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La iniciativa del gobierno brasileño que ofrece beneficios a los miembros de las familias de prisioneros y sus dependientes ha provocado discusiones en los medios ciudadanos en internet. Creada en el 2003, con una base valorada en R$ 560,81 (US$ 374.00), el total del valor de la «Ayuda para los reclusos» ha sufrido varios reajustes desde entonces, y hoy en día está fijada en R$ 862,60 (US$ 575.00).
Esta “ayuda debida a los dependientes de quienes son puestos en prisión, durante el período en el que la persona permanece encarcelada en un régimen cerrado o semi-abierto» fue conocido a finales del 2009 a través de una cadena de correo electrónico, que todavía circula alrededor del Internet afirmando que:
todo presidiário com filhos tem direito a uma bolsa que para sustentar a família, já que o coitadinho não pode trabalhar para sustentar os filhos por estar preso.
El tono satírico que sigue a lo leído sirve como propaganda contra los proyectos sociales, como Fome Zero (Cero Hambruna) y Bolsa Familia (Pensión Familia), que se popularizaron en Brasil desde la elección del ex-presidente, Lula da Silva. Su gobierno, caracterizado por una administración más social, trató de reducir la desigualdad entre clases sociales a través de estas ayudas, creando una cierta controversia debido a la falta de incentivos para la sostenibilidad de las clases sociales más bajas.
Revelando las ayudas
Aunque el contenido que circula por correo electrónico deja muy claro que la propaganda contra las ayudas para prisioneros existe, algunos bloggers decidieron buscar la verdad detrás de éstas afirmaciones.
En el mismo correo, se provee un enlace a la Previdência Social (Seguridad Social) de Brasil, confirmando el valor total publicado en el correo; sin embargo, el total corresponde a la contribución salarial individual del último prisionero. En otras palabras, sólo aquellos que contribuían a la Seguridad Social antes de ser arrestados tienen derecho a recibir la Ayuda para reclusos.
Un artículo publicado en 2010 por el estudiante de periodismo Jean Takada en el sitio Atibaia News, fue compartido a nivel mundial a través de la blogosfera con el objetivo de clarificar el “show de errores en la red” y argumentar sus beneficios diciendo:
Na verdade o Auxílio Reclusão não é um projeto aprovado para ajudar os presos e seus filhos. É uma ajuda prevista no inciso IV do artigo 201 da Constituição Federal, que diz que a Previdência Social deve pagar o auxílio reclusão para dependentes dos “segurados” de baixa renda recolhidos ao Sistema Penitenciário Nacional (…) e só vale para pessoas com trabalho comprovado em carteira ou contrato que comprove contribuição ao INSS. Para a família ou dependentes ter direito à ajuda, o último salário deve ser igual ou menor a R$ 798,30 (…) e não pode estar recebendo outros benefícios como auxílio doença, aposentadoria ou abono de permanência em serviço.
El mayor tema sostenido por el correo (sin una apropiada explicación sobre la funcionalidad de la Ayuda a los reclusos) es que esta prestación social será un incentivo a la criminalidad ya que cualquier,
bandido com 5 filhos, além de comandar o crime de dentro das prisões, comer e beber nas costas de quem trabalha e/ou paga impostos, ainda tem direito a receber auxílio reclusão de R$3.991,50 da Previdência Social.
El sitio E-Farsas, del investigador Gilmar Lopes, dedicado a revelar la verdad sobre las farsas de Internet, comienza aclarando que es imposible poder dar ese valor total,
o benefício é único e independente da quantidade de filhos que o preso possui. Não importa se ele tem 4 ou 5 dependentes. O valor do auxílio é sempre o mesmo. Também é bom ressaltar aqui que a ajuda não é dada ao preso e sim à sua família.
Quizás parte de la controversia del correo se deriva del hecho que la población de la prisión brasileña se ha triplicado en los los últimos 15 años, causando un mayor gasto público en este sector. De acuerdo a los datos del 2010 publicados en ExpressoMT, Brasil,
tem uma população carcerária de 494.237 presos. Desse total, 153.526 são provisórios, 172.942 cumprem pena em regime fechado, 64.717 em regime semiaberto e 16.315 em regime aberto. O sistema prisional tem hoje cerca de 60 mil agentes penitenciários.
Independientemente de las cifras y números, el encarcelamiento individual está directamente relacionado con asuntos de derechos humanos. Sin un tutor responsable y capaz de sustentar a su familia, corresponde al gobierno proveer esta ayuda básica, siempre y cuando sea dentro de los derechos del contribuyente.
De acuerdo a Igor Fonseca Rodrigues, del blog Pensando Direito (Pensamiento Directo),
em sendo um seguro, na verdade o preso que recebe o auxílio-reclusão não está recebendo nada além do que aquilo pelo qual já pagou.
Logo, não se trata de um gracioso favor prestado pelo governo, mas sim o pagamento daquilo que estava antecipadamente previsto na legislação.
estando asegurado, el prisionero que recibe la ayuda a los reclusos, en realidad no está recibiendo nada que no haya pagado antes.
Por consiguiente, no es un favor que el gobierno le está otorgando, sino un pago de lo que ya está previsto en la constitución.
El artículo publicado en el sitio web, termina con el siguiente pensamiento:
óbvio, nada contra discutir se é o melhor para a sociedade brasileira que esse benefício exista, mas pelo menos devemos nos pautar pelo que efetivamente está previsto, e não por um conceito imaginário do que seria essa benesse.
Con esta reflexión final, surgieron varios comentarios, desde aquellos que apoyan la medida del gobierno hasta aquellos que se oponen a la ayuda. Entre ellos, este comentario firmado por Racquel Gaia dice:
A questão não é se o detento matou, seqüestrou, roubou, extorquiu, etc. A questão é: ele trabalhou, contribui para a previdência, logo ele adquiriu o direito de receber todos os benefícios advindos da previdência social. Se qualquer um de nós for preso (não importa o motivo), mas contribuímos para a previdência, então qualquer um de nós tem o direito a receber qualquer auxílio do INSS, não importa quem somos ou o que fizemos, importa é que pagamos, então adquirimos o direito.
Otro comentador, Mario Costa, apunta:
Realmente, a familia do presidiário não pode ser punida pelo que ele fez. Porém, ninguém aqui tocou no assunto : o presidiário deveria trabalhar na cadeia, para prover seu próprio sustento. É facil viver à nossas expensas. Compare: se o segurado morrer, até a despesa do enterro é da familia, recebendo um pequeno auxilio funeral. Se o segurado ficar doente, vai ter que viver (ele e sua família) com o auxilio doença. Se ele for preso, só vai dar despesa, como comida, roupa, escolta para ser ouvido, etc… e a família recebe o auxilio reclusão. Isso é igualdade?
Basado en otros comentarios, se transpira una cierta «reclusión» entre prisioneros y comentadores. Puede ser una reflexión directa sobre los valores proyectados por la sociedad brasileña, pero existe un entendimiento general de superioridad expresado por aquellos que gozan de completa libertad, que apunta a creer que la Ayuda a los reclusos es solamente otra ayuda otorgada a aquellos que no se lo merecen.
Así que aquí va una pregunta: «¿Cuál es tu opinión sobre la Ayuda a los reclusos? «