El 18 de octubre de 2011, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter invocó la Ley de Seguridad del Estado para castigar a los responsables de quemar un bus durante las manifestaciones convocadas por diversos gremios del país en apoyo al movimiento estudiantil.

Según el mismo ministro, «esta acción judicial será presentada el día de mañana, la razón es que la conducta que he descrito, interceptar este bus de la locomoción colectiva, incendiar, aterrorizar a sus pasajeros, está expresamente considerada en la letra C del artículo 6 de la ley de Seguridad del Estado». Dicho artículo castiga a quienes «inciten, promuevan o fomenten» paralización o dañen el funcionamiento o impidan el acceso a servicios públicos con una pena que puede variar entre los cinco y los diez años.

Esto ha causado una gran controversia en las redes sociales, principalmente porque a algunos les trae recuerdos tanto de los tiempos de la dictadura de Pinochet como de su uso durante gobiernos de la Concertación «para acallar acciones democráticas», como lo expresa Tomás de la Rementería (@tomas_dr) en su columna en el espacio de debate en línea Sentidos Comunes:

(…) A eso debemos sumar que la Ley de Seguridad del Estado es un cuerpo legal atávico, que representa todo su origen autoritario y antidemocrático (…)

Así la utilizó el ex ministro de la Corte Suprema Servando Jordán para perseguir al llamado El libro negro de la justicia chilena, de Alejandra Matus. La usó el ex senador y hoy empresario explotador Francisco Javier Errázuriz en contra del diario El Metropolitano por dar a conocer una investigación judicial contra el por falsificación de instrumento público.

También, el Comandante en Jefe interino de la FACH, el General del Aire Hernán Gabrielli, en contra de algunos presos políticos los que lo habían acusado de participar en torturas durante la dictadura. Otro caso emblemático es el del ex dictador Augusto Pinochet en contra del dirigente socialista Arturo Barrios por lo cual éste perdió sus derechos ciudadanos por un largo tiempo. En 2008 se le invoco a tres jóvenes que tenían material impreso alusivo a ideas anarquistas y a la fabricación de bombas molotov. Estos casos muy dudablemente ponían en peligro la seguridad del Estado, sino que más bien se trataron de poner mordazas a dichos contra autoridades o a generar delitos en situaciones de estado donde no había ninguna acción violenta.

Algunos tuiteros criticaron la sobre-reacción de esta medida. Como el periodista, profesor y bloguero Alexis Cares (@alexiscares):

Me van a perdonar, pero esto de invocar la Ley de Seguridad del Estado es como salir a matar un ratón con una bomba atómica

Imagen de Sebastián Poch Velasco, The Stroboscope en Flickr (CC BY 2.0)

Otros defendieron la decisión, calificando el vandalismo como un acto terrorista, como Graciela Saavedra V. de Pichilemu (@graciela_sv):

los que quemaron el el bus no son delincuentes son terroristas. Ley de seguridad interior del Estado es NADA cn su delito.

O Angel Lagos (@Miganyan), quien la apoyó con ironía:

Quien crea q quema del bus fue acto de protesta, también debería creer q USA invadió Irak para defender democrac.Ley de seguridad del estado

Y Hans Rolle (@HansRolle) quien hizo eco del sentimiento de muchos en Twitter:

Ley de Seguridad del Estado y mano. No puede ser que un puñado de weones sitien la ciudad y causen terror en los habitantes.#eso

Cuando el tema Ley de Seguridad del Estado llegó a ser tendencia mundial, muchos se preguntaron de qué se trataba dicha ley. Algunos tuiteros intentaron explicarlo en 140 caracteres o enviaron links.

Claudio Barrios (@cloud_barros) comentó:

Si ocupan la ley de seguridad interior del estado, recuerden que deben encontrar a los sujetos que cometieron el ilicito no ha [sic] cualquiera

La cuenta en línea de Radio Bio-Bio (@biobio) compartió:

[ENTREVISTA] Abogado explica la Ley de Seguridad del Estado: “Las penas son grotescamente mayores” http://t.co/JXMTUcwB

Otros cibernautas están preocupados por las consecuencias que la aplicación de esta ley tendría en la libertad de expresión, como la bloguera Andreitatop quien publicó el post «La Ley de Seguridad del Estado… bienvenidos a Chile sin derechos«:

Cada vez que sale la noticia que Hinzpeter quiere aplicar esta ley me da miedo (…) A mi juicio, aceptar la utilización de esta ley es volver a los tiempos donde la libertad era acallada con puños y la voz del pueblo silenciada con sangre. Donde no había derechos que reclamar ni instituciones a las cuales hacer nuestras quejas (…) Es volver a punto cero. Y que este legalmente aceptado.

Esta medida sigue en boca de todos. Mientras el gobierno, a través de su vocero, respondió a las críticas señalando que «lo que corresponde es que los violentistas estén tras las rejas y no quemando buses».