El 1 de diciembre de 2011, en una ceremonia repleta de referencias medievales, Almasbek Atambayev juró [en] como cuarto presidente de Kirguistán, con sonidos de cañones en una pacífica transición entre dos jefes de estado por primera vez en más de 20 años de independencia.
El hecho que su predecesora y aliada política, Rosa Otunbayeva, dejara el cargo en medio de sonidos de artillería ceremonial en vez de fuego de rifles automáticos [en] es en sí mismo un indicador de progreso político en el país. Pero cuando Atambayev besó la bandera kirguisa y habló afectuosamente de Manas, el héroe ecuestre y lanza en ristre del folklore kirguiso, los signos de interrogación surgieron en todo el país.
¿Atambayev será un caballero o un dragón? Ese fue el enigma planteado por el parlamentario Tursunbai Bakir uulu, en un obtusa carta abierta dirigida [en] al nuevo presidente:
Usted estuvo hablando mucho de caballeros que derrotaron a dragones, pero después todos se convirtieron en dragones [en]. Los caballeros no podían resistir el oro en los calabozos de los dragones. Sinceramente, no quiero que usted se convierta en un nuevo dragón en la historia de Kirguistán.
Bakir uulu, exdefensor del pueblo, es una personalidad excéntrica y piadosa, famoso por hacer [en] su propio juramento como legislador sobre el Corán en lugar de hacerlo sobre la Constitución kirguisa. Además, en el tenso paisaje político de Kirguistán, es uno de varios destacados políticos sureños descontentos con la reciente victoria electoral [en] de Atambayev, una victoria opacada por acusaciones de que el ex Primer Ministro usó recursos administrativos [en] antes y durante las elecciones del 30 de octubre.
Con la siempre presente amenaza que tiene la división regional [en] de Kirguistán, Atambayev, que es norteño, haría bien en hacerse amigo de Bakir uulu, asi como de otros [en] significativos personajes que deben brindar reconocimiento formal de su victoria.
Instando a la unidad
En lugar de esto, el veterano político instó a la unidad ante los cismas étnicos y el faccionalismo durante un animado discurso inaugural. Pero con la brecha entre las palabras bonitas y las buenas acciones como característica predominante de la política kirguisa, Nate Schenkkan, blogger de EurasiaNet, se preguntó [en] si podía o no «hacer algo bueno con esta rama de olivo medio extendida».
Crucialmente, algunos cosas pueden estar más allá del control directo de Atambayev. Este blog ya notó los espíritus animales que hay en la elaboración de la coalición kirguisa, y que este tortuoso proceso está listo para volver a empezar, con el gobierno tripartito derrumbándose [ru] al día siguiente del juramento del nuevo presidente.
Según la Constitución [en] de Kirguistán, documento que muchos analistas sostienen [en] que está destinado a tener corta vida, se pueden hacer tres intentos de formar una coalición antes que el Parlamento sea disuelto y se anuncien nuevas elecciones parlamentarias. Dos de esos intentos ya terminaron en fracaso, y la presión de crear una alianza viable ya está en marcha. El partido socialista Ata-Meken está realizando una política de polvorín al emitir [en] un voto de no confianza al presidente de la Cámara, el sureño Akhmatbek Keldibekov.
No está claro si Atambayev podrá usar sus limitados poderes para influir en la situación de la fracturada legislatura. Lo que es más seguro es que el apoyo regional para la democracia parlamentaria de Kirguistán es limitado, como lo evidencia la conspicua ausencia [en] de altos funcionarios kazajos y rusos en la toma de mando de Atambayev.
En particular, la relación de Biskek con Rusia es tema de candente debate en la sociedad doméstica. Actualmente, el país está comprometido a entrar en la Unión Aduanera, organización liderada por Moscú que promete imponer formidables barreras arancelarias a los que no son miembros, incluida China, actualmente la mayor fuente de recursos de Kirguistán [en].
Cuando el autor de este post de Global Voices entrevistó a Osmonakun Ibraimov, Secretario de Estado durante el mandato de Askar Akayev, primer presidente de Kirguistán, para un artículo [en] en Eurasianet, Ibraimov estuvo muy resuelto en su evaluación de lo que llamó la potencial «económicamente suicida» decisión de entrar a la unión, que actualmente comprende a Rusia, Kazajistán y Bielorrusia.
«Si Atambayev decide entrar a la Unión Aduanera, y aumenta el costo de productos chinos baratos en [los grandes mercados mayoristas] Dordoi y Kara-Suu, habrá una tercera revolución» [en], dijo ominosamente.
Pero Biskek está condenado si lo hace y condenado si no lo hace. Como lo observó [en] Robert Hernandez en un atractivo artículo en Eurasia Review [en], toda acción para ignorar los pícaros encantos de Rusia podrían tener consecuencias desastrosas para un país del tamaño de Kirguistán:
En el Primer Mundo no solemos igualar aranceles de gasolina con revolución… pero en Kirguistán conocen demasiado bien los efectos de comerciar cuando se le usa como arma política. Aunque puede sonar poco probable, es ampliamente aceptado que el punitivo arancel de exportación de la gasolina rusa, implementada en la primavera de 2010, fue el principal instigador que condujo al derrocamento del entonces presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakiev.
¿Libre comercio o sobrevivencia?: Ciertamente, una elección de tómalo o déjalo [en].
Aun así, si un poderoso parlamento tumultuoso, una economía frágil y una incapacidad de atraer inversión extranjera [en] pueden a la larga combinarse para llevar al pobre Atambayev a la bebida [ru], entonces al menos debería disfrutar el aquí y ahora de ser el mandamás. En cualquier caso, ese es el mensaje de The Spektator [en], revista de turismo en inglés de Biskek, que realizó un conmovedor tributo poético [en] a Almasbek en la celebración de su toma de mando:
¡Almas, Almas, por fin en el poder!
El voto fue amañado, el tinte se emitió,
El shyrdak salió del azul real,
Tus rivales dijeron que no era cierto,
Pero, ¿quiénes son ellos, y quién eres tú?No para ellos las togas del estado,
Y cuando los ocho hermanos de Tashiev,
se quejen de ti en su oído,
servirás bien a tu propio pariente (me temo),
Pero tal vez sea un desprestigio.Y Madumarov está molesto,
Nos alegra que nos salvaras de sus agonías,
Para llenar votos – no un delito,
Comparado con asesinato y rapiña,
Es fino – ¡el trono es vuestro!Pero eh, ¡contempla el agitado reino!
Y ahora te tiene a su mando,
Deseo tu fuerza para atormentar a tus adversarios,
No son muy pacientes – deberías saberlo,
Se manifiestan, rugen y derrocan
Entonces, ¡peligroso este barrio!
Ese Karimov no es tan bueno,
Y el toque de Rusia – muy parecido al pegamento,
Mientras China quiere tragarte,
O eso dicen todas las noticias…Pero esas son penas para otros días,
Cuando las campanas doblen y los problemas pesen,
Cuando las segundas esposas hagan exigencias,
y los hijos menores aten tus manos,
Pues ahora eres el hombre – ¡el hombre!