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Mundo Árabe: Racismo y la controversia del dulce Cabeza de Esclavo

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Egipto, Jordania, Líbano, Alimento, Derechos humanos, Economía y negocios, Etnicidad y raza, Lenguaje, Relaciones internacionales

¿Somos nosotros -los árabes- racistas? Es muy difícil decirlo. Algunos pueden decir que el racismo es contra nuestra religión y que la gente nunca es discriminada por su color de piel. Por otro lado, otros pequeños aspectos de nuestras vidas pudieran probar que sí lo somos. Parece ser normal, por ejemplo, hacer mofa de los negros [1] [ar] en el cine y hasta llamar a un dulce “Cabeza de Esclavo” por su color.

El blogger jordano Roba Al-Assi, escribió sobre el nombre que recibe el chocolate malvavisco en esa parte del mundo [2] [en]:

Sé que la palabra «esclavo» de ninguna manera tiene las mismas implicaciones en árabe como en inglés. Sin embargo, no puedo estar menos entretenido por el nombre del chocolate malvavisco «Ras ilabed», que significa literalmente «la cabeza del esclavo».

Parece que los productores de dulces tuvieron la misma sensación que Roba. Hussein Wehbe escribió en su blog acerca de Ghandour, uno de los productores de dulces que decidió cambiar el nombre de su producto [3] [ar]:

En un paso que se ajusta a la lucha contra el racismo en Líbano, Ghandour decidió cambiar el nombre de uno de sus productos más populares, «Ras El Abed» o «Cabeza de Esclavo» y lo llaman «Tarboush Ghandour» o «El Sombrero de Ghandour». El producto dulce que se parece a una cabeza de color marrón o negro, estaba acostumbrado a ser llamado cabeza de  esclavo debido a su color, lo que se consideró como una especie de racismo, incluso cuando se trata de un pequeño detalle de la vida libanesa.

Sambo, el nuevo nombre para Cabeza de Esclavo. Foto tomada de la cuenta en Flickr de Roba Al-Assi, bajo licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-NC-SA 2.0)

Otro productor de los mismos dulces también ha cambiado el nombre de su producto. Pero Roba Al-Assi encontró que el nuevo nombre y empaque son aún más racistas [2] [en]:

Sambo, mi fabricante favorito de Ras il Abed, recientemente cambió de nombre. Si bien estoy muy contento con los avances en higiene, es asombroso que de alguna manera se hizo aún más racista.
Yo sé que nosotros los árabes vemos el racismo con un grano de sal, pero ¿debería ser esto apropiado en esta época? Además de ser insensible, también creo que representa un mensaje terriblemente equivocado para las hordas de niños atraidos por este delicioso postre.
Digo… mantengan el nombre, pero eliminen las imágenes racistas.

La blogger libanesa, Farfahinne, comparte una historia acerca del periodista «Khaled Sagheya» [4] [ar], quien escribió aquí acerca de cómo solían llamar a una mujer de color que les vendía juguetes y camisetas con «personajes de Disney [5]» y «Los Pitufos [6]«, «la esclava»:

La dueña de la tienda era muy probablemente una mujer sudanesa, con la piel oscura -como lo eran sus hijos. Su marido era un libanés de Trípoli. De hecho, no era sólo su tienda la que nos atraía, sino también toda su familia, que eran hermosos y agradables. Nos encantó la tienda y sus propietarios, pero nunca recordábamos su nombre ni el nombre de cualquier persona de la familia que era propietaria. Solíamos ir allí cada vez que teníamos suficiente dinero de nuestra mesada cuando niños y cada vez que alguien nos preguntaba: «¿A dónde van?», contestábamos, «Donde la esclava». Y de regreso cargábamos con una caja grande llena de cosas, también le decíamos a la gente, «Esto es de la esclava». Ella nos adoraba y aunque teníamos casi 10 años de edad, ella solía llamarnos «sus clientes». En ese entonces, nunca vi nada de malo en llamarla «la esclava», como solía llamarla de una manera muy respetuosa y cariñosa. Pero ahora, me da vergüenza cada vez que recuerdo la forma en solíamos llamarla.

Es difícil limitar el tema de la discriminación de color de piel sólo al mundo árabe. Es normal que casi todas las regiones aquí se burlen de una parte de su propia gente. En Egipto, las personas se burlan de los que proceden del Alto Egipto, «Se'ed». En Líbano y Siria, la broma es para los que vienen de «Homs» [7] [en]. Y aquí hay un clérigo marroquí que predicó en contra de la celebración de Yennayer/Año Nuevo Amazigh [8] [en]. El clérigo no se limitó a detener las celebraciones de año nuevo, sino que también predicó en contra del uso del Berbet/lengua Tamazight y llamó al pueblo de Bereber traidores que trabajan para el avance de Israel y el sionismo [9] [ar]. Por último, a veces la broma es internacional, como es el caso aquí, donde un par de películas egipcias se burlan del pueblo yemení o filipino [1] [ar].