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Túnez: ¿Qué sigue luego de la revolución?

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Túnez, Ideas, Política, Protesta

El presidente Zine al-Abidine Ben Ali huyó a Arabia Saudita hace más de tres semanas [1], pero los enfrentamientos con la policía y las protestas de personas que exigen trabajo o mejores remuneraciones siguen ocurriendo [2] [eng] en Túnez, y el gobierno interino está tratando de restablecer el orden [3] [eng]. Mientras que los cambios en la sociedad son innegables [4] [eng], tales como el aumento en la libertad de internet [5] [eng], no todos están contentos con lo que está pasando. En este post escuchamos a bloggers tunecinos sobre la situación actual del país, algunos expresando frustración por la falta de orden, aún cuando el tono general es de esperanza que todo va a salir bien al final.

Tunisia Forever [6]

‘Túnez por siempre II' de Wassim Ben Rhouma el 14 de enero de 2011. Compartido en Flickr (CC BY-NC-SA 2.0).

Selim, un blogger tunecino que vive en París, dice [7] [fr]:

Las informaciones, los acontecimientos y las decisiones del gobierno actual, que no dejan de encadenarse a una velocidad fenomenal, tornan difícil todo intento de toma de distancia y de análisis objetivo de la evolución de la situación. Las torpezas y la falta de comunicación en algunos temas de parte de los interinos del gobierno dan la impresión de estar improvisando antes que controlando la situación. Eso no ayuda a los tunecinos a tener más visibilidad, creando así una situación de confusión que provoca ansiedad.
Los medios y los periodistas, en lo que a ellos respecta, no representan siempre una fuente confiable de información a los ojos de la mayoría, no solamente por que la calidad de sus trabajos queda por debajo de las expectativas, sino por la conocida reputación de los medios afines al antiguo régimen, o por lo menos por su falta de independancia y objetividad.
La transición es aún más dura para Túnez, pues los desafíos que debe enfrentar durante esta fase son numerosos, difíciles de superar, pero no son irrealizables. A pesar de esta cacofonía y la inestabilidad de la situación, esos desafíos pueden ser identificados si el objetivo a corto plazo sigue siendo la organización de elecciones libres y justas.

En San Francisco, Sami Ben Romdhane escribe [8] [fr]:

La primera etapa de la revolución ya pasó, Ben Ali se fue y ahora está con orden de mandato de detención [9] [eng], pero el vacío político persiste y las reglas del juego de la vida democrática nos son todavía poco conocidas y todo el mundo busca el fin que desea. La clase media quiere retomar una vida normal y un gobierno en el que quieren creer, y los que están en la desesperanza ya no confían en nadie, y los que estaban en el poder tratan de conservar auque sea un poco, y los que estaban al límite quieren convertirse en los salvadores de la nación, y los que eran opositores oprimidos no saben ya qué hacer en este Túnez sin dictador para oponerse, y los que eran malos quieren volverse gentiles y los que eran carneros quieren convertirse en leones intransigentes, y los que tiraban de los cordones en la oscuridad siguen sin ser vistos, y los que tenían un seudónimo hablan en nombre propio, y los que se expresaban con su propio nombre ahora lo hacen con seudónimo. Nadie parece digno de confianza y nadie parece tener la mayoría de las voces. Muchos buscan el regreso a la vida normal y muchos quieren continuar viviendo esta revolución. Pero yo, personalemente no me preocupo, yo encuentro que lo que pasa es un poco lógico dada nuestra historia reciente. Hay que autoeducarnos, aprender a respetar y aprender a ser libre porque jamás lo hemos sido y estoy seguro de que lo haremos y que llenaremos el vacío y que las ideas ricas y diferentes verán el día y yo espero que eso no venga unido a nadie y que olvidemos nuestros reflejos de venerar a las personas que nos representan ahora que hemos aprendido nuestra lección.

'Free Tunisia' [10]

‘Túnez es libre' foto de Wassim Ben Rhouma el 21 de enero de 2011. Compartida en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

En un post titulado “No toquen a mi Túnez [11]” [fr], amara9 escribe:

Nuestro país merece bien una nueva página pero sin sangre, sin destrucción, sin víctimas, sin diferendos. Por favor, el trabajo hecho durante más de 20 años fue hecho por el pueblo y para el pueblo, ¡no vamos a autodestruirnos!
¡Si a expresarnos, si! por los derechos, pero ¡NO ! a la destrucción de bienes públicos y de beneficios que nuestros padres y abuelos pagaron caro.
Por favor, no hagamos tonterías que vayamos a pagar en el futuro, nuestro país tiene necesidad de un aire de libertad y de dignidad nueva con las correcciones y rendiciones de cuentas de algunos fracasos del pasado, pero nadie puede transformar a un tunecino en una bestia feroz que se muerde sola.

Verlan hace referencia al nuevo Ministro de Turismo, Slim Chaker, que recientemente respondió en Facebook [12] [fr] a un ataque no especificado [13] [fr] hecho en su contra, y dice [14] [fr]:

Somos muchos los que estamos intranquilos de ver la anarquía que reina, la facilidad con la que se insulta a la gente, con la que se difama, se rebaja y la rapidez con la que los actos tan despreciables son «compartidos» a través de las redes sociales por todas las personas instruidas o no, bien intencionadas o no, que no reflexionan, que siguen el movimiento, un movimiento irracional y al que su pasión no perdona por los estragos, el horror, la tristeza en la que hunde a las personas, no solamente los que son aludidos sin razón, sino todos aquellos que tienen ganas de creer en un Túnez ejemplar.
Personas con la experiencia y el talento del señor Chaker o d'Elyès Jouini honran a Túnez.
Para mí, las hordas que en un acceso de histeria colectiva no dejan de gritar «a mí, a mí, a mí» no tienen ninguna excusa, ningún pretexto, ni la necesidad, ni la frustración, ni el hambre de esta maldita libertad de expresión que han terminado por asimilar a la libertad de insulto, pueden justificar que se responsabilize a los que tratan de construir, no una empresa, ni una sociedad sino todo un país entero destrozado por sus saqueadores, los viejos y los nuevos.

Continúa:

Y al que no sabe ni aguardar, ni esperar, ni observar; ni trabajar; que al menos tenga la bondad de dar prueba de un mínimo de respeto.
El respeto, eso que el antiguo sistema no supo darles jamás.
Demuestren que lo merecen.