El sitio web WikiLeaks publicó un documento que pone en duda la razón principal detrás de los intereses de Brasil al comprar aviones de combate franceses: La posibilidad de transferir la tecnología de la construcción. Según una misiva que la Ministra Consejera Lisa Kubiske envió a Brasilia en noviembre de 2009, muchos componentes de las aeronaves francesas son fabricados en Estados Unidos, según lo indicado por uno de los últimos cables publicados por Wikileaks en Portugués [pt]:
Para Lisa, la campaña de Francia es mentira: ‘En los últimos meses, el esfuerzo de ventas francés se ha basado en declaraciones engañosas, por no decir fraudulentas, que sus aviones de combate sólo contienen elementos franceses (lo que lo exime de los engorrosos controles de exportación en Estados Unidos). Pero eso no es correcto. Un análisis de la Administración de Tecnología de Defensa y Seguridad (DTSA) ha detectado una alta presencia de elementos estadounidenses, que incluye sistemas de focalizacion, componentes de radar y sistemas de seguridad, todo requiere licencias de Estados Unidos.
La pregunta sobre la independencia francesa en la fabricación de maquinaria sigue en pie. Pero, no hay dudas sobre la estrecha relación entre Dilma, Lula y Sarkozy, como pudo verse en el G-20 en noviembre pasado.
Hasta ahora, el caza Rafale, fabricado por la empresa francesa Dassault, ha sido el favorito para ganar la puja contra el Gripen NG de Saab de Suecia y el F-18 Super Hornet fabricado por la empresa estadounidense Boeing. El Presidente francés, Nicolas Sarkozy se ha comprometido a compartir la tecnología de fabricación con Brasil, lo que sería difícil con EE UU, que necesitaría la aprobación del Congreso de Estados Unidos, o con los suecos, que también utilizan la tecnología de Estados Unidos. Se considera de vital importancia conocer si los franceses dependen de Norte América, como cuestiona el blog dedicado a la aviación Poder Aéreo [pt]:
Si la información de WikiLeaks es cierta, la supuesta independencia de los EE UU, a través de la compra del Rafale, no es más que una ilusión. Por lo menos seremos doblemente dependientes: con EE UU y conFrancia y quién sabe con quién más.
¿Cuál sería supuestamente el porcentaje de la tecnología americana utilizada por el Rafale, uno que dependerá de la aprobación de EE UU para poner el avión francés en el mercado?
Un solo elemento importante, tangible o no, que requiera la aprobación de EE UU es suficiente para dejarnos en una dependencia no deseada. El [documento de] WikiLeaks se refiere a los componentes en plural, por lo que el Rafale no utiliza sólo un elemento de dominio estadounidense. Si pudieran, a mi mejor saber y entender, los franceses no utilizarían cualquier elemento o tecnología que los dejaría siendo objeto de EE UU.
Si Francia puede pasar los códigos de software a Brasil o no, sigue siendo desconocido. Los franceses han sido socios de Brasil en el Plan Nacional de Defensa -un programa que incluye la actualización del equipo de las Fuerzas Armadas. Lula firmó un acuerdo con Nicolas Sarkozy en 2009 con un valor estimado de 24 mil millones de reales (13 millones de dólares) para ensamblar 50 helicópteros y cinco submarinos en Brasil con tecnología francesa. Para muchos bloggers, Estados Unidos tiene celos de la relación entre Francia y Brasil, como destaca O Informante [pt] en el post «Lula y Sarkozy, ‘una historia de amor que molesta a algunos'»:
(…) el gobierno de EE UU está preocupado por la proximidad cada vez mayor del Presidente francés Nicolas Sarkozy con Brasil. En dos mensajes a Washington, el Embajador de EE UU en París, Charles Rivkin, analiza la alianza franco-brasilera como estrategia de Sarkozy para ampliar la influencia de Francia en el mundo y especialmente en Latinoamérica.
(…) El Embajador estadounidense hace un comentario polémico, diciendo que Sarkozy usa a su esposa, la ex modelo Carla Bruni, para atraer a los brasileros. En su informe, señala que «el público brasileño fue decepcionado» con el hecho de que Sarkozy no llevó a la primera dama en su último viaje al país. (…)
Utilizando siempre un tono alarmista, el Embajador de Washington advierte que Lula ha repetido muchas veces su intención de convertir a Brasil en una potencia mundial y ve a los militares y la autonomía tecnológica como una forma de lograrlo.
Indicando cierta familiaridad con la negociación, señala algunas de las promesas de Francia, como «dar a los brasileros los códigos del software Rafale, que representan el corazón del plano digital, mientras que otros competidores se mostraron reacios a proporcionarlo».
El acuerdo de un millardo de dólares por 36 Jet Fighters está en juego y el Ministro Kubiske instó a Washington a tener una posición más agresiva en el proceso de licitación, como WikiLeaks [pt] revela:
Pero desde mayo de 2009, la Embajada estadounidense en Brasilia ha tratado de persuadir al gobierno de EE UU a participar más en la controversia. En un telegrama del 19, (CLICK AQUI [en]), la Ministra Consejera Lisa Kubiske instó a Washington a hacer un lobby más intenso, debido a que algunas fuentes brasileras «dicen que no creen que el gobierno de EE UU esté apoyando con fuerza la venta», mientras que el Presidente francés, Nicolas Sarkozy estaría directamente involucrado y los suecos estaban actuando «a nivel ministerial».
En opinión de Blog da Cidadania's [pt], la prensa brasilera ha presionado en favor de EE UU:
Brasil firmó un acuerdo estratégico de cooperación militar-financiero-cultural con Francia hace años, lo que molestó a los estadounidenses, porque ellos quieren controlar no sólo su «patio trasero» (las tres Américas), sino también a todo el mundo -o eso quisieran, ya que han descubierto que no pueden. Este acuerdo nos permitirá dominar el cien por ciento de la producción del ciclo de aviones de combate, especialmente en los conflictos (…)
De hecho, toda la comunidad internacional sabe que la prensa brasilera está jugando del lado estadounidense. Y, para no ser demasiado obvio, esa prensa -Folha, Estadão, Globo y Veja, en particular- dice que el jet estadounidense es «el mejor», por encima del jet sueco que sería una solución de consenso, ya que ofrece una mayor independencia en la transferencia de tecnología, a pesar del hecho que el Gripen es inferior al Jet estadounidense y superior al francés.
Jobim tiene la Defensa Nacional en sus manos. Para el ex Embajador de EE UU en Brasil, Clifford Sobel, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil sería «antiamericano», mientras que Jobim sería un importante aliado.
La posición del Ministro de Defensa, Nelson Jobim y el Comandante de la Fuerza Aérea Brasilera, Juniti Saito, ante el gobierno de EE UU ha sido rechazada por los brasileros. Ambos fueron los objetivos del lobby de EE UU y el Comandante Saito señaló a los funcionarios de Washington que prefiere el Jet estadounidense. Respaldando la voz de los críticos, Laerte Braga recuerda en el blog Jornal do Autódromo [pt] que la decisión acerca de a quién va Brasil a comprarle el avión de combate es ahora de Dilma Rousseff, la Presidenta electa:
Dilma Rousseff tiene un dilema antes de su inauguración. ¿Mantener al Ministro de Defensa, Nelson Jobim, un agente americano conocido y al Comandante Brigadier de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) Juniti Saito (quien adula a Washington), o protegerse de estas dos figuras, que en el pasado serían llamados traidores? (…)
El problema está en manos de la Presidenta electa Rousseff. Lula incluso podría aliviar su camino pidiendo a Jobim y Saito salir antes del final de su propio período.
Este post fue revisado por Marta Cooper.
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