La segunda mitad de octubre de 2011 estuvo marcada en Rusia por un aumento significativo de la actividad política en la red. Para ser más precisos, la actividad política actual en la red apunta a una guerra de información entre grupos civiles independientes o restos de la oposición política tradicional contra varios funcionarios del Estado y juventudes progubernamentales.
Ahora mismo, la situación preelectoral en Internet recuerda a la campaña sin conexión de finales de los años noventa y principios de los 2000, cuando todavía existían elecciones competitivas. Antes del día de las elecciones, todos los partidos trataban de difundir tanta información comprometedora sobre sus rivales como les fuera posible.
Muy a menudo (aunque no siempre) la información era veraz y revelaba conexiones con la mafia, sobornos, etc., por lo que durante el periodo preelectoral la sociedad rusa era «iluminada» acerca de sus élites y sus gobernantes. La cantidad de técnicas electorales poco limpias fue una de las excusas utilizadas para eliminar el sistema electoral competitivo del país a mediados de la década de los 2000.
Ahora en 2011, gracias a Internet y sobre todo a Youtube, el material comprometedor ha vuelto. La diferencia, sin embargo, es que en los noventa la gente podía elegir a otra persona en vez de a un político «honesto». Ahora, apenas se puede decir que este sea el caso. No obstante, los intentos de los internautas por traer de vuelta las elecciones competitivas son increíbles.
La guerra de la filtración de datos privados
Sin embargo, los sucesos posteriormente denominados «la guerra del robo de datos» empezaron después. El 23 de octubre, la periodista y celebridad Ksenia Sobchack [en] grabó en vídeo a Vasili Yakemenko [en] —jefe de la Agencia Federal de la Juventud [en] y líder tácito de «Nashi», un movimiento juvenil pro Kremlin— en el restaurante más caro de Moscú.
El vídeo [ru] fue recibido con críticas: según su declaración de la renta [ru], Yakemenko es incapaz de permitirse ir a semejante lugar.
Más tarde, Anna Biryukova, secretaria de la Agencia Federal de Prensa, exigió a varias páginas (Echo Moskvy [ru] y Metronews [ru]) que eliminaran el contenido, amenazándolos con demandas por violación de la vida privada y de la imagen de Yakemenko. Ambos portales afirmaron que las amenazas de la Agencia no tenían base legal, puesto que a Yakemenko se lo vio en un lugar público y es, ciertamente, una figura pública.
La revancha no se hizo esperar. El 26 de octubre, el contenido de varios correos privados pertenecientes a Alexéi Navalni [en], el famoso bloguero anticorrupción, y a su esposa, fue publicado en navalnymail.kz por alguien apodado onenavnav (la cuenta se eliminó posteriormente).
Hacker Hell, un cibercriminal que vive en Alemania (aún no detenido) y famoso por hackear las cuentas de activistas de la oposición, concedió una entrevista [ru] en la que afirmaba que el verano pasado se había infiltrado en el buzón de Navalni. Luego envió la información a unos «amigos», cuyos nombres se ha negado a dar. Es probable que los amigos de «Hell» guardaran la información hasta que llegara el momento oportuno.
No obstante, los observadores no consiguieron encontrar información comprometida en los correos de Navalni, exceptuando unos fragmentos que, según él, falsificó quien publicó la filtración. En uno de los fragmentos, alguien le ofrecía a Navalni 50 000 dólares por criticar a un oligarca ruso. Pero los cibernautas parecen apoyar la versión ofrecida por Navalni de que estos fragmentos fueron falsificados.
Tal y como señaló [ru] el popular bloguero Leonid Kaganov, la posibilidad de que Navalni hubiera aceptado publicar información comprometida sobre el oligarca no lo habría puesto en ningún tipo de desventaja:
допустим, Навальный скомпрометирован. Допустим, точно выяснено, что он берет деньги за публикации компромата, торгует водкой и ездит в тонированном авто. Пусть даже неопровержимо выяснится, что он педофил, людоед и разжигатель торфяников. Но как это относится к тому компромату на чиновников, который он публикует, а никто не опровергает?
Es decir, Navalni ha vuelto a demostrar su dominio en la red y ha mitigado con éxito los intentos de ponerlo en una situación comprometida, al hablar sin tapujos sobre el material. A pesar de todo, la guerra de filtraciones no terminó.
El 27 de octubre, la RuNet sufrió una filtración masiva [ru] de datos personales pertenecientes a los 24 324 participantes del campamento juvenil pro-Kremlin Seliger [ru]. El archivo .zip contenía nombres, apellidos, fechas de nacimiento, e-mails y números de teléfono de activistas pro-Kremlin, así como unas «calificaciones» (probablemente fueran un sistema de evaluación interna de los activistas).
Tras el intercambio de golpes, la RuNet permanece callada.
¡Condenado YouTube!
Al mismo tiempo, se abrieron nuevos frentes de información por todo el país.
El 24 de octubre, un policía ruso que vive en Omsk, grabado en julio de 2011 soltando palabrotas a sus compañeros, fue despedido [ru] después de que el vídeo (con más de 280 000 visitas) se hiciera público.
El 25 de octubre, en Sochi la usuaria de YouTube belayalenta1 publicó una grabación con cámara oculta de una entrevista [ru, en] al teniente alcalde Nikolái Yermolov, quien muy elocuentemente compartió varias técnicas para discriminar a activistas civiles (el vídeo está subtitulado al inglés).
Tres días después, casi a 9000 kilómetros de Sochi, un carcelero no identificado de la región de Amur fue detenido [ru] después que se lo grabara dando palizas a presas y abusando de ellas. El arresto se llevó a cabo luego que el usuario de YouTube MrArtur113 subiera a principios de octubre el impactante vídeo [Advertencia: contenido gráfico] (146 500 visitas) de violencia penitenciaria.
El 27 de octubre, Udmurtia.tv publicó un vídeo [ru] (138 400 visitas) de Denis Agashin, alcalde de Izhevsk, en el que les decía a representantes de organizaciones de veteranos que el año que viene la ayuda financiera dependería de los resultados electorales en su distrito del partido Rusia Unida. El 31 de octubre, representantes del partido Patriotas de Rusia presentaron una queja [ru] contra Agashin y pidieron a la fiscalía que comenzara una investigación, que podría terminar en una pena de prisión de cinco años.
Los ejemplos parecen multiplicarse a cada momento. No obstante, demuestran una cosa: a pesar de las manipulaciones, los ciudadanos no solo parecen mitigar los intentos de discriminación en línea, sino también tener éxito en desenmascarar a las autoridades.
Tal y como señaló el destacado analista político Alexander Kynev: «El progreso no consiste solo en forzar a los estudiantes a sacar fotos de sus papeletas rellenadas [para asegurarse de que votan «como es debido», lo que es un uso muy popular del «recurso administrativo» por parte de los decanos universitarios], es también el peligro de que te graben».