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Uganda: La libertad de prensa disminuye mientras se acercan las elecciones

Categorías: África Subsahariana, Uganda, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios

Este artículo es parte de nuestra cobertura especial Uganda: Las protestas Camina al trabajo [1].

Uganda camina por una delgada línea cuando se trata de la libertad de prensa. A veces es impresionante las cosas que se les permite escribir o emitir a los periodistas respecto a críticas hacia el gobierno. Pero después, de repente, alguien cruza esa delgada línea y se va a la cárcel, o peor. Muchos ven ahora una disminución constante de la libertad de prensa en Uganda, particularmente por la cercanía de las Elecciones 2011 [2].

El International Freedom of Expression Exchange [3] (IFEX) reportó que en enero, dos periodistas fueron agredidos mientras cubrian un mitin en Lira [4]:

Lira, 22/Jan/2011 – Michael Kakumirizi, a “Red Pepper” publications photojournalist, was mobbed by suspected supporters of the ruling National Resistance Movement (NRM) party while covering an opposition presidential candidate's campaign rally in the Lango sub-region.

Francis Tumwekwasize, a former WBS TV journalist now affiliated with the Inter-Party Cooperation (IPC) Press Unit, was also beaten. The IPC is a coalition of opposition political parties that nominated retired Colonel Dr. Kiiza Besigye as their candidate for the Ugandan presidency.

The journalists were roughed up by the suspected NRM supporters, who accused them of taking their pictures while they were allegedly bribing voters at the Aloi Police Post, in the newly created Alebeatong district, in an attempt to keep residents away from Dr. Kizza Besigye's 19 January rally in the area. When a camera flash went off, the NRM supporters realised that there were journalists among a group of residents they had called to the Aloi Police Post to receive money.

Lira, 22/Ene/2011 – Michael Kakumirizi, un fotoperiodista de la publicación «Red Pepper», fue atacado por presuntos simpatizantes del partido gobernante, Movimiento de Resistencia Nacional (NRM en sus siglas en inglés), mientras cubría un mitin de campaña del candidato opositor en la sub-región de Lango.

Francis Tumwekwasize, un experiodista de WBS TV, ahora afiliado a la unidad de prensa de Cooperación Inter-Partido (IPC en sus siglas en inglés) también fue agredido. La IPC es una coalición de partidos de oposición que nominaron al coronel en retiro Dr. Kiiza Besigye como su candidato para la presidencia de Uganda.

Los periodistas fueron maltratados por los presuntos partidarios del NRM, quienes los acusaron de hacerles fotos mientras estaban, supuestamente, sobornando a votantes en la central de policía de Aloi, en el recientemente creado distrito de Alebeatong, en un intento de mantener alejados a los residentes del mitin del 9 de enero que realizaría en la zona el Dr. Kizza Besigye. Cuando el flash de la cámara los sorprendió, los partidarios del NRM se dieron cuenta que, entre el grupo de residentes que habían llamado a la central de polícia de Aloi para ofrecerles dinero, había periodistas.

En otros informes, Human Rights Watch [5]e IFEX llamaron la atención acerca de 16 activistas y periodistas que fueron arrestados y acosados [6] por difundir una petición dirigida a los 330 miembros del Parlamento para que devolvieran cuestionables pagos por más de 20 millones de shillings ugandeses (alrededor de $9,000) que recibieron en las dos últimas semanas por parte del partido gobernante para «monitorear los programas de gobierno». Mayormente visto como un soborno, el dinero fue liberado en un momento en el que el Gobierno de Uganda había gastado ya el 85% de su presupuesto en la mitad del año fiscal. Cerca de un cuarto del presupuesto nacional fue desembolsado sólo en enero, un mes antes de las elecciones.

Human Rights Network for Journalists [7] (HRNJ-Uganda) publicó una declaración de la Fundación Pakistan Press condenando un ataque por parte de Guardias de las Fuerzas Especiales a un corresponsal de televisión que grabó un ataque a una sede de campaña [8]:

Pakistan Press Foundation (PPF), an independent non-governmental institution committed to promoting and defending freedom of expression, is concerned about the detention of Masaka based NTV Uganda correspondent Issa Aliga by the Special Forces Group (the bigger presidential protection unit SFG) for filming a scuffle involving Rwemiyaga area Member of Parliament Theodore Ssekikubo ahead of President Museveni’s campaign rally.

…While filming he was roughed up and man-handled by four Special Force Guards personnel who confiscated his camera. He was pushed here and there on accusation of filming an event without permission. He was taken to their bus and interrogated for some minutes. After interrogation, he was released and his pleas to get his camera back fail on deaf ears. He was then ordered to go through the usual security checks and attend a campaign rally like any other voters. His mobile phone was also switched off.

La Fundación Pakistan Press (PPF en sus siglas en inglés) institución independiente, no-gubernamental, comprometida con promover y defender la libertad de expresión, está preocupada por la detención del corresponsal de NTV Uganda, Issa Aliga, establecido en Masaka, por parte del Grupo de Fuerzas Especiales (la unidad de Fuerzas Especiales más grande encargada de la protección del Presidente) por grabar una pelea que involucra al Miembro del Parlamento del área de Rwemiyaga, Theodore Ssekikubo, en un mitin de campaña del Presidente Museveni.

…Mientras grababa fue maltratado por un hombre a cargo de cuatro Guardias de Fuerzas Especiales quienes confiscaron su cámara. Fue empujado de acá para allá bajo la acusación de filmar el evento sin permiso. Lo subieron a un autobús, donde fue interrogado por algunos minutos. Después del interrogatorio, fue liberado y sus demandas para que le devolvieran la cámara cayeron en oídos sordos. Le ordenaron que pasara por los controles de seguridad usuales y que asistiera a los mítines de campaña como cualquier otro votante. Su teléfono móvil también fue apagado.

El Comité de Protección para Periodistas [9] subrayó dos incidentes, en agosto y noviembre del 2010, que involucraban a reporteros radiales que fueron detenidos y acosados por la policía. [10]

On November 3, 2010, four armed men kidnapped Nzito, a 23-year old Radio Simba reporter who covered crime and occasionally opposition parties, and threw him into a pickup truck with tinted windows. “I spent 10 days locked in a dark room with my hands and legs handcuffed and remained on the floor. I was not given any real meals or food. The army men would come and scare me in the night,” he told CPJ. Assailants using the same truck eventually dumped Nzito outside the capital, Kampala, according to local journalists. His release came a day after HRNJ-Uganda filed a habeas corpus in court compelling the army commander, the attorney general, and the head of a security agency to produce the journalist. HRNJ-Uganda said its investigations determined that the journalist had been in the custody of Uganda's Joint Anti-Terrorism Task Force.

Nzito told CPJ he frequently experiences nightmares now. “I have been dreaming about dark rooms, beatings and being held at gunpoint.”

Frank, a reporter with the U.S.-based online station Radio Free Buganda, suffered a similar misfortune in August 2010 after covering the 17th anniversary of the coronation of Ronald Muwenda Mutebi II, the ruler of Uganda's most powerful traditional kingdom representing the Baganda, the country's largest ethnic group…

The government was not happy to hear that Radio Free Buganda was broadcasting the festivities. After the local newspapers Ggwanga and Buganda Post published stories about Frank's live broadcasts, he said he began to receive anonymous phone calls. Then, four men stormed Frank's home who took away his wireless Internet modem and computer. The next day, men Frank believed to be security agents detained him for six hours, seized his mobile phones, and pressed him to reveal whom he worked with and how much was paid. “I am scared for my life because all of my contacts were in my phones and other crucial information.”

El 3 de noviembre de 2010, cuatro hombres armados secuestraron a Nzito, un reportero de Radio Simba, de 23 años, que trabajaba en el área de sucesos y ocasionalmente cubría a los partidos de oposición. Lo subieron al pickup de una camioneta con los vidrios tintados. «Estuve 10 días encerrado en una habitación oscura, en el suelo, con mis manos y piernas atadas. Nunca me dieron comida. El hombre del ejercito venía por las noches a asustarme.» contó a CPJ. Los asaltantes usando la misma camioneta dejaron a Nzito a las afueras de la capital, Kampala, según periodistas locales. Su liberación fue un día después de que HRNJ-Uganda presentara un habeas corpus en la Corte obligando al comandante del ejercito, al ministro de justicia y al jefe de la agencia de seguridad para liberar al periodista. HRNJ-Uganda asegura que sus investigaciones determinaron que el periodista estuvo bajo custoida de las Fuerzas Anti-Terroristas de Uganda.

Nzito explicó a CPJ que ahora tiene pesadillas frecuentemente. «He estado soñando en habitaciones oscuras, siendo golpeado y apuntado por un arma».

Frank, un reportero de la radio online Radio Free Bugunda con sede en Estados Unidos, sufrió un destino similar en agosto de 2010 después de cubrir el 17° aniversario de la coronación de Ronald Muwenda Mutebi II, el regente de la dinastia más poderosa de Uganda, representante de los Baganda, el grupo étnico mayoritario en el país…

…El gobierno no estaba feliz con que Radio Free Buganda estuviera cubriendo las celebraciones. Después de que los diarios locales Ggwanga y Buganda Post publicaran la historia de las emisiones en vivo de Frank, dice que empezó a recibir llamadas de teléfono anónimas. Después, cuatro hombres irrumpieron en la casa de Frank y se llevaron su módem de conexión a Internet y su computador. Al día siguiente, un hombre que Frank creyó agente de seguridad lo detuvo por seis horas, incautó sus télefonos móviles, y lo presionó para que revelara para quién trabajaba y cuánto cobraba. «Estoy asustado por mi vida porque muchos de mis contactos e información crucial estaban en mis teléfonos.»

Parece que la disminución en las libertades también se puede sentir más allá de los principales medios de comunciación. De acuerdo a AllVoices [11], El Inspector Asistente de la Policía General, Asan Kasingye, anunció que durante las elecciones la policía estará monitoreando redes sociales, tales como blogs, Youtube, Facebook y Twitter [12]:

[Asan Kasingye] said that it is possible that hate messages and inflammatory statements could be exchanged on Facebook and Twitter and so the police are monitoring them to guard against riots.

Kasingye claims that during the 2009 Buganda riots, some social media were used to stir up the population and cause widespread unrest.

Kasingye doesn’t explain the extent of the monitoring or how it will guard against infringement on personal rights of expression and privacy.

This is the first election in which social media has played an important role.

Political parties and candidates used Facebook to fundraise for campaigns and the Internet to raise their profiles locally and internationally.

[Asan Kasingye] dijo que es posible que los mensajes de odio y declaraciones incendiarias puedan ser intercambiadas en Facebook y Twitter y por eso la policía está monitoreándolas para evitar disturbios.

Kasingye declara que durante los disturbios de Buganda en 2009, algunas redes sociales fueron usadas para alentar a la población y causaron disturbios generalizados.

Kasingye no explicó la extensión del monitoreo, cómo se resguardaran para no infringir derechos personales como la libertad de expresión o la privacidad.

Esta es la primera elección en la que las redes sociales han jugado un papel importante.

Los candidatos de los partidos políticos han usado Facebook para campañas de recaudación de fondos e Internet para mejorar sus perfiles tanto a nivel nacional como internacional.

Este incremento en el acoso a periodistas en Uganda tiene el potencial de impactar, en gran medida, la cobertura de esta temporada de elecciones, y el cercano monitoreo por parte de la policía puede hacer más difícil escuchar las voces de los ciudadanos que utilizan redes sociales. La libertad de prensa es uno de los indicadores de una democracia sana, y si este pilar se erosiona, se debilitará cualquier otro aspecto de la nación.

Este artículo es parte de nuestra cobertura especial Uganda: Las protestas Camina al trabajo [1].