En los años 90, Ronaldo Monteiro fue condenado por extorsión y secuestro y lo sentenciaron a 28 años de prisión en Brasil. Mientras cumplía condena, a Monteiro y otros detenidos les preocupaba el bienestar de sus familias en su ausencia. Respondieron a la situación iniciando un taller dentro de la cárcel donde reciclaban y vendían papel. Una parte de las ganancias se destinaba a mejorar su equipo, y el resto se compartía entre sus familias. Así fue como empezó el proyecto Uma Chance (Una oportunidad).
El Centro para la Inclusión Digital (CDI) empezó a ofrecer cursos cortos sobre tecnología de la información a los detenidos. Monteiro se inscribió y aprendió rápido; pronto lo invitaron también a enseñar. El proyecto se amplió a otras penitenciarias, y también se invitó a participar a los familiares.
En este documental de Mixer Productions, Monteiro explica cómo inició un nuevo camino dentro de la cárcel y dio un giro a su vida (subtítulos en inglés):
En 2002, estando todavía en prisión, Monteiro creó el Centro de Integración Social y Cultural, conocido como CISC-Uma Chance, que ofrece cursos sobre tecnología de la información y reciclaje a las comunidades de Tribobó, in São Gonçalo, en Gran Río de Janeiro. Trabajaron para crear oportunidades disponibles a más personas, pues CISC desarrolla actividades en cocina, conciencia ciudadaa, estilo de vida saludable y preparación para la universidad.
En 2003, a Monteiro se le concedió libertad condicional.
Nuevos comienzos
En 2006, Monteiro dio un paso hacia adelante y creó la impresionante Incubadora de Empreendimentos para Egressos (IEE) (Incubadora para pequeños negocios para exreclusos). Con el objetivo de lograr la reintegración social de infractores jóvenes, detenidos y exdetenidos, la incubadora fomenta ideas con lecciones dinámicas sobre habilidades empresariales y administración. La IEE buscar romper el círculo de repetición de delitos ofreciendo una oportunidad a personas que a menudo se ven rechazadas por la sociedad. El proyecto ha ganado el apoyo de Petrobrás desde 2006, y se ha asociado con Ashoka, McKinsey & Company y varias universidades. Debido a su trabajo, Monteiro fue nombrado miembro de Ashoka.
Como dice Monteiro en el documental de más abajo, los proyectos serios «transforman vidas y hacen que los hombres trabajen» en lugar de recurrir al delito y la violencia armada. En una presentación de TEDx Sudeste [pt] en 2010, Monteiro explicó que la rehabilitación debería incluir educación y oportunidades e incentivos para seguir los sueños.
El sistema penitenciario en Brasil ha sido objeto de reiteradas críticas por parte de grupos de derechos humanos. Un informe de Amnistía Internacional de 2010 dijo que los detenidos “seguían estando en condiciones crueles, inhumanas o degradantes», a menudo en instalaciones sobrepobladas.
Cuando se libera a los detenidos, llevan un pesado estigma, y las duras experiencias en la cárcel difícilmente contribuyen a su rehabilitación. Pero con el debido incentivo e inspiración, los detenidos pueden encontrar opciones de nuevos caminos para reconstruir sus vidas.