La contínua lucha de Sudáfrica con la raza

Un simple cambio de gobierno y la destrucción de todo un sistema político, cultural, social y económico como el del Apartheid no necesariamente garantiza la destrucción de su legado. Los últimos meses han visto a Sudáfrica atravesar un interesante dilema y debate con respecto a sus relaciones de raza.

El blogger Constitutionally Speaking (Constitucionalmente hablando) crea el marco preciso con un post titulado «¿Replanteamiento de la raza?» [en]:

Aunque quisiéramos negarlo, la raza se cierne no lejos de la superficie en privado u otros ambientes cotidianos: como una presencia de la que no se habla, una ausencia (incorrectamente) percibida o como una realidad dolorosa, confusa, liberadora u opresiva en interacciones sociales, económicas u otras –más íntimas– entre individuos o entre grupos de individuos. En Sudáfrica (todavía) no podemos escapar de la raza.

Se necesitará concertación entre el legislativo, el educativo, un esfuerzo social para desmontar este sistema de jerarquía racial y de pensar en la raza. Es por eso que la Constitución establece acción afirmativa y por qué el gobierno del Congreso Nacional Africano adoptó legislaciones como la Ley de Igualdad Laboral y la Ley de Fortalecimiento Económico Negro.

El problema es que cuando la ley utiliza la raza para abordar los efectos de la injusta discriminación pasada y del actual dominio de la supremacía blanca, ¿cómo se puede hacer esto sin simplemente perpetuar las categorías del propio apartheid y las posiciones de privilegio y dominio jerárquico de blancura que esto supone?

El problema es complejo. De un lado, el peligro es que el uso de las categorías raciales en la ley pueden tener el efecto de perpetuar y legitimar las categorías raciales (y el supuesto dominio de lo blanco inherente al uso de tales categorías). Al reconocer estas categorías y al tratarlas como si estuvieran determinadas —normales, esenciales, inmutables e inalterables— y al no poder desafiar las presunciones jerárquicas que yacen bajo el uso de esas categorías, la ley puede causar inmenso perjuicio —incluso en nombre de hacer el bien.

Una de las historias más importantes que capta las mentes del público sudafricano es la de el Reitz 4 [en], un grupo de cuatro muchachos (ahora hombres) desde el Estado Libre, que grabaron sus correrías de «iniciar» a cinco limpiadores negros en su universidad donde creaban un falso documental racista.

A sign from the Apartheid era in South Africa. Photo from Wikimedia Commons released by user El_C

Un cartel del tiempo del Apartheid en Sudáfrica. Dice "Para uso de personas blancas. Estas instalaciones públicas y sus servicios han sido reservados para el uso exclusivo de personas blancas". Foto de Wikimedia Commons del usuario El_C

Rooinek habla del juicio y sentencia de Reitz 4 en «¿Pregúntenme qué me parece Reitz 4?«:

En Bloem hay cuatro jóvenes que se despiertan todos los días dando gracias al cielo de haber tenido que pagar una multa de R20,000 en lugar de cumplir sentencia en la cárcel. The Reitz 4 lamenta el día en que decidieron grabar sus limpiadores en un falso documental que causó consternación y llegó a la primera plana de los periódicos en todo el país.

Nunca justificaría el racismo (a menos que sea en contra de los franceses) y para mí es la idea del racismo la que me molesta. Hay un clamor en todo el país de que a estos tipos se les debió haber dado una sentencia peor.

Este país se obstina en los testimonios de oídas. Todos tenemos una opinión sobre Reitz 4 pero aun así ninguno de nosotros ha visto su famoso video. La gente está basando sus opiniones en lo que escucharon porque el amigo de su amigo escuchó a alguien que lo vio durante trece segundos que dijo que era malo. También he escuchado estas historias y realmente creo que los medios pueden estar agrandando esto, pero es para eso que son buenos. Dios, detesto los medios; no puedes confiar en ellos tanto como puedes patearlos.

El resto del post de Rooinek es un poco ni-aquí-ni-allá en términos de lo que es su opinión, pero otro blogger, Pessimist Incarnate (Pesimista encarnado), explica un poco más su opinión en un post titulado «Creo que hay esperanza para los sudafricanos y las tensiones raciales«.

Fiel a la costumbre, los cuatro muchachos -ahora hombres grandes- estuvieron a tiempo, esperando. Estudié sus ojos y su lenguaje corporal. Podías sentir la tensión nerviosa que emanaba de sus cuerpos con su reservado saludo de mano.

Hasta ahora han podido estar fuera del ojo público, salvo por las interminables repeticiones del video del enredo de lo que parece ser una serie de juegos de estudiantes y trabajadores y que resultó ser un ataque racista contra el personal negro como medio de protestar contra la integración racial en las residencias del campus.

Pero ahora, tras largas y complejas negociaciones entre las tres partes involucradas -la  universidad, los antiguos alumnos y el personal- se llegó a un acuerdo para resolver el asunto extrajudicialmente.

La cena puede o no ocurrir en el Salón 16, donde familia y comida esperó el resultado del drama al otro lado del corredor en la habitación del Rector del seminario. Esta habitación del seminario fue el lugar de muchos diálogos difíciles durante mis 20 meses en la universidad; también era la habitación donde se llevó a cabo el histórico encuentro entre Julius Malema y yo a fines de 2009. Si esa habitación hablara.

Hubo un inconveniente. Una, después dos, de las trabajadoras primero quisieron reunirse solas con uno de los chicos. Esto era arriesgado; y si algo salía mal, un enfrentamiento privado que podría echar por tierra meses de arduo trabajo de los tres lados.

Cuando escuchamos el pedido fue claro este iba a ser un momento glorioso. La primera mujer quiso reunirse con el chico que conocía más tiempo, y de quien esperaba que defendiera su dignidad entre los otros muchachos. Quería saber cómo pudo haberla decepcionado. Quería una explicación antes de la gran reunión con todos los nueve participantes.

No puedo imaginar el sufrimiento que causaron esos dos compromisos, pero recuerdo haber salido del cuarto mientras una de las trabajadoras lloraba. Llamé al psicólgo para que se les uniera.

IOL News, aunque no es propiamente un blog, cubre la historia del intento del alcalde de Ciudad El Cabo, Dan Plato, de erradicar la actual política respecto de la representación racial en el lugar de trabajo, que es una evidencia adicional de la actual discusión y debate en torno a la raza en el país.

En su post «Los votantes necesitan traer equilibrio a nuestra democracia«, Warwick Chapman expone que en verdad el actual gobierno no ha cumplido la promesa de ‘una vida mejor para todos’ y más bien parece estar instigando una política inversa del régimen del Apartheid:

Muchos sudafricanos, en todo el espectro, todavía no han experimentado un gobierno que sea verdaderamente bueno para todos. El gobierno del Partido Nacional de privilegio blanco y el gobierno del Congreso Nacional Africano de privilegio de cuadros serán recordados por servir solamente a algunos sudafricanos.

El gobierno del Apartheid se hizo infame por utilizar la riqueza y los recursos humanos de un país para enriquecer a una minoría racial, y el nuevo gobierno siempre iba a tener la enorme tarea de transformarlo en un gobierno que reparte a todos.

Pero en demasiados aspectos, el gobierno del Congreso Nacional Africano no lo está haciendo mejor que su predecesor. Los no blancos en general, y los negros en particular, siguen viviendo en condiciones pobres, con poco prospecto real de mejora material. Mientras tanto, los cuadros del Congreso Nacional Africano tienen trabajos y contratos y no lo están haciendo muy bien en asegurar la entrega requerida del servicio y el crecimiento económico requerido.

Un punto de vista similar lo cubre «Common Dialogue» (Diálogo común) en su post titulado «Zille dice que el Congreso Nacional Africano está atrapado en nacionalismo racial«…

La líder de la Alianza Democrática Helen Zille dice que las bienintencionadas promesas hechas en el 99 aniversario del Congreso Nacional Africano llegarán a nada porque el antiguo movimiento de liberación y los socios de su alianza todavía no pueden ser atrapados en una trampa tóxica de nacionalismo racial.

“Como el presidente Zuma reveló en su discurso, la alianza tripartita sigue atrapada en una trampa tóxica de nacionalismo racial y marxismo-leninismo (incluidas desacreditadas ideas como un “centralismo democrático”, un partido de “vanguardia” comunista, despliegue de cuadros, la fusión de partido y estado, y el predominio del partido de gobierno sobre el Parlamento). El Congreso Nacional Africano necesita este apuntalamiento ideológico porque, sin él, la “alianza tripartita” se desmoronaría. Quien mantiene unida a esta coalición es el “inquebrantable compromiso” del presidente Zuma y su capital prioridad en un año electoral. Pero irónicamente, esta es también la razón clave por la que el Congreso Nacional Africano no podrá adoptar ni implementar las políticas que pueden lograr sus objetivos trazados. Esto será cada vez más claro, en la forma de promesas incumplidas, que a la larga podrán llevar a la caída del partido”, dijo Zille en su boletín semanal SA Today.

Yo siempre he cuestionado las capacidades del Congreso Nacional Africano de buscar el capitalismo mientras está coludido con el Partido Comunista y una federación sindical (Cosatu). El jurado todavía está afuera.

El cantante sudafricano Steve Hofmeyer también se ha agregado al debate de la raza con sus recientes arrebatos. Memeburn tiene el post de un blog que cubre esto:

Steve Hofmeyr famoso cantante afrikaans ha “encendido una tormenta racial” en su considerable página de Facebook, informa hoy el Times. La rabia e indignación del cantante por recientes asesinatos de una pareja blanca y su hijo de tres años se volcaron a sus 89 000 fans en Facebook este fin de semana.
Esta no es la primera vez que Hofmeyr ha arremetido usando Facebook como un canal —y las actualizaciones de su estado siguen caminando una fina línea entre la rabia justificable y discurso de odio.

En meses recientes, Steve Hofmeyr se ha vuelto más que simplemente un artista. La abierta personalidad ha usado Facebook y su blog para representar un segmento de la comunidad afrikaans blanca que se sintió marginada y sin voz.
Cuando Hofmeyr publicó una actualización que decía “no sé cómo piensa el mundo que deberíamos transformar, integrar y dejar salir nuestros prejuicios y seguir siendo buenos cristianos tolerantes cuando los negros pueden dispararle a un niño de tres en la cabeza”, siguieron más de 800 comentarios y 2000 me gusta, desde reflexivos y mesurados hasta racistas y llenos de odio.

Apartheid era sign in Durban, South Africa. Photo released to Wikimedia Commons by user Guinnog

Cartel de la época del Apartheid en Durban, Sudáfrica. Dice: "Según el artículo 37 de la ordenanza municipal de Durban, esta zona de la playa está reservada para uso exclusivo de los miembros del grupo de raza blanca". Foto de Wikimedia Commons del usuario Guinnog

MikeZilla de MyDigitalLife habla de lo que dijo Hofmeyer:

El problema que ven no tiene nada que ver con granjeros muertos, afrikaners sin talento ni supergrupos irlandeses. El problema sigue siendo la todavía altamente polarizada sociedad en la que vivimos. Escuché el domingo en la mañana en Radio 702 que un afrikaner salió y mandó a Bono al infierno por hablar de algo de lo que no sabe ni una dulce m***a. La rabia se escurrió de los parlantes, mientras que todo aquel que no es afrikaner saltó en defensa del irlandés, cada uno defendiendo lo que Bono no dijo.

El problema es que ya nadie escucha los insultos. The Hof, el Congreso Nacional Africano, el público, todos nos hemos vuelto un poco como niños con los dedos pegados en la oreja mientras cantamos el lema «Disparen al bóer» a todo pulmón.
Seguro que siento por los desafortunados opulentos granjeros que están en la mira por el hecho de que tienen mucho dinero y viven lejos de las ciudades. Cada víctima de un crimen es demasiado, pero The Hof tiene que dejar de dar la lata sobre ellos como si tuvieran algún tipo de importancia ambiental. No son rinocerontes, no son especies en peligro, son víctimas de crímenes en el país y están en la mira tanto como la gente a la que están secuestrando o asaltando en grandes ciudades.

Le imploro a The Hof que deje de actuar como un niño petulante y que se dedique a cantar, el circuito de la tercera edad de casa te echa muchísmo de menos.

Otros ejemplos además de Steve Hofmeyer llegaron a un post del blog de Urban Ministry Live And Unplugged titulado «Those Who Don't Count» (Los que no cuentan), que habla de perfil racial en la iglesia:

Un amigo ministro me escribió esta mañana acerca de lo que llamó «un tema racial» en la Iglesia: el problema de la gente que «no cuenta» porque pertenecen a otro grupo racial. Esto es algo que contínuamente noto. Usualmente, en mi experiencia, es inconsciente más que manifiesto. Por ejemplo, a la gente la pasan por alto –bastante inintencionalmente– cuando se prepara turnos, o arma órdenes de servicio, y así. Acá otro ejemplo de esto: una mujer en nuestra Iglesia me dijo un domingo por la mañana: «acá no hay nadie más del grupo de mi edad». Yo dijo: «Mire, hay muchos», y señalé y nombré a varias personas. Ella no los había visto. OBSERVACIÓN: en nuestra propia Iglesia, veo esto trabajar en varias direcciones. Es decir, no es solamente un grupo cultural el que lo hace. Creo que simplemente se necesita darse cuenta de esto, buscar evitar favoritismo (no respetar a las personas), y buscar contínuamente revelar todas esas lámparas escondidas debajo de tazones,/velas escondidos debajo de granos. El Espíritu Santo hace un maravilloso trabajo en todo.

Country of my Skull (País de mi cráneo) cubre el tema del perfil racial desde una perspectiva de la política del Congreso Nacional Africano:

Primero, una advertencia por anticipado

En vista de la adicción de Sudáfrica al perfil racial, con frecuencia voy a arrojar las palabras blanco y negro para expresarme. Yo no hablo ni pienso así, pero usaré esos términos para mostrar lo estúpidas que son las políticas del Congreso Nacional Africano sobre BEE, BBBEE, AA y EE.

Ahora respiren profundamente

El otro día, @comradesipho dijo que BEE era necesario para “arreglar la discriminación económica”. Estoy de acuerdo con mucho de lo que dice, pero esto es simple locura.

Ahora, estoy a favor que las personas negras ganen dinero, así la pregunta real es ¿cómo hacerlo? El Congreso Nacional Africano ha presentado toda una banda de políticas para arreglar esto, pero todo lo que puedo ver es un grupo de billonarios negros con conexiones políticas que estuvieron en el lugar correcto en el momento preciso. Estas personas no son genuinos empresarios ni arriesgados, sino oportunistas. Mientras tanto, toda una industria de consultores y empresas que han surgido asesorando a las empresas sobre cómo “jugar” mejor sus credenciales de fortalecimiento para que el gobierno los deje en paz. Este sistema está funcionando especialmente bien para todos los hombres del presidente.

¿Cuánto tiempo deben estar estas políticas? “Miren a EE.UU.”, dice @comradesipho, “los recuerdos son largos”. Bueno, EE.UU. ha elegido a un presidente negro y la economía afro-americana se trata de UN TRILLÓN DE DÓLARES, que podría convertirla en la décima quinta mayor economía en el mundo dejando atrás a cualquier país de África. Eso es un montón de justicia social. ¿Y cómo llegan ahí? Ciertamente no con programas del gobierno.

Si necesitas más información sobre la Ley de Igualdad Laboral en Sudáfrica, el blog «All About Jobs Cape Town» cubre preguntas frecuentas de la ley.

Y finalmente Quid Pro Quo cubre un compromiso de «volver a terreno neutral racial en Sudáfrica»…

Mi amigo Patrick Madden escribió un llamado a la acción en abril de este año, que fue un periodo de intensa animosidad racial e incertidumbre en el país. Hizo este compromiso como una manera de restaurar algo de cordura al discurso que rodea la cuestión nacional en Sudáfrica, y lo repite. Ver la explicación de Patrick así como el compromiso original acá.
* Reconozco los sentimientos de tensión y rabia que tiene la gente de diferentes razas en Sudáfrica hoy.

* Reconozco que cultivar esos sentimientos socava nuestros mutuos mejores intereses y nuestras más altas ambiciones para nosotros, nuestras comunidades y nuestro país.

*Reconozco mi interdependencia con todos los sudafricanos. Afirmo que los sudafricanos de todas las razas y culturas pueden trabajar juntos para mejorar las condiciones de nuestras vidas y nuestro ambiente. Reconociendo nuestro común humanidad, me comprometo a identificarme con todos los sudafricanos con compasión y respeto y a trabajar con ellos en una atmósfera de apertura y reconocimiento mutuo.

* Aspiro a crear una Sudáfrica que sea segura y que se preocupe por todos. Por lo tanto, personalmente hago votos para abstenerme de violencia y de discursos violentos hacia cualquiera, independientemente de su raza o cultura.

Ojalá que este periodo de introspección y debate en torno a la inequidad racial en Sudáfrica realmente pueda llevar a la igualdad racial y por último a una «vida mejor para todos». Pero se necesitará trabajo duro y mucha menos charla.

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