Este post (publicado originalmente el 8 de marzo) es parte de nuestra cobertura especial a la Guerra contra el Narcotráfico en México.
Ciudad Juárez es considerada la ciudad más violenta de México con más de 3,100 asesinatos registrados en 2010, con un promedio de 9 homicidios por día. Las mujeres no son inmunes a esta violencia, y casos de feminicidios cometidos hace tres años siguen sin resolverse.
El blogger «Fuerzas Colosales» describe la actual situación en Ciudad Juárez:
Ciudad Juárez es una ciudad fronteriza, bien al norte de México, que limita con El Paso, Texas. Es un enclave estratégico para el tráfico de drogas y humanos y, como tal, ha sufrido una escalada de violencia sin parangón que hoy por hoy tiene a la población entera completamente aterrorizada. Estamos, sin duda alguna, ante un caso de emergencia humanitaria.
La periodista Judith Torrea ha estado escribiendo desde la frontera de México con Estados Unidos durante más de una década. Se ocupa de la violencia dirigida contra las mujeres y del tráfico de drogas. En su blog Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico escribe acerca de los feminicidios en la ciudad:
Cada inicio del año -desde que la ciudad se vistió de cruces rosas en protesta por las muertes y desapariciones de mujeres denunciadas en una lista, desde 1993, por la pionera activista contra el feminicidio Esther Chávez Cano, ya fallecida- regresan a esta cruz.
Y en papelitos escriben los nombres de las mujeres que los atan a los enormes clavos que surgen de la cruz Ni una más: el lema que, al parecer, la poeta Susana Chávez, de 36 años, creó y alzó hasta que la asesinaron el miércoles, cortándole la mano, según la Red Mesa de Mujeres. Asesinada a pesar de que la Fiscalía General del Estado no ha revelado su nombre y muchos hoy desconocen que ha sido asesinada.
En Women and Foreign Policy [Mujeres y política exterior, en], Cordelia Rizzo escribió sobre dos casos en particular:
A Marisela Escobedo, que luchaba por la persecución del asesino de su hija, la persiguieron y abalearon a plena vista delante de la oficina del gobernador, donde lideraba una protesta. Menos de un mes después, Susana Chávez, poeta que acuñó la frase “Ni una más”, fue torturada, asesinada y dejada en la calle con la mano cortada.
Luego, Rizzo reflexiona sobre las historias de coraje de Chávez y Escobedo:
Estas mujeres actuaron valientemente a pesar de haber sido abandonadas por el estado. Se han convertido en símbolos de las responsabilidades de la ciudadanía y de los peligros de enfrentar al poder. Estaban en contacto con los problemas más apremiantes de México porque fueron afectadas directamente por la falta de progreso en la transformación de actitudes generales hacia las mujeres y el actual olvido del estado hacia la clase trabajadora. Ambas hablaron sobre el tema tan fuerte y abiertamente como pudieron.
Finalmente, habla del futuro del activismo dirigido por mujeres [en] en México:
Luego de estos asesinatos, las manifestantes ahora se cubren la cara, para protegerse y para representar la humillación que las víctimas, sus hijas y amigas, han sufrido. El futuro del activismo en México es sombrío: hace pocos días, la casa de Malú García Andrade, que dirige la ONG Nuestras Hijas de Regreso a Casa, fue quemada mientras ella protestaba.
Varias fueron las actividades llevadas a cabo para celebrar el Día Internacional de la Mujer en México durante el mes de marzo, incluida la inauguración del primer museo dedicado a las mujeres en el país.
Este post (publicado originalmente el 8 de marzo) es parte de nuestra cobertura especial a la Guerra contra el Narcotráfico en México.