Canadá: El inicio del movimiento de la marcha de putas

Este post es parte de nuestra cobertura especial SlutWalks 2011 [en].

La autora de Global Voices, Maria Grabowski, entrevista a Heather Jarvis, co-fundadora de la primera iniciativa SlutWalk [Marcha de Putas; en] con sede en Toronto, Canadá. Aquí, ellas hablaron acerca de los antecedentes del movimiento y su rápida difusión en el resto del mundo. [Vean el discurso de Jarvis en la Marcha de Putas de Toronto aquí].

A Heather Jarvis se le ocurrió la idea de la Marcha de Putas como una respuesta directa al consejo [en] del oficial de la policía de Toronto de que las estudiantes mujeres «eviten vestirse como prostitutas»:

Nosotras respondemos. Hablemos entonces de prostitución, culpar a la víctima y avergonzarla como prostituta. […] Estamos hartas -ha sido un año duro contra los derechos de las mujeres.

Ella cuenta la historia acerca de un violador en una zona local que no fue condenado, ya que el juez concluyó que la víctima [había] «puesto el sexo en el aire», refiriéndose a su camiseta y su maquillaje.

Tocando un nervio

Heather Jarvis, used with permission.

Heather Jarvis, imagen utilizada con permiso.

Heather cree que el concepto de la Marcha de las Putas da en el nervio de muchos:

Todos saben lo que es ser llamado con una palabra deshumanizada. Quizás Marcha de Putas es un punto de entrada para la gente que no sabía a dónde ir.

Sólo seis semanas después del surgimiento de la idea, el evento tuvo lugar con la asistencia de entre 3 000 y 4 000 personas. Ella describe la primera marcha como increíble e inspiradora: «Fue una atmósfera asombrosa de múltiples capas. […] Algunos lloraban, otros gritaban».

Asistieron mujeres de todas las edades, junto con niños, hombres, trabajadoras sexuales y grupos homosexuales. Todos parecían estar allí apoyándose. Heather explica cómo todos alrededor de una víctima de violación también son afectados profundamente -familia, compañeros y amigos– y ellos también necesitan apoyo.

El mensaje de la Marcha de Toronto se difundió rápidamente a través de Facebook y Twitter y sigue rodando por el mundo (vean la cobertura de GV sobre SlutWalks en Costa Rica, Brasil, India, Marruecos, Australia).

«No esperábamos esto», comenta Heather. Ella cuenta cuántos grupos independientes de Marcha de Putas ni siquiera contactan al grupo de Toronto, pero siguen adelante y encuentran su propia forma de anexarse a su cultura local. Slutwalk Toronto facilita apoyo a los nuevos grupos que lo requieran, pero el consejo de Heather es hacer lo que sea posible, donde sea que estén, y ponerse en contacto con otras organizaciones para hacerse más fuertes.

A los críticos de la Marcha de Putas, Heather responde: «Creemos en el diálogo. Está muy bien que no todos estén de acuerdo».

Ella enfatiza que el propósito también es construir puentes y espera que los críticos contacten a Marcha de Putas para que puedan hablar al respecto de forma respetuosa. «Todos estamos en una curva de aprendizaje», explica.

Este post es parte de nuestra cobertura especial SlutWalks 2011 [en].

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