Alfred «Krip» Yuson, premiado novelista filipino, adquirió notoriedad por supuestamente plagiar un artículo de un subalterno suyo en una importante agencia de noticias. Se supo que el reconocido escritor tomó pasajes enteros de un artículo deportivo escrito por Rey Joble [en] para Rogue Magazine, de GMA News Online. Esto lo hizo público [en] el blogger de deportes Jaemark Torcedilla de Fire Quinito.
Yuson admitió haber cometido plagio en un correo electrónico de disculpas a Torcedilla [en] y en una columna [en] escrita para un periódico de publicación nacional. Pero sus disculpas llegaron con comentarios que decían:
Puede que erróneamente haya pensado que por haber reescrito el borrador del artículo de Rey Joble para GMANews online por lo menos era coautor de la nota. Aunque eso es discutible, como mínimo tendría que haberle dado crédito a Rey por el borrador original.
Sé que seré condenado por haberme unido a la lista de plagiadores. Tendré que soportar los golpes.
Quizás estoy muy viejo y cansado, quizás estoy trabajando demasiado, quizás me sentí presionado por el plazo de entrega.
… quité las comillas que en principio le atribuían las citas a Rey Joble y a GMANews Online de forma intencional porque hacían que el fragmento se viera torpe. Pensé en dar los créditos correspondientes de alguna forma una vez que terminara el pedido de Rogue. No lo hice y esa es mi lamentable falta.
El sitio Radikal Chick comenta [en] que el caso de Yuson abre una caja de Pandora acerca de la redacción y las editoriales en Filipinas:
Yuson invoca la noción de los plazos de entrega, presión por el tiempo al escribir (y editar). Para mí es la excusa más extraña — ¡la más extraña! — que puede haber dado, que usan los estudiantes universitarios que no logran entregar sus importantes trabajos a tiempo, inaceptable como lo es en el mundo adulto en general, y en particular en adultos que viven de la escritura.
El Centro de Responsabilidad y Libertad de los Medios (CMFR por sus siglas en inglés) dijo que las pobres excusas de Yuson legitiman el plagio [en] pues dan la falsa impresión de que «utilizar partes del trabajo de otra persona que uno ha editado convierte al editor en coautor de lo editado»:
Una disculpa hubiese sido suficiente; dar excusas es demasiado. Y tampoco es cierto que «cuando se trata de periodismo», «parece haber una mirada más liberal sobre la propiedad». El plagio es plagio, se cometa en el campo académido, en páginas de un periódico, en la radio, en la televisón o en línea.
Una declaración colectiva [en] de la comunidad artística en línea Interlineall, pregunta en forma retórica cómo se sentiría Yuson si se le diera una dosis de su propia medicina:
Si Yuson descubriera que un protegido plagió su poesía para «volver una y otra//vez al arte», ¿aceptaría de ese estudiante lo que ahora quiere que nosotros nos traguemos: anzuelo, línea y plomada? ¿O es que Yuson se fía de su formidable colección de capital cultural, de la misma manera que un criminal adinerado depende de su dinero para mantenerse fuera de la cárcel?
En una réplica [en] de la exposición y las disculpas de Yuson, Toredecilla dijo:
Lo triste es que mucha gente, incluyéndome, estaba dispuesta a dejar que Yuson guardara las apariencias luego de este hecho. Después de todo, es un escritor respetado, y ¿no leímos – o al menos pretendimos leer – “The Great Philippine Jungle Energy Café” en la universidad?
Pero en la columna de esta mañana, Yuson traiciona su desdén hacia sus lectores, a quienes considera lo suficientemente estúpidos como para creer sus insípidos argumentos. No podemos dejar que Krip Yuson se salga con la suya otra vez, ¿no?
La columna apesta a arrogancia – la arrogancia de Yuson saliéndose con la suya simplemente por ser quien es y por lo que ha hecho – la misma arrogancia que le hizo creer que podía plagiar el trabajo de Rey Joble para su artículo de Rogue Magazine y pasar desapercibido.
En tanto, Stuart-Santiago bloguea que la fácil postura de “perdonar y olvidar” que tienen los medios convencionales y las instituciones culturales hacia el escándalo del plagio es un reflejo de un contexto mayor de impunidad que existe en el país.
Entonces vuelvo a preguntar, ¿qué dice de nuestros medios de comunicación tradicionales, de nuestras instituciones académicas, de nuestra cultura literaria cuando a un Krip Yuson se le permite seguir como si nada hubiera sucedido? Como si el plagio llevado a cabo por un escritor muy admirado pudiera ser perdonado. ¿Un microcosmos de un macrocosmos? Si Danding Cojuangco puede salirse con la suya con los impuestos de los fondos del coco, si los Marcos pueden salirse con la suya con los saqueos y las violaciones a los derechos humanos, si Jocjoc Bolante puede salirse con la suya con una estafa de fertilizantes, si GMA puede salirse con la suya con el escándalo Hello-Garci y asesinatos extrajudiciales, si los Aquino pueden salirse con la suya con la hacienda Luisita, si la Corte Suprema puede salirse con la suya con el partidismo y el plagio, si los obispos pueden salirse con la suya mintiendo acerca del sexo y la reproducción, si Ángelo Reyes puede salirse con la suya con el suicidio, ¿por qué no podría Krip Yuson salirse con la suya con el plagio?
Una carta abierta [en] que circula en línea desafía a la «comunidad literaria filipina» a tomar medidas contra el plagio de Yuson. En cierta forma, el hecho muestra cómo los medios pueden servir como control y equilibrio de la prensa tradicional. Por lo menos, el escándalo por plagio le costó a Yuson su cargo editorial [en] en GMA News Online.