La información que recibimos del terreno es que hay una movilización de las tropas — el propio pueblo nos está diciendo eso, como las iglesias.

Describe también áreas calientes en Sudán del Sur:

Por último, vemos áreas calientes, donde la violencia podría reavivarse luego, o incluso mientras avanzamos hacia el referéndum. En las áreas de transición, se supone que Abyei va a tener un referéndum, pero no se ha formado ninguna comisión de referéndum. Quedan menos de 100 días, y va a ser muy difícil que eso pase. En segundo lugar, Kordofan del Sur, las montañas Nuba y el Nilo Azul — estos estados van a tener consultas populares, supuestamente hechas por miembros electos de la asamblea legislativa. Pero en el Nilo Azul, una mayoría de estos electos pertenecen al gobieno de Al-Bashir NCP [el partido gobernante en Jartum]; no pueden representar las aspiraciones del pueblo.

Ola Diab observa que el referéndum sacudirá la estabilidad afro-árabe:

Este referéndum está sacudiendo la estabilidad afro-árabe. Si el sur decide separarse entonces ambas regiones llegarán a un estancamiento económico. Gran parte de los seis mil millones de barriles de petróleo de Sudán están en el sur, pero la red de distribución está en el norte, lo que hace económicamente inter-dependientes a las dos partes del país. El referéndum es altamente emocional para norteños y sureños que podría arrastrarlos a la guerra debido a la falta de claridad en la condición de ciudadanía, compartir riquezas, fronteras y las regiones petroleras. La ruptura del sur con el resto de Sudán podría ser causal para que otras regiones en Sudán pidan su separación también. Regiones como el Nilo Alto, Abeyi, Kordofan del Sur y Darfur y el resto de la región occidental, como el sur, han estado criticando al gobierno sudanés durante décadas por haberlos desatendido y haber sido discriminatorios.

Ensent se pregunta si los etíopes están listos para aceptar un nuevo vecino:

El referéndum que va a llevarse a cabo a comienzos del próximo año en Sudán del Sur con seguridad dará a luz al país más nuevo de África, aunque todavía hay que superar muchos obstáculos antes de que esto se convierta en realidad. Pero ¿están los etíopes listos para dar la bienvenida a una nueva nación-estado al oeste y todo lo que ello conlleva, bueno y malo?

Por último, Andrew Heavens discute la búsqueda de un nuevo nombre en un post titulado «Juwama vs. la República del Nilo – el Sur de Sudán busca un nuevo nombre»:

¿Qué hay en un nombre? Toda una identidad cultural y nacional si eres del sur productor de petróleo de Sudán.

La región del sur de Sudán está ahora a menos de siete meses de un referéndum sobre si se separa de para formar el país más nuevo de África.

Una de las mayores preguntas sin contestar que está pendiente relativa a la elección es cómo debería llamarse el nuevo país si, como se espera, los resentidos sureños optan por separarse.

La opción más fácil sería quedarse con el nombre que la gente usa ahora — Sudán del Sur.

Pero hay otros serios temas. Digan «Sudán» a la mayoría de personas de fuera e inmediatamente pensarán en una lista de malos — Darfur, la interminable guerra civil norte-sur, golpes militares, militancia y agobiante deuda.

Un nuevo país debería estar agradecido por un nuevo nombre sin borrones.

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