Laos y la Coalición de las Bombas de Racimo

La primera cumbre de partidos de gobierno en la Coalición de las Bombas de Racimo [en] (CMC), que reunió a 101 países así como a numerosas ONGs, se realizó entre el 9 y 12 de noviembre en Vientiane, Laos. Esta conferencia siguió al primer esfuerzo realizado por la sociedad civil, la cual ha presionado fuertemente para que la comunidad internacional ratifique la CMC. Aprobada el 30 de mayo de 2008 en Dublín, 108 países ya han firmado la CMC, mientras que 46 países la han ratificado [en]. Actualmente, alrededor de 36 países se ven afectados por las bombas de racimo [en] que aún son masivamente producidas, utilizadas y almacenadas.

Anna MacDonald, directora de la campaña de Control de Armas, recuerda [en] en Oxfam Internacional Blogs porqué Laos alberga a la CMC:

Todos estamos aquí para la Primera Cumbre de Partidos de Gobierno en la Convención sobre Bombas en Racimo [en] -que básicamente significa la primera reunión anual desde que fuera acordado en tratado de bombas de racimo. Es un lugar muy relevante, ya que más de 2 millones de toneladas de bombas fueron arrojadas sobre Laos durante la «guerra secreta» de Estados Unidos entre 1964 y 1973. Al menos el 30% no estallaron y, décadas más tarde, hasta 80 millones de bombas de racimo se encuentran sin detonar en todo el país.

A deminer holds a fragment from a BLU 26 cluster munition which can travel approximately 150 metres.Savannakhet Province, Laos 2010 - by CMC under CC Licence

Un desminador sostiene un fragmento de una bomba de racimo BLU 26, que puede viajar aproximadamente 150 metros. Provincia de Savannakhet, Laos, 2010 – de CMC bajo Licencia CC.

El objetivo de la CMC es, por supuesto, que la producción, almacenamiento, uso y transferencia de bombas de racimo esté prohibido en todos los países del mundo. Se supone que las bombas de racimo son para atacar objetivos militares, pero en las instalaciones civiles a menudo resultan muertos y heridos por estas armas. Según la ONG Handicap International [en], el 98% de las víctimas registradas asociadas con bombas de racimo son civiles y el 27% incluye a niños. En otro post [en], Anna MacDonald hace hincapié en que estas armas están en contra del derecho humanitario internacional [en]:

La prohibición de las bombas de racimo tomó 18 meses de negociaciones, aunque los defensores, los activistas y los gobiernos de apoyo habían trabajado por muchos más años antes por la prohibición de estas armas indiscriminadas. Las bombas de racimo son armas tan repugnantes e indiscriminadas que son difíciles de atinar y a menudo permanecen sin explotar en el suelo durante meses, años e incluso décadas después que fueron lanzadas. Los niños son particularmente posibles víctimas vulnerables, ya que se sienten atraídos por estos pequeños y extraños objetos brillantes en el suelo.

Vivian Tan, colaboradora en el blog IntLawGrrls, hace hincapié en la importancia de la CMC [en]:

La prohibición general de la Convención de las Bombas de Racimo contra la producción, uso, almacenamiento y transferencia de bombas de racimo, representa una mejora significativa en las normas vagas de la antigua Convención de Armas Convencionales. El mandato del tratado posterior a la destrucción del almacenamiento es particularmente importante, ya que muchos países han mantenido viejas bombas de racimo, que datan de la Guerra Fría, que se han vuelto muy inestables con el tiempo… Este nuevo tratado también establece plazos específicos para la liquidación y destrucción de bombas [los países deben destruir sus reservas en el plazo de ocho años y limpiar su territorio de las submuniciones sin estallar en 10 años].

Además, la Convención de las Bombas de Racimo se refiere a las víctimas ya heridas. Los partidos de gobierno están obligados a elaborar planes nacionales para ayudar a todas las víctimas afectadas por las bombas de racimo, sin discriminación… También son encomiables las medidas de transparencia y los requisitos para la presentación de profundos informes. Dentro de los 180 días después que el tratado entre en vigor para un estado asociado, el Estado debe divulgar información a las Naciones Unidas como una descripción de sus reservas actuales, la eliminación de bombas y los programas de destrucción, zonas conocidas de contaminación y los planes propuestos para alcanzar los objetivos de la Convención de las Bombas de Racimo.

En el mismo post, también señala omisiones significativas de la CMC:

En primer lugar, el tratado sólo se refiere a las bombas de racimo dispensadas por los aviones, dejando de lado las lanzadas por submarinos o en tierra. Al mismo tiempo, el tratado establece una definición genérica de las bombas de racimo, que puede resultar en una prohibición sobre los servicios incluidos en los modelos más sofisticados que no causan el devastador daño humano asociado a los tipos anticuados.

La disparidad entre las capacidades de los estados asociados y las normas mal definidas también son inconvenientes críticos. Donde no existen normas internacionales pertinentes, la Convención de las Bombas de Racimo exige que los estado asociados apliquen «cualquier ley nacional necesaria» para lograr sus objetivos y sancionar su incumplimiento. Esto puede dar lugar a importantes discrepancias en la aplicación entre los estados asociados. El tratado tampoco deja claro sobre quién debe vigilar su aplicación, como el uso de los fondos fiduciarios o la mediación de resolver las controversias entre los estados asociados… Los estados asociados también están obligados a asumir los costes incurridos por las Naciones Unidas en la aplicación de medidas de transparencia y cumplimiento. La carga más pesada caerá sobre las naciones más pobres, que en primer lugar pueden no tener los recursos para mantenerse al día con las normas de estricto cumplimiento.
La Convención de las Bombas de Racimo ha encontrado resistencia de los principales acopiadores como Estados Unidos, Rusia y China, porque no tiene en cuenta el valor militar de las bombas de racimo o de la naturaleza costosa de su limpieza y destrucción. La negativa de los jugadores clave a adoptar el tratado disminuye el incentivo de otros estados para participar.

Bonnie Docherty, investigadora de la ONG Human Rights Watch, añade [en] en el blog The UK Debate:

Una interpretación fuerte del tratado también es importante para maximizar su impacto humanitario. Si bien muchas de sus disposiciones son claras, algunos de sus artículos más controvertidos dejan espacio para el debate.

En particular, algunos países sostienen que el tratado prescinde de la restricción de asistencia con actividades prohibidas durante operaciones militares conjuntas, con países que no se han unido. Pero muchos otros, incluyendo grupos de la sociedad civil, refutan que el tratado lógicamente no puede ser interpretado para exigir a los países que se han unido que eliminen las bombas  de racimo, mientras se les permite ayudar a otro país que las utilizan.

Por último, los países deben cumplir sus promesas. Muchos han comenzado a aprobar la legislación nacional de aplicación y destrucción de los arsenales. Pero se necesitan más de esas leyes. Se debe codificar las obligaciones de la convención, así como sus prohibiciones.

El 12 de noviembre, la Declaración de Vientiane [en] y el Plan de Acción de Vientiane [en], exhortando a realizar acciones concretas contra las bombas de racimo, han sido adoptadas por los estados asociados. Durante la cumbre, varios países -incluyendo Nueva Zelanda, Austria, Bélgica o Luxemburgo en particular- anunciaron una donación de 30 millones de dólares [en] para la remoción de bombas de racimo en Laos a través de subvenciones y financiación de las ONG, mientras que Austria declaró que la destrucción de sus arsenales de bombas de racimo ha sido completada [en]. Pero hay mucho por hacer. Si significativos poderes militares, como el Reino Unido, Francia o Alemania, ya han firmado y ratificado el tratado, Estados Unidos [en], China, Rusia o Israel -los mayores acopiadores y usuarios- aún son renuentes a dar el paso. Además, el ejército de EE UU es acusado de usar bombas de racimo el año pasado, cuando Amnistía Internacional descubrió un ataque con bombas de racimo [en] en Yemen en diciembre de 2009. En 2008, Rusia utilizó bombas de racimo [en] durante su prueba de fuerza con Georgia. Mientras tanto, Israel lanzó 4 millones de bombas de racimo [en] en la guerra de Líbano Sur en 2006. El año próximo [2011], en septiembre, Líbano tiene previsto albergar la segunda cumbre de partidos de gobierno en la Convención de las Bombas de Racimo.

Véase también Video de Handicap International de esfuerzos de rastreo realizados hasta la CMC.

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