Chantal Flores da clases en una escuela secundaria en Zapotitlán Palmas, un pueblo de Oaxaca, México con una población de 1184 personas y altas tasas de migración hacia los Estados Unidos. Ella creó el blog Palabras de la Resistencia para publicar los poemas, cuentos, cartas y ensayos breves que sus alumnos escriben para su clase.
Nacida en Monterrey, México, a los 18 años Chantal fue a estudiar Redacción Profesional y Ciencias de la Comunicación en Toronto, Canadá, donde se graduó en el 2008. Su último internado fue en la revista The Nation, de Nueva York:
Después de eso me di cuenta que quería escribir mis propias historias, y para conseguirlo tenía que viajar. Y también, estaba pasando por esta crisis existencial: Yo estuve fuera de México casi 6 años, y supongo que en realidad trato de encajar en las sociedades que vivo, y yo misma estaba perdida. Estaba confundida, así que decidí regresar a México, para viajar un poco y escribir historias. Siempre quise ir a Oaxaca. Se supone que sólo iba a estar dos meses en Oaxaca y dos meses más en Chiapas y luego dos meses en otro lugar, pero aún sigo en Oaxaca.
Hace cinco años, Chantal desarrolló un taller literario para niños jóvenes y presentó el programa a una ONG en Toronto; a los que les gustó la idea, pero que no les gustaba que Chantal tuviera sólo 21 años. El proyecto nunca se llevó a cabo, pero su experiencia en la escuela intermedia de Zapotitlán reavivó la idea de un taller literario para los niños.
Hablé con Chantal sobre el blog Palabras de la Resistencia, sus estudiantes y la idea de llevar su trabajo a internet para que todo el mundo lo leyera.
Global Voices (GV): ¿Cómo empezó Palabras de Resistencia ?
Chantal: He desarrollado este curso para un período de cuatro semanas, y fue un curso para enseñarles a los niños a expresar su realidad a través de las palabras. Yo iba a trabajar con sólo tres o cuatro géneros literarios, pero cuando llegué a la escuela se trataba de otro mundo. Vi a todos estos niños que tienen entre 13 y 15 años de edad y tienen un desarrollo intelectual de un niño en la escuela primaria. Así que yo les entregaba un poema y ellos no entendían nada, y apenas sabían escribir. Ahora está escribiendo estas historias que hablan sobre temas que ni siquiera algunos adultos las han vivido:
En las noches, no hay más que escándalos. Las calles ahora están repletas de gente sin escrúpulos, en una esquina hay 30, en la otra 20. Golpes y golpes, sangre por aquí, sangre por allá como manguera rota de dolor, odio y depresión. ¿Que haremos? Este pueblo no tiene futuro si las personas siguen con ese miedo morirán, y morirán sin hablar y sin hacer justicia. Niños y niñas se involucran en el grupo, drogas y cervezas se meten en el cuerpo. ¡Basta! Ya es suficiente. No puedo más, unamos nuestras manos y hay que luchar. Guadalupe, 13 años.
Revisar sus tareas al principio fue muy duro para mí, terminaba llorando después de la lectura de sus historias, y me escribían una nota en la parte inferior de su tarea pediéndome ayuda. Así es como se me ocurrió la idea del blog: Que tal vez proveyéndoles un espacio y haciéndoles saber que alguien estaba escuchando sus historias tendría un efecto en ellos, e incluso a partir de una semana después que creamos el blog ya pude ver un cambio. Me están trayendo historias y poemas y siempre me preguntan si los voy a publicar. Ellos están motivados. No pueden creer que tengamos como 500 visitas en una semana.
GV: ¿Por qué el nombre de «Palabras de Resistencia»?
Chantal: Para ser honesta, estaba un poco indecisa sobre el nombre debido a dos cosas. Uno, porque la gente podría pensar que era algo de izquierda; y segundo, porque la «resistencia» es una palabra muy cliché. Pero sentaba muy bien. Estos niños están escribiendo estas historias para resistir todas las cosas malas que la vida les está trayendo. También es una frase fácil de traducir. Sería lo mismo en español e Inglés. Presentía era un buen nombre.
GV: ¿Cómo reaccionaron ante la idea? ¿Les gustó o eran reticentes a tener su trabajo publicado en internet?
Chantal: Les gustó la idea pero no me creyeron. Me dijeron «Usted está loca! Eso no va a suceder! Nadie va a leer nuestras historias,» y para ser honesta en mi interior tenía un poco de miedo porque estaban emocionados y pensé: «Dios, por favor, —yo ni siquiera creo en Dios— ayúdame!»
Un problema que tenemos es que es difícil para ellos tener acceso a internet, por lo que no todo el mundo ha visto aún el blog, y es muy diferente cuando uno ve el producto.
GV: ¿Cuáles son algunas de las cuestiones que afectan a la comunidad y sobre las que tus estudiantes escriben?
Chantal: La migración es una grande. De hecho, estamos trabajando en la creación de carteles y tienen que elegir el mensaje que quieren transmitir al mundo. Un grupo escogió el tema de la migración y yo les dije: «Escriban la frase para que yo la lea y soy yo la que va a decidir si eso está bien para la tarea.» Pensé que me iban a dar una frase que diga algo así como: » No queremos que nuestros padres se vayan» o «No queremos que la gente de nuestra comunidad nos abandone», y cuando leí la frase era algo así como:»Queremos que el gobierno de los Estados Unidos pueda crear un la ley para que nuestros padres puedan trabajar allá, porque aquí no tenemos ofertas de empleo.» Estaba tan bien escrita que me sorprendió. Me encantaría que el presidente Obama leyera eso.
Algunos familiares van en busca de trabajo, otros para estar con su familia, pero ahí empieza la historia. Todos se suben en trenes, brincando de un vagón a otro, y cuando llegan al límite algunos se mueren, otros los matan, violan a las mujeres y las secuestran. Pero aún siguen en busca de pasar al otro lado con el fin de poder vivir tranquilamente con su familia aún con el dolor en sus corazones de haber vivido esa experiencia tan fea y que les pasa a todos los emigrantes de diferentes países o estados. Brandon, 12 años.
En la comunidad hay más mujeres y personas de edad que hombres, y en este momento una gran cantidad de personas están regresando de los EE.UU. debido a la situación ahí. Pero es algo raro, porque estos chicos están empezando a vivir con sus padres después de siete o diez años, así que la dinámica de toda la familia está cambiando.
Además, en la comunidad existe esta cuestión de mujeres —esposas— que están siendo relegadas por sus esposos. Se sienten abandonadas, están deprimidas, y no tienen estabilidad en su vida. Así que he encontrado una gran cantidad de niños que no tienen una buena relación con su madre.
Mi mamá todas las noches llora, ya no le pregunto por qué además yo sé porque lo hace. No te preocupes por ella, yo la he cuidado muy bien por todos estos años. Por el tiempo que convivimos, platicamos de tantas cosas y aún nos faltan cosas de que platicar, se que muy pronto llegara ese día. Mamá esta muy contenta porque ya logré lo que ella quería y lo que quería era que tú y yo estubieramos juntos algún día. Luis Gerardo, 15 años.
Uno de los mayores problemas es la soledad y la frustración de no poder cambiar su realidad. Estos niños quieren cambiar. Un gran problema es que no tienen ningún sueño, o si los tienen, no creen que puedan hacer algo para salir de su pueblo o conseguir una carrera.
GV: ¿Qué quieres lograr con las Palabras de la Resistencia?
Chantal: Esa es una pregunta difícil. Me doy cuenta de que va a ser un proceso muy lento. Mi propósito con este proyecto es hacerles notar que la gente está escuchando y que la gente se preocupa por ellos, que pueden cambiar su propia realidad.
Una de las razones por las que decidí regresar a México fue porque cuando estaba trabajando con The Nation me di cuenta de que las revistas, los periódicos y en general los medios de comunicación estadounidenses transmiten sólo dos narrativas de México —no sólo México, América Latina en general— y una es sobre América Latina presentada como un lugar impresionante para los movimientos sociales, las revoluciones y todas estas visiones izquierdistas. La otra narrativa es presentar América Latina como un lugar para la corrupción, la pobreza y todo eso. Todo el mundo se olvida de la otra realidad de México, se centran en la guerra contra las drogas, pero se olvidan de todas estas otras realidades y problemas que existen en México. Así que decidí regresar y encontrar otro relato.
GV: Estás publicando las historias, cartas y poemas que escriben sobre su vida, pero tu eres una escritora, ¿por qué no lo haces tu misma?
Chantal: Ahora que llegué a México, estaba hablando con todas estas personas, especialmente los inmigrantes. Yo no quería escribir historias sobre los inmigrantes, pero por alguna razón me estaba encontrando con los inmigrantes y me pregunté: «¿Quién soy yo para escribir sus historias?» Así es como me recordé el curso que desarrollé hace 5 años y pensé, «Bueno, lo mejor para ellos para darles un espacio para escribir sus propias historias.»
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