Guinea: La lucha de Nadine Bari para reducir la pobreza en Guinea

Nadine Bari en el documental

Nadine Bari es una ciudadana francesa que reside la mitad del tiempo en Guinea, en África Occidental, y la otra mitad en la isla francesa Reunión, en el océano Índico.

La Sra. Bari perdió a su esposo Abdoulaye «Djibril» Barry [fr] durante una de las violentas represiones en Guinea que eran costumbre bajo la dictadura de Sékou Touré. Hace veinticinco años, ella creó una organización no gubernamental que apoya a las mujeres, los discapacitados y la población rural de Guinea.

Global Voices: ¿Cómo terminaste en Guinea?

Nadine Bari: Primero llegué a Guinea en enero de 1964 siguiendo a mi esposo guineano. Ambos estábamos muy emocionados de tener la oportunidad de poner nuestros diplomas y energía juvenil al servicio del desarrollo de la recién independizada nación (aunque no para el régimen del momento). Mi esposo desapareció en 1971. El primer libro que escribí, «Grain de sable» [Grano de Arena; fr] fue acerca de mi travesía para hallar la verdad acerca de su muerte (el documental «Ayer aún esperaba por ti» dirigido por Catherine Veaux-Logeat también retrató esta búsqueda).

GV: Cuéntanos sobre tu organización.

NB: Se llama Guinée-Solidarité (GS) [Solidaridad con Guinea; fr]. Fue establecida en Estrasburgo, Francia, en 1987. Durante dos viajes a Guinea, en 1985 y 1986, no pude evitar notar la ruina económica y social del país. Por ejemplo, en Koundara-Youkounkoun, estaba estupefacta de ver que la escuela de Ouros no tenía asientos para los estudiantes. Ellos debían traer su propia silla de lo contrario no se les permitía entrar a clases. En un aula, el profesor utilizaba como escritorio para los niños un poste eléctrico caído. El centro de salud tenía muy pocas medicinas almacenadas, algunas ya había vencido. Con las fotos que tomó mi hija, creamos conciencia en nuestra iglesia en Estrasburgo. Uno de los cantantes del coro trabajaba para una compañía de transporte y se ofreció llenar algunos contenedores con materiales que fueron recolectados en hospitales, escuelas y empresas de Alsacia y enviados a Guinea. Así comenzó todo.

GV: ¿Cómo ayudó Guinée-Solidarité a reducir el impacto de la pobreza en Guinea?

NB: Ubicamos los poblados que estaban siendo olvidados por la ayuda internacional. A los que era difícil llegar y especialmente oprimidos, en la selva guineana y en Guinea del norte. En 1986-87, estábamos impactados de ver que los pacientes del hospital en el pueblo de Mali (en la región Futa-Yallon) estaban durmiendo en el piso. Creamos conciencia nuevamente en Alsacia y en las regiones circundantes para reunir materiales médicos. En total, 7 hospitales estatales, 12 centros de salud y 18 unidades médicas se beneficiaron de la iniciativa. Una de nuestras prioridades era ayudar a los discapacitados (sean lisiados, ciegos o grupos de marginados sociales). Entrenamos a algunos de ellos en el uso de bicicletas y triciclos.

Taller de costura organizado por Guinée-Solidarité (foto utilizada con permiso)

GV: ¿Qué está haciendo Guinée-Solidarité específicamente por las mujeres?

NB: Hemos ayudado a crear un taller de costura donde las mujeres tiñen de colorante índigo las telas. También apoyamos a las viudas, quienes hacen jardinería en Fello Wendou, en la región de Futa-Yallon. Fuimos capaces de obtener fondos de Suiza para plantar árboles de añil [fr]. El proyecto comenzó en 2007 y se basa en las habilidades de las mujeres fulani y de cómo tejen telas tradicionales. Desafortunadamente, la industria textil china ha inyectado ahora al mercado local telas más baratas a un costo con el que no podemos competir si deseamos mantener a nuestros trabajadores.

Una clase de lectura para mujeres guineanas, dirigido por Guinée Solidarité (foto utilizada con permiso)

GV: La educación precaria y los niños discapacitados es una de sus principales historias de éxito. ¿Cómo va el proyecto?

NB: En la Cité de Solidarité [Ciudad de la Solidaridad], un vecindario de Conakry [la capital] conocido como el sector de vagabundos y mendigos, sabíamos al menos de 450 peronas discapacitadas. Ninguno sabía leer. Hallamos 80 de ellos, la mayoría jovencitas y niños, con patrocinantes en Francia, España y Bélgica. El criterio para beneficiarse de un patrocinante era que el niño fuera huérfano o discapacitado. Muchos niños mendigos -hasta los ciegos- fueron capaces de asistir a la universidad, en Gamal Abdel Nasser o la Universidad de Sonfonia en Conakry. Una biblioteca fue abierta para los niños de la Cité y del vecindario Juan Pablo II. Es muy concurrida. Hasta instalamos paneles solares para proveer electricidad de forma regular.

Guinée-Solidarité tiene 4 ramas principales: Estrasburgo, Marsella (que ha estado financiando un gran centro de rehabilitación para discapacitados en Mamou [fr]), Paris y Conakry.

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