Hay unas cuantas cosas fascinantes acerca de la cultura azerbaiyana que hacen que las personas del lugar se sientan inmensamente orgullosas y con ganas de mostrarlas a los extranjeros que visitan el país. Una de esas cosas son las alfombras, que a menudo se presentan a los invitados como señal de hospitalidad, se colocan debajo de los pies en señal de respeto o se cuelgan en la pared en señal de prosperidad. No es de extrañar que el año pasado, las alfombras azerbaiyanas hayan sido inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad de la UNESCO y que a menudo llamen la atención de los bloggers.
Aaron in Azerbaijan, por ejemplo, dice que el arte y la artesanía de Azerbaiyán tiene un importante lugar en la historia del país y deja constancia de sus estilos diferentes y únicos. El blog también dice que el legado de las alfombras va más allá de las fronteras del país y se entrecruza con las tradiciones regionales en el sur del Cáucaso [en].
Azerbaiyán está orgulloso de su historia de tejedores de alfombras, como debería ser. Los profundos colores y los intrincados diseños son un testamento de increíble técnica y habilidad artística que data de cientos, sino miles de años. Matices regionales y étnicos dentro del diseño de la alfombra conllevan una rebosante diversidad de éstetica. Hay escuelas específicas de alfombras que están clasificadas como Talysh acá en el sur de Azerbaiyán o Garabağ en el oeste de Azerbaiyán o como Quba en el norte. […] Ciertamente, la cultura de la alfombra va más allá de Azerbaiyán, una característica cultural a lo largo del Cáucaso en Armenia y Georgia también, y más allá en Asia Central y el Medio Oriente. Aun así sería una lástima no reconocer la excelencia de Azerbaiyán en el tejido de alfombras.
CBT in Azerbaijan, un blog de viajes de Voluntarios de los Cuerpos de Paz en Azerbaiyán, también examina la tradición de tejido de alfombras y llega a experimentarlo de primera mano en el norte del país [en].
La venta de alfombras es un gran negocio en Azerbaiyán y que está altamente regulado por el gobierno. Toda alfombra que sale de las fronteras del país debe primero ser registrada y se la asigna su propio certificado de autenticidad. La gente paga miles por estos artículos y todavía más por hacer que las envíen al extranjero. Pero dudo que estas mujeres estuvieran pensando en todo eso mientras tejían. Es algo que han estado haciendo durante años.
En una nota similar, Sheki, Azerbaijan, un blog cultural, también menciona de pasada las tradiciones culturales de tejer, pero esta vez colchones y colchas [en], difundidas en las regiones del país aunque decayendo en la capital, Bakú.
[…] Histórica y tradicionalmente, era y sigue siendo el caso para muchos que una parte importante del ajuar de una novia eran colchones y colchas que se llevaría al ir con la nueva familia… habría dos colchones para la cama principal, colchones como regalo para sus suegros, un par de colchones para potenciales invitados y obviamente el mismo número de colchas y hasta más cantidad de almohadas… […]
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Es un honor particular para el invitado que le ofrezcan un colchón o colcha que acaba de llegar con el ajuar de la novia… En Bakú a pocas novias les preocuparía tener un colchón extra o una colcha… casi todo se compra ya hecho… […]
Y esas tradiciones no solamente se limitan a las alfombras. Con la intención de beneficiar a la comunidad local, los Voluntarios de los Cuerpos de Paz en Azerbaiyán incluso han creado un blog especial donde se puede ordenar medias en línea [en]. Y no medias cualquiera, sino de una especialidad cultural de la minoría étnica de los Talysh, que vive en el sur de Azerbaiyán.