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Israel: La tierra del fuego y el hielo

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Israel, Ambiente, Desastres, Economía y negocios, Últimas noticias

Severas tormentas de invierno [1] [ing] azotaron a la mayor parte de Israel la semana del 13 de dic 2010, con fuertes vientos, lluvias y tormentas de nieve causando caos en todo el país. En el norte, la Montaña Hermon fue cubierta con más nieve de la que el país haya visto en 20 años. Esto sucedió días después que la región de Carmel fuera devastada por incendios forestales que dejaron 43 muertos [2] [ing] y causaron un daño estimado en entre 100-120 millones de Shekels [3] [ing].

Para muchos, estas tormentas proveen un gran alivio para las sequías que el país ha estado experimentando. El Mar de Galilea, el reservorio de agua más importante de Israel, ha aumentado unos cinco centímetros [4] [ing] como resultado de las tormentas.

Este sentimiento se hace eco en muchos de la twitósfera israelí. @Tekhelet [5] dijo:

Estoy contento/a de que Israel tenga tormenta/lluvia y nieve ahora. Baruch HaShem. Gracias Padre!

A pesar del caos, trastorno e inconveniencia causados, muchos estaban sencillamente agradecidos por la lluvia. @MaozIsrael [6] agregó:

Nieve y lluvia en Israel! Dios está respondiendo nuestras plegarias!

Pero estas tormentas no fueron la respuesta a las plegarias de todos. Aunque se necesitaba de manera desesperada la lluvia, las tormentas también causaron daños en todo el país [7] [ing].

El blog Maoz Israel [8] [ing] publicó algunas imágenes de la destrucción causada por las tormentas:

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Playa de Tel Aviv azotada por vientos huracanados y fuertes tormentas

Alone in Holy Land [10] [ing] («Solo en Tierra Sagrada»), un blogger rumano que vive en Ashdod, describió cómo fue quedar atrapado en la tormenta mientras conducía (Un auto) junto a su famiia hacia Eilat:

Fue absolutamente infernal! Primero, fue el viento, muy fuerte y luego la arena… Cuando llegamos a Mitzpe Ramon estaba muy frío y ventoso… yo estaba aterrado. Los vientos huracanados seguían golpeando el auto de un lado, luego del otro y yo estaba preso del pánico. Sin siquiera poder pronunciar palabra. Mi estómago estaba del tamaño de un guisante y la garganta contraida… Increíble… mientras tanto estaba murmullando plegarias para mí mismo y fingiendo que estaba en otro lugar. Al final de nuestro viaje, a unos 30 km antes de Eilat, la tormenta de arena se detuvo de manera abrupta, el cielo se despejó y el sol estaba de nuevo en el cielo.

Y luego estaban aquellos que dejaron de lado la prudencia y aprovecharon las condiciones de tormenta. Shahar Zubari, un windsurfista israelí, le hizo frente al mal tiempo y se dirigió hacia las olas.

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