Este artículo es parte de la cobertura especial sobre la Revolución egipcia 2011.
En los últimos días hemos sido testigos de la detención del destacado bloguero egipcio, Alaa Abd El Fattah; otra víctima civil más de los juicios militares a quien parece que han torturado hasta la muerte en prisión [en]; los asesinos de Khaled Said [en] (el caso que avivó la revolución egipcia) han sido recientemente castigados con tan solo siete años de cárcel; y hasta ahora, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) niega su responsabilidad en la masacre que tuvo lugar en la zona de Maspero, a comienzos del mes de octubre [en].
Todos estos incidentes hacen que los blogueros egipcios se pregunten si hemos vuelto a la casilla de partida. Como Alaa escribió en el mensaje que envió mientras estaba detenido y que ha traducido al inglés Sultan AlQassemi [en]:
No esperaba que la misma experiencia se repetiría después de cinco años. Después de derrocar al tirano en una revolución, ¿vuelvo a la cárcel?
Para muchos, como para Amira Nowaira, está claro que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas no está haciendo las cosas bien en su gestión de la transición en Egipto [en].
Más de tres semanas después de los sangrientos enfrentamientos [en] que dejaron 27 muertos (hasta ahora) y cientos de heridos el domingo 9 de octubre frente al edificio de la televisión gubernamental en Maspero, todavía quedan más preguntas que respuestas. Lo único que está claro es que el ataque brutal contra protestantes pacíficos, de mayoría copta, marca un punto de inflexión peligroso en la mala gestión gubernamental por parte del consejo militar de transición y envía una serie de mensajes inquietantes.
No solo se dice que están gestionando mal el período de transición, sino que también están acusados de estar detrás de la masacre, como muchos afirmaron aquí [en]. Y según un redactor de Bikya Masr, Hayden Pirkle, el empresario copto Naguib Sawiris también responsabiliza a las fuerzas armadas egipcias de la masacre de Maspero [en].
El prominente empresario copto convertido a político, Naguib Sawiris, acusó a las fuerzas armadas egipcias de ser cómplices de la masacre de Maspero del 9 de octubre. Sawiris rechazó la idea de que la violencia de Maspero fuera cosa de «infiltrados» y afirmó que es responsabilidad de las fuerzas armadas garantizar la seguridad, en una entrevista de televisión al programa «Point of Order» de Al Arabiya.
Pero, ¿cómo llegamos a un punto en que las masas son en gran medida neutrales a incidentes como estos y la mayoría se pone del lado del ejército? Hace unos meses hubo enfrentamientos en el distrito de Al-Abbasseya y los activistas relataron entonces cómo el CSFA criticó la marcha durante días en los canales estatales [en] e incluso emitió una declaración la noche antes de los enfrentamientos en el mismo tono [en]. Recientemente se utilizaron las mismas tácticas en la masacre de Maspero y de acuerdo con Amira Nowaira, la televisión estatal fue todavía más contundente en su instigación contra los coptos [en]:
Es la primera vez que la televisión se ha involucrado en una instigación abierta y descarada contra el colectivo copto. Hizo lo impensable cuando denunció que el ejército estaba siendo atacado por los coptos y llamó a los ciudadanos «honrados» a salir para ayudar al ejército, sin darse cuenta que tal vez es el ejército quien debe defender a los ciudadanos y no al revés. Esto fue casi una invitación a que extremistas, intolerantes y racistas asaltaran a los coptos en las calles.
Elazul resumió el efecto de los medios de comunicación estatales [en] en el párrafo siguiente:
Las pruebas demuestran que no solo nos enfrentábamos a Mubarak y a los suyos (incluido el CSFA), sino también a un (gran) segmento de la población que, hasta el día de hoy, maldice el día que nos rebelamos y nos considera criminales y traidores.
Mientras tanto, el Gran faraón añadió que el CSFA está tratando de hacer llegar un mensaje muy concreto [en], no solo a los egipcios, sino también a la administración de los Estados Unidos.
Quería saber si el gobierno de Obama había recibido el mensaje que el CSFA quiso entregarle desde el momento en que permitieron que fuera asaltada la embajada de Israel. Y este mensaje puede resumirse de la siguiente manera: o nosotros o el caos en Egipto, o nosotros o las luchas sectarias. … A juzgar por la ligera declaración estadounidense después de la masacre, creo que el mensaje del CSFA llegó a su destinatario. Y no solo llegó a la comunidad internacional, sino también al público en general. El temor y la inseguridad dominan el país hoy en día y muy pocos querrían chocar contra la junta militar que ellos consideran es la última columna que mantiene el país unido.
Luego agregó que la entrega de tal mensaje es como la luz verde para iniciar una campaña de represión contra activistas y medios de comunicación.
Esto nos lleva a lo que creo que pasará con los activistas en Egipto. Después de asegurarse que no habrá una oposición relevante desde dentro ni de la comunidad internacional, creo que el CSFA comenzará a reprimir a los activistas y a los medios de una forma sin precedentes.
Y esto es exactamente lo que muchos creen que está pasando ahora. Sin embargo, Abu Tawil se burló de cómo el CSFA, pese a todo, está celebrando el izamiento de la bandera más grande del mundo en Egipto [en].
Por supuesto, a la luz de estos tiempos turbulentos, pero interesantes, y tras casi ocho meses de su (mala) gestión, el CSFA necesitó tomarse un descanso de juzgar activistas en juicios militares, culpando a manos negras extranjeras de todos los problemas internos de Egipto y denunciando todas las protestas y huelgas como amenazas a la unidad nacional. Por otra parte, gracias a la desaparición de inversiones extranjeras, las menguantes reservas de divisas y un ochenta por ciento de turistas menos, la economía egipcia puede darse el lujo de malgastar fondos en proyectos públicos inútiles. Por lo tanto, el CSFA se enorgullece de anunciar el izamiento de la bandera más alta del mundo. Con un tamaño de 12 por 15 metros y una altura de 176 metros (catorce metros más que la de Azerbaiyán), la bandera se ha izado junto al campo donde juego al frisbee dos veces por semana, en medio de un recital de poesía patriótica y entonando el himno nacional.
Mientras tanto, los partidos egipcios se preparan para las elecciones parlamentarias que se celebrarán a finales de noviembre. La importancia de este nuevo parlamento radica en que nombrará una asamblea constituyente de la nueva constitución egipcia. Sin embargo, el vice primer ministro de Asuntos Políticos, Ali Al-Selmy, invitó a partidos políticos para conseguir su acuerdo en principios constitucionales [en] que parecen dar al ejército poderes extraordinarios [en].
En Twitter, los cambios fueron la comidilla del día.
@abuhatem: El documento de principios supraconstitucionales elaborado por el gobierno egipcio da poderes extraordinarios a los militares.
@zalali: El nuevo borrador proporciona una excesiva cantidad de poder al #SCAF [CSFA] para intervenir en la elaboración de una nueva #constitución. Algunos asistentes dejaron la sesión. #Egipto
Sin embargo, a Khaled le preocupa que la gente de la calle pueda no ser tan crítica con el proyecto como los activistas de Twitter.
@Khaled_A_: أكيد إللى هتسمعه من حد فى الشارع على الوثيقة الفوق دستورية: و ماله ما يكون فوق الدستور ده جيشنا ده هو إللى حمى الثورة ده مضربش عليكم نار
Y por último, Mohamed Kamel se pregunta si todavía existe la posibilidad de que la gente haga una revolución de nuevo.
@MohHKamel: ¿Sería difícil conseguir una nueva revolución después de estos últimos 9 meses? Sin seguridad, con tensiones sectarias y una economía tambaleante?
Este artículo es parte de la cobertura especial sobre la Revolución egipcia 2011.
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