Serbia: Comunidad disgustada vs. político disgustado en Twitter

Mientras los medios sociales se están volviendo cada vez más populares en la política en todo el mundo, los estados balcánicos y sus funcionarios parecen estar luchando con el concepto mismo de red social. Apenas semanas después de un evento que promocionaba blogs locales y periodismo ciudadano, organizado por bloggers y al que asistieron muy pocos funcionarios, Vuk Jeremić, Ministro de Asuntos Exteriores de Serbia, promovió una situación que muy bien podría afectar seriamente toda la relación que los medios ciudadanos locales y algunos políticos han estado construyendo en años recientes.

El Ministro Jeremic no solamente se dio cuenta de una satírica cuenta “falsa” de Twitter, en la que aparecían parcialmente su imagen y nombre, @vookjeremic, sino que decidió denunciar el asunto de esta cuenta a la policía serbia y ejerció influencia sobre las autoridades para que contactaran a los administradores de Twitter y retiraran la cuenta de la red, y luego procedió a tomar acciones legales contra el creador de dicha cuenta. Jeremic y el Ministerio de Asuntos Exteriores sostienen que esa cuenta y lo que se tuiteaba desde ahí era insultante y perjudicial para el Ministro Jeremic y sus colegas extranjeros [en].

‘Atrapado en la era de los medios de comunicación unilateral’

Las cuentas de Twitter que (de)forman a los políticos y celebridades, por lo general de manera satírica, sarcástica y a menudo cómica, han sido populares en Twitter y otros sitios de redes sociales desde hace algún tiempo, lo que es lógico pues estos son los canales que permiten que personas y grupos de ciudadanos manifiesten libremente sus opiniones. Mientras pocas figuras políticas del sureste de Europea han recurrido a la redes sociales y saben usarlas para su beneficio, personal y profesional, parece que Vuk Jeremic se ha quedado estancado en la era de los medios unilaterales.

Es cierto que esos insultos y difamación deberían sancionarse y son ilegales. Dragan Pleskonjic, un blogger de b92.net, enfatiza que las «reglas de Twitter» [en] establecen claramente que los usuarios «no pueden hacerse pasar por otros a través del servicio de Twitter de una manera que sea o pretenda inducir a error, confundir o engañar a otros». En el post de su blog [sr], este blogger dice:

“Preferiría no ponerme en el lugar del tuitero Vuk o Vook, cuenta de Twitter verdadera o falsa, ni analizar la (sin)razón humorística, social, ni la acción y reacción de los escritos y cerrar la cuenta. Sin embargo, lo que me gustaría decir con este texto es: si una empresa en la web ofrece sus servicios de acuerdo con ciertos términos, se aconsejaría leer bien esos términos antes de usar su servicio. Al final, con el propio registro de una cuenta, has accedido a los términos del servicio…”.

Esto hace que surja otra pregunta que es elemental para ver si el señor Jeremic y otros como él tienen una adecuada comprensión de las redes sociales o la manera en que la gente los usa y los entiende. ¿Esas cuentas «falsas» tienen la intención de llevar a error, confundir o engañar a otros? ¿O son otra herramienta que los ciudadanos usan para demostrar falta de satisfacción con los funcionarios de su gobierno?

En febrero, el NY Times publicó un artículo [en] sobre este mismo tema, con respecto a falsas cuentas de políticos estadounidenses. El artículo dice que “Twitter permite que se parodien cuentas en tanto se les etiquete así…”. ¿Serían suficientes la descaradamente obvia manera de escribir mal el nombre del Ministro, Vook en vez de Vuk, y los ridículos tuiteos intercambiados entre la cuenta @vookjeremic y la cuenta @FakeQaddafi?

Weltschmerz, un croata que vive en Serbia, comentó sobre el tema en su blog [cr]:

“No sé cuántas de cada mil (aproximadamente) personas razonables no pueden notar la diferencia entre ‘Vook Jeremic’ y ‘Vuk Jeremic’. Ni hasta dónde eso se podría definir como robo de identidad”.

El mencionado artículo del NY Times también tiene una interesante cita de un consultor del Partido Republicano, Matt Mackowiak [en], de quien se ha creado en Twitter una cuenta falsa y burlona. El señor Mackowiak, obviamente tranquilo y hasta un poco halagado por la cuenta y lo que tuitean sus autores, afirmó:

“Lo único que cualquiera en Washington puede usar es una revisión a su propio ego”.

Del blog de Sisala Vesla

Lo mismo se aplicaría en este caso. El gobierno de Serbia podría revisar su propio ego, y Vuk Jeremic estaría a la cabeza de la fila. Al señor Jeremic le están haciendo esa revisión en estos días en que los bloggers serbios están haciendo alboroto por su reacción y las acciones tomadas por las autoridades en este asunto. Según Alo.rs [sr], el portal de la edición impresa local tradicional del mismo nombre:

Luego del pedido del Ministro de la Diplomacia, Vuk Jeremic, de retirar el perfil ‘@vookjeremic’ de la red social ‘Twitter’, los tuiteros han estado más activos que antes, abriendo cuentas con los nombres de casi todos los principales políticos [en Serbia].

En el mismo artículo, Jasna Matic, ex Ministra de Telecomunicaciones y Sociedad de Internet y actual Secretaria de Agenda Digital de la República de Serbia, y también miembro muy activa de la comunidad local de Twitter, recomendó que la participación activa en redes sociales es una solución, más que cerrar perfiles e implementar prohibiciones:

“La actitud general de la gente que está en el negocio de la comunicación digital es que el sistema proactivo es mejor que la prohibición, pero también es importante permitir menos espacio a la desinformación. A nivel mundial, se espera un alto nivel de información, en particular de funcionarios de gobierno. Cuando ese no es el caso, se abre una ventana a la manipulación”.

Vladimir Stankovic, director de un colegio de primaria y uno de los bloggers más populares de Serbia, escribió un post renegando, dentro de la razón, sobre el caso. DedaBor, como lo conocen más comúnmente en la blogósfera regional, concluye en uno de los posts de su blog [sr]:

“Mi consejo, y el consejo de una gran porción de gente que usa redes sociales con regularidad y sabe algo de relaciones públicas de crisis, crisis en comunicaciones, es que el propio Vuk Jeremic se sintonice y empiece a usar redes sociales.

Si [Vuk Jeremic] puede sentarse y ver a Novak Djokovic [en Wimbledon], entonces puede pedirle que le explique cómo tuitear. [Novak Djokovic, actual jugador de tenis no. 1 del mundo, es un tuitero ávido con más de 230 mil seguidores en su cuenta oficial y personal, @DjokerNole]. Si Nole se negara, tiene varios colegas políticos que son ejemplos más sólidos: @jasnamatic [Secretaria de Agenda Digital], @gordanacom [Vice Presidente de la Asamblea Nacional Serbia], @cistacica [Oliver Dulic, Ministro serbio] y algunos otros más…”.

Otros usuarios de medios sociales y líderes de la comunidad local en línea tienen cosas similares por decir, como Zoran Torbica, cofundador y vicepresidente del Centro de Desarrollo de Internet y un formidable predicador regional de Twitter entre los políticos, celebridades locales y ejecutivos corporativos de alto nivel, que hace poco hizo una declaración al portal Moja [sr], y dijo:

“[La reacción de la comunidad en línea] no es una guerra en contra de Jeremic, sino simplemente el hecho de que irritó a la gente con la manera que pidió que se cerrara la cuenta [@vookjeremic]…

No niego que tenía el derecho de que la cerraran, pudo haber sido mejor que a Vuk Jeremic le enseñaran a manejar su propia cuenta de Twitter, en ese caso todas las cuentas que se parecen a la suya hubieran tenido menos seguidores y hubieran cerrado con el tiempo”.

Otro de los bloggers locales favoritos, muy aferrado a sus ideas, Mahlat, a menudo hace uso del habla local para ilustrar cualquier situación y pone las cosas en la perspectiva del «pueblo» en este caso también [sr]:

“Ahora me pregunto, qué tan optimista debe ser un político en Serbia para pensar que nadie se va a burlar de lo que dice, cuando se sabe que no dicen nada. Todos hemos aprendido la melodía, estamos aburridos de ella. Y [Vuk Jeremic] se queja de que alguien está arrastrando su imagen y trabajo por el barro. Camaradas políticos, solamente pueden pedir respeto a su imagen y trabajo, hagan lo que hagan, a sus familias inmediatas, los que comparten cama y socios de coalición con ustedes. Aquellos con los que nos han engañado a todos.

Tienen suerte de que la mayoría de serbios todavía estén fuera de línea, si fuera diferente no les estaría yendo tan bien… Todo amor tiene un precio, considérense afortunados de estarla pagando solamente con burlas, podría ser peor, la historia ya lo ha demostrado.

Y respecto a eso, si no fuera triste, sería gracioso. Todo lo que se ha escrito.

Concluyendo con ‘Vuk Jeremic el blanco del fraude en Twitter’…”

Parece que el debate de la libertad de expresión en la comunidad en línea seguirá siendo tema de debate en los días y semanas por venir en Serbia y la región. Lo que hasta ahora es claro es que la política, con ciudadanos disgustados por un lado y políticos aparentemente igual de disgustados por el otro, sigue siendo un tema candente en los Balcanes. Una de las razones iniciales por las que Internet se hizo tan popular rápidamente a fines de los 90 en Serbia, fue el estado político del país. Rectificar la imagen que el mundo tiene de nosotros, sacar y recibir información, criticar al régimen del momento y hacer que se escuchen nuestras voces fuera de las murallas de un país y una sociedad dañados – esas fueron las fuerzas impulsoras detrás de la expansión del uso de Internet hace más de una década.

El régimen actual debería saberlo, pues muchos de sus miembros están participando activamente en las conversaciones en línea del momento. Muchos de los que están en el poder en Serbia hoy emplearon la web en beneficio propio y en el nuestro. Tal vez sea hora de que aprendan a lidiar con la Web 2.0.

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