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Perú: Wikileaks, EUA, y su injerencia en la campaña electoral

Categorías: Latinoamérica, Perú, Política, Tecnología

Una de las consecuencias poco previstas en el Perú de las revelaciones que van dando los cables publicados por Wikileaks ha sido su repercusión en la campaña electoral presidencial peruana. Al poco tiempo de la aparición de las primeras filtraciones, ya un congresista declaraba [1] que “Hay que ver con cuidado este tema, podría ser una filtración intencional o la actuación de un hacker». Posteriormente declaraciones de personajes como Mario Vargas Llosa: «Wikileaks es chismografía frívola [2]» o el presidente Alan García: «Informes de Wikileaks no tienen trascendencia [3],» no fueron muy favorables en sus apreciaciones sobre el tema.

Los primeros cables hechos públicos [4] sobre el Perú tenían como tema la corrupción y el terrorismo y, si bien tuvieron cierto impacto en la prensa, la coyuntura política del momento no se prestaba a más. Es a comienzos de este mes cuando ya en plena campaña electoral surge un cable [5] que hacía alusión directa a uno de los candidatos (Pedro Pablo Kuczynski [6]) y a su ligazón con las grandes empresas y lobbies mineros, que los cables se empiezan a ver de manera diferente y a tener cierto impacto en la campaña.

El 13 de febrero el diario El Comercio [7] anuncia que gracias a una negociación con Wikileaks, empezarán a publicar los cables referentes al Perú desde el año 2006 [8]. Efectivamente ese mismo día publican dos cables, ambos relacionados con personajes de la política peruana. El primero se refería a que Ollanta Humala habría coordinado con Venezuela [9] para la realización de la anti-cumbre (al ALC-UE) del 2008 y el segundo a que Jorge Del Castillo habría pedido apoyo a EE.UU. [10] para que Lourdes Flores [11] aceptara los resultados de las elecciones del 2006. Como se puede apreciar, ambos están cables bastante relacionados con las elecciones, sobre todo el referente a Humala, que es actualmente candidato.

Pero el sábado 19 la cosa alcanzó niveles insospechados cuando vía el diario español El País se reveló un cable [12] del 2005 que indicaba que “Fernando Rospigliosi, ex ministro del Interior en el Gobierno de Alejandro Toledo, pidió la colaboración de la Embajada de Estados Unidos para llevar a cabo una campaña contra Ollanta Humala”. Asimismo al día siguiente El Comercio publicó información de cables relacionados a los candidatos Luis Castañeda [13], Keiko Fujimori [14], Ollanta Humala [15] y Alejandro Toledo [16]. Sin embargo, y a pesar de lo reveladores de algunos de estos últimos cables, no generaron tantas reacciones [17] como el del sábado 19.

El ex presidente y ahora candidato Alejandro Toledo ha declarado [18] no hace mucho que «los Wikileaks son una ‘especie (de) ruido’ que perturba el proceso electoral y de este modo evita realizar un debate alturado entre los candidatos». Mientras que Luis Castañeda, otro candidato, ha preferido no volver a declarar [19] sobre los cables, añadiendo [20] que “Los problemas nacionales deben ser resueltos por peruanos” en referencia al caso de Rospigliosi. Por otra parte el congresista Mauricio Mulder indicó [21] que los Wikileaks se habían convertido en «una mercancía» que un «medio local lo va a poder manejar según quieran».

Los analistas de los medios impresos han opinado bastante y en forma muy diversa sobre el tema, como Juan Paredes Castro de El Comercio, [22] Mirko Lauer [23] y Javier Diez Canseco [24] en La República, y Aldo Mariátegui en Correo [25]. En la televisión también se trató el tema: acá un video recopilatorio [26] de diversas entrevistas al respecto.

En los blogs las opiniones han sido un poco más crudas y sin tapujos. Por ejemplo, John Ochoa en el blog Mariátegui: La revista de las ideas, opina [27] que no deberían sorprendernos estas revelaciones:

Aquí todos saben que los buitres del norte toda la vida han sido amos y señores de estas tierras. Aquí, sino somos todos, al menos los que hemos logrado cierto grado de instrucción elemental siempre entendimos que los hijos del Tío Sam, siempre han sido los mandamases de nuestra política, los justiprecieros de nuestra economía. Los inoculadores de una “cultura” a la medida de sus intereses. ¿Dónde diablos está la novedad sobre este hallazgo más antiguo que la momia juanita?

Silvio Rendón, en su blog Gran Combo Club analiza [28] la actuación de la embajada y la embajadora de los EEUU:

La embajadora estadounidense en el Perú, Rose Likins, es todo un personaje mediático más de la política peruana. Se reúne con candidatos en plenas elecciones. Hace declaraciones semanales. Nomás falta que la imiten en la tele […] A ver que en EEUU una embajada apoye o perjudique a algún candidato estadounidense […]

También se pronuncia acerca del intervencionismo:

De 2006 a 2011 los términos de la política se han volteado. Entonces era Humala quien aparecía como parte de una intervención externa, de Venezuela. En la actualidad, es Toledo quien aparece como parte de la intervención de los Estados Unidos en el Perú. Mientras Humala ha marcado distancias con Chávez, Toledo ha evidenciado ser el protegido oficial (al menos uno de ellos) del gobierno de los Estados Unidos

Y sobre los que buscan la intervención:

Extraña concepción de democracia. Rospigliosi va a una embajada a pedir una contracampaña contra un candidato que goza del apoyo popular. Si la gente vota contra las privatizaciones, ahí está Rospigliosi para imponerlas. Sin embargo, la reunión fue a pedido de los funcionarios de la Embajada. [29] El legado de Eudocio Ravines, ex-comunista, que se convirtió en agente de la CIA, sigue vivo en el Perú.

Aparte de eso, Rendón examina, en otros posts, la historia de las intervenciones norteamericanas en el Perú y otros países latinoamericanos, así como su injerencia actual en la vida política peruana y en diversas instituciones: «El IDEHPUCP y USAID [30],» «Sandino en el Perú [31]«La gran planilla de USAID en el Perú [32],» «La CNDDHH en la embajada» [33] y «Combitos SIN encuestadoras [34].» De la lectura de estos posts se inferiría la existencia de toda una red de «informantes» a la que acceden los funcionarios de la Embajada de los EEUU, así como la «costumbre» de diversos personajes de la vida política peruana de informar de motu propio sobre sus opositores o de cualquier otro tema solicitado, cosa que se puede comprobar leyendo el post «Aveleaks 8″ [35] en el blog Ave Crítica.

Por otra parte, Erick Iriarte, un candidato al congreso, opina [36] en su blog Lex Digitalis sobre los cambios en el balance del poder con la información que introducen cosas como Wikileaks:

Que (sic) representan los wikileaks para la democracia peruana?, esta representando un reconocimiento de relaciones y temas ya conocidos, pero se les esta entregando rostros, se esta estableciendo responsabilidades y sobre todo los mecanismos como el poder ha esta ocurriendo en los pasados años. […] En esta época ya no es mas posible entender la participación política, el actuar en democracia, sin un acceso real y efectivo a la información, que se ve potenciado por los instrumentos digitales como redes sociales, webs, wikileaks, en fin internet.

Pero quizás el tema de fondo para el país no sea tanto la modernidad que se instrumentaliza vía internet o wikileaks si no algo básico como los valores. Tal como bien apunta el periodista César Hildebrandt en un artículo republicado [37] en el blog Ave Crítica: «esa crisis de valores nos hace tercermundistas militantes, subdesarrollados crónicos, bárbaros sin remedio. Porque el desarrollo no solo consiste en exportar y vender. Tambien consiste en instaurar un sistema que se acerque lo más que se pueda a los principios de la honestidad».

Finalmente, en un post [38] en el blog Grupo Perú Futuro Aldo Cisneros Jirón escribe: «(Wikileaks) ha empezado a alimentar nuevas teorías sobre las relaciones de poder». Pero cual será la influencia de estas revelaciones en el resultado de las elecciones del 10 de abril no es algo que quede muy claro. Una encuesta del diario La República: «¿Cree que lo revelado por los Wikileaks afecten el resultado del proceso electoral? [39]» arroja como resultado 48% al si y 52% al no. En todo caso como señala el periodista uruguayo Danilo Arbilla en «El factor Wikileaks» [40]: «los candidatos tendrán que afinar la puntería y sin duda no descartar los imponderables: porque aunque no lo quieran, aunque no lo merezcan, aunque no sea justo, cada mañana pueden amanecer con la sorpresa de un nuevo cable de WikiLeaks».

Post original publicado en Globalizado [41] por Juan Arellano el 26 de febrero, 2011.