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Japón: Estoy aislado en mi lugar de trabajo

Categorías: Asia Oriental, Japón, Medios ciudadanos, Trabajo

«Internet puede ser un salvavidas si te encuentras aislado en tu escuela o trabajo.» - Lo anterior es una aseveración de mi reciente entrevista con Izumi Mihashi [1] [en] de Lingua Japonés. Lo recordé cuando me topé con un grito conmovedor en forma de una entrada en un blog anónimo [2] [ja].

El acoso no termina con la escuela.

[3]

del usuario de Flickr maciejgruszecki.com

Nota: Este post fue traducido en su totalidad. Note que el texto original no indica ningún género para ninguno de los caracteres, pero, a fin de ser breves, en la traducción se asume que el blogger y su colega son hombres.

Hoy, me di cuenta de nuevo que el trato que recibo en mi trabajo es realmente hostil. Llegué en la mañana, leí mis correos electrónicos, y recibí recriminaciones de cuatro personas por cuatro cosas diferentes dentro de la primera hora de trabajo. Cuando estuve solo, no pude evitar reír silenciosa y amargamente.

Siento que si puedo encontrar una cosa positiva a la que me pueda incorporar, puedo superar esos obstáculos siempre que me aplique a ello. El asunto es que no puedo evitar sentirme aislado por completo.

Después de los problemas de la mañana, terminé con algo de tiempo libre a mi disposición. Fui con una de las personas que se habían molestado conmigo y en voz baja le pregunté «¿Hay algo con lo que pueda ayudarte?». Me contestó «No» con cara de cansancio. Que no podía confiarme nada estaba escrito en su rostro.

Me sentí extremadamente apenado, avergonzado, entre otras emociones. Desde el fondo de mi corazón, quería decir, «Lo siento por hacerte sentir de este modo.» Sólo pude forzar una sonrisa y decir, «Por favor hazme saber si hay algo con lo que pueda yo ayudarte.» Después de regresar a mi asiento, revisé mi trabajo anterior para ver si había algo por hacer. Había muchos errores, así que me puse a corregirlos.

Hace frío en mi lugar así que fui por un vaso de té caliente a la máquina expendedora y regresé a mi asiento tratando de calentarme un poco. La persona de al lado gritó furiosamente, «No traigas nada con aroma a tu lugar. En qué estás pensando!?». Le rogué me disculpara -casi de rodillas- y escapé a la sala de café.

Sintiendome deprimido, miré a través de la ventana de la sala de café y pensé en modos en que yo podría mejorar. El único plan que pude estructurar con mi estado actual, fue muy general -no hay nada que yo pueda hacer salvo extremar mis precauciones en mi quehacer diario y hacer mi mejor esfuerzo.

Esta vida lleva así más de tres meses. Honestamente, me dan ganas de renunciar a esta compañía. Creo que ya es tiempo.

Algunas veces, pienso que yo no debería estar aquí. Aún así, renunciar sin haber tenido un logro personal se siente como escapar. Y no puedo hacer eso. O resquebrajo mentalmente o la paciencia de mis colegas llega a su límite… ¿Qué ocurrirá primero?

Lamento ser una persona tan miserable. Realmente lo lamento.

Y ya me resfrié. Pero no puedo tomarme un día.