El lunes, las ciudades yemeníes de Taiz y Hudaida fueron la escena de una sangrienta represión por parte de las fuerzas de seguridad sobre manifestantes antigubernamentales pacíficos. Una vez más, Ali Abdullah Saleh, el presidente yemení durante los últimos 32 años, respondió con fuerza y balas contra los manifestantes que reclamaban su renuncia inmediata.
Reuters informa [en] que en Taiz al menos 15 personas fueron asesinadas y 30 heridas cuando la policía abrió fuego. En Hudaida, los manifestantes se juntaron para solidarizarse con la gente de Taiz, pero tuvieron el mismo destino que sus compatriotas en Taiz cuando la policía y hombres vestidos de civiles y armados les dispararon. Un testigo ocular dijo que también habían visto francotiradores en los techos disparando a los manifestantes.
Eman (@Emy_Al) tuitea [ar]:
اليمن تدخل أسوء مراحل ثورتها..أخشى أن يتكرر سيناريو ليبيا فيها !!
Ghada Mohamed (@Ghada__Mohamad) tuitea [ar]:
اليمن اليوم ..جرائم جديدة لعلي صالح
Situación en Taiz y Hudaida
Nasser Arrabyee, un periodista yemenita con base en Sana'a describe la siituación en Taiz y Hudaida [en]:
Al menos tres manifestantes fueron asesinados y otros diez heridos el lunes cuando las fuerzas de seguridad trataron de evitar que los furiosos manifestantes irrumpieran en el Palacio Presidencial y en edificios gubernamentales de la autoridad local de la provincia de Taiz.
Las fuentes, que han participado en las marchas, dijeron que los enfrentamientos continuarán si los manifestantes insisten en marchar y rodear los edificios gubernamentales. «Yo mismo vi morir a un manifestante en el hospital», dijo Riyadh Al Adeeb, periodista y activista en Taiz.
Agrega:
En la ciudad costera de Hudieda, al oeste del país, los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes furiosos continúan.
«La novedad de hoy y ayer es que los manifestantes marchan por las calles y no se encuentran en los lugares de sentadas», dijo Abdul Hafez Al Nehari, uno de los manifestantes líderes en Hudeida. «Alrededor de 400 fueron heridos por el gas lacrimógeno que usaron las fuerzas de seguridad hoy y ayer», agregó Al Nehari. Los manifestantes parece que planean seguir marchando y rodeando los edificios gubernamentales importantes y de esta manera presionar a Saleh para que renuncie.
Videos de Youtube muy gráficos
Desde el lunes circulan por la web dos videos de Youtube. El primero muestra a los manifestantes corriendo mientras se escucha el sonido de los disparos.
El segundo, que es extremadamente gráfico, muestra un hombre muy adolorido debido a una herida de bala en su cuello.
EE.UU presiona a Saleh para que renuncie
El sábado 3 de abril, el New York Times [en] informó que el gobierno de EE.UU dejó de apoyar a Ali Abdullah Saleh, un aliado muy importante de la Península Arábiga en su guerra contra Al-Qaeda. «Estados Unidos, que ha apoyado por mucho tiempo al presidente yemení, incluso en medio de las recientes manifestaciones generalizadas, ahora ha cambiado de opinión silenciosamente y ha concluido que es poco probable que él pueda lograr las reformas requeridas, y que, según funcionarios norteamericanos y yemeníes, debe ser sacado de su cargo» informa el New York Times.
WessalMubasher informa [ar]:
البيت الأبيض: جهود مكافحة الإرهاب مع اليمن لا تعتمد على شخص واحد (…)
Gregory Johnsen analiza [en]:
Es inoportuno que la política del gobierno de Obama solo comenzara a «cambiar la semana pasada». El deceso de Saleh ha sido evidente por mucho más tiempo que eso, y la constante negativa estadounidense a ver eso, el titubeo resultante y las llamadas para negociar (pidiendo a los manifestantes que renuncien a la única palanca que tienen) solo ha puesto los intereses de seguridad de EE.UU en más riesgo.
Prosigue:
No estoy seguro que EE.UU se haya hecho esta pregunta o si solo llego a la conclusión de que no importa lo que haga, Salih se irá, yo sospecho que lo último, pero no tengo información interna confidencial.
Debemos ser claros, ambos panoramas, si se queda o se va Saleh, son muy peligrosos para la seguridad nacional de EE.UU, esta es una de las razones por las cuales el gobierno de Obama vacila tanto a la hora de dejar de apoyar a Saleh.
Si Saleh se va, EE.UU está preocupado por que el próximo gobierno no esté tan dispuesto a recibir sus pedidos en la pelea con Al-Qaeda como lo estuvo Salih en los últimos 14 meses (ya que cuando los periodistas hablan de Saleh como aliado de EE.UU en la guerra contra AQAP, se refieren a este período).
Por otro lado, si Saleh se queda, como están las cosas en este momento, le llevaría meses reafirmar el control sobre una gran parte del país que perdió en las últimas semanas, si es que alguna vez pueda lograrlo, significa que AQAP no se opondría tanto como lo ha hecho.