A fines de noviembre, Jaroslaw Kaczyński, líder de Ley y Justicia, el mayor partido de oposición de Polonia, anunció que estaba a favor de reimplantar la pena de muerte para «los delitos más graves». Dijo que la reforma al Código Penal se presentará al Parlamento a fines de este año.

Actualmente, Kaczyński enfrenta un serio cisma en su propio partido [pl], y aunque un mero anuncio de ese parecer sobre la sanción capital puede tratarse como una manera de convencer a algunos votantes, se ha iniciado un enorme debate referente al tema. Como parte de la Unión Europea, es bastante improbable que Polonia modifique la ley de 1997 que eliminó la pena de muerte, pero -como resulta- una gran parte de la sociedad polaca está de acuerdo con el señor Kaczyński. Luego de su declaración, muchos políticos polacos de derecha anunciaron [pl] que habían apoyado la pena capital en privado, aunque aceptaron la ley polaca, que la califica de ilegal.

Una encuesta al respecto, realizada en mayo por el CBOS [Centro de Investigación de Opinión Pública, en], afimó que 61 por ciento de la población polaca pensaba que «la pena de muerte debería usarse como castigo en caso de los delitos más serios» y 34 por ciento de los encuestados  se oponen. La última encuesta, llevada a cabo luego de iniciado el debate por el sitio web del periódico polaco más popular, gazeta.pl [pl], también muestra que la mayoría considera que reimplantar la pena capital es una buena idea.

Según la última encuesta en línea, el 51 por ciento de los encuestados está a favor de reimplantar la pena de muerte para los delitos más graves.

Como el debate público aumentó, la blogósfera tampoco se quedó callada demasiado tiempo. El blogger remigiuszmielczarek [pl], que sostiene estar «en oposición a Kaczyński en todos los otros casos», escribe:

Estoy 100% seguro de que la muerte como castigo para un caso probado de asesinato, un homicidio premeditado, está positivamente merecido y justificado. Esa es mi percepción de justicia –cuando el castigo es igual a la acción cometida. Cuando [Hammurabi] cortaba las manos de un ladrón no era justo, porque su castigo era demasiado severo. Pero de verdad me deja la mente aturdida que un asesino brutal disfrute de su vida, aunque esté preso perpetuamente. ¿Es realmente justo? En mi opinión – no lo es.

[…] En estos días parece inoportuno admitir públicamente el apoyo a la pena de muerte –aunque se dice que la mayoría de las personas la apoya en privado. […] Una cosa es segura: en este caso, la idea de una mayoría democrática no parece funcionar…

Otro blogger, michal1000, que publica en salon24, uno de los mayores portales de blogs de Polonia, escribe [pl]:

No le temo a la pena de muerte […] porque no tiene que aprobarse un juicio de esa naturaleza, ni debe realizarse una sola ejecución. Si nadie asesina a otra persona con brutalidad excepcional, ni viola ni estrangula a una víctima, ni mata a golpes a un niño inocente, no existiría una sentencia como esa. Ninguna de las acciones mencionadas es obligatoria en Polonia, todas son cometidas como un acto de libre albedrío. No puedes ser inocente de esos crímenes y no temerle al castigo capital, o los cometes y enfrentas las consecuencias.

El blogger mojapolskadomowa habla claro [pl] en contra de la pena de muerte:

La brutal lucha por la aprobación del electorado de derecha resulta en otra competencia entre dos grupos con origen en «Ley y Justicia» – los partidarios de Kaczyński y de Ziobro [en]. Jarosław Kaczyński anuncio durante la conferencia de prensa que daría los pasos para hacer más severo el Código Penal. Entre otros cambios, quiere reimplantar la pena de muerte. ¿Quiere Kaczyński robarle la apariencia de comisario a Ziobro? […] Este tipo de castigo no trae alivio ni expiación. No a la pena de muerte.

Otro blogger, nocri, sostiene ser partidario de la pena de muerte, pero no aprueba las acciones de Kaczyński [pl]:

Si, queridos lectores, personamente no tengo nada en contra de la pena de muerte. […] Pero… vivo en Polonia. Acepté la decisión de que mi país formara parte de la Unión Europea. Y con eso acepté las restricciones legales, que obligan a mi país a  abolir esta clase de cruel devolución. Y porque así fue, debo aceptar el hecho de que reimplantar la pena de muerte en Polonia es legalmente imposible. Ese es el resultado de un compromiso, que he aceptado.

Es por eso que no puedo entender por qué algunos políticos siguen tratando de ganar algo jugando a la «carta de la pena de muerte». Supongo que es porque es bastante fácil jugar con las emociones de la gente. Pero esta clase de juego político solamente merece ser condenado. No es realista, es populismo. Me avergüenzo de usted, señor Kaczyński, y no es la primera vez.

Según la investigación de medios sociales realizada por Social Media Kompas, la mayoría de posts sobre el tema fueron enviados por usuarios de Twitter [pl]. Uno de ellos, @gkaczmarek, afirmó:

Hace apenas unos años, más del 70% de los polacos apoyaban la pena de muerte, así que el 51% de ahora no me sorprende nada.

Otro, @nmaliszewski, escribió [pl]:

Y para resumir- no sorprende que el apoyo a Ley y Justicia disminuya. Los polacos luchan para ganarse la vida y todo lo que Kaczyński piensa es en pena de muerte y marchas.

Comparando las declaraciones de Kaczyński sobre la pena de muerte, @gregorius74 encuentra contradictorias algunas de ellas [pl]:

Ley y Justicia está a favor de la pena de muerte, pero solamente en Polonia. Cuando se trata de Bielorrusia, ya no es tan cierto. Muy patriótico :))

Aunque el Papa Benedicto XVI ha afirmado claramente que la Iglesia se opone a la pena de muerte y la describió como cruel e innecesaria, Kaczyński, que se considera creyente, no ve ningún conflicto, y menciona «la larga historia de la aprobación de la Iglesia a la pena de muerte». Hace algunos días, en reacción a la declaración de Kaczyński, el Cardenal Arzobispo de Varsovia Kazimierz Nycz dijo que «solamente Dios puede tomar una vida» [pl]. El blogger mylilefeluke comenta sobre la situación [pl]:

Parece que últimamente algunos de los católicos se han vuelto locos, quieren reimplantar la pena de muerte  -en nombre de Cristo- como dicen. Son los primeros en decir  «no mates, toda vida es sagrada», quieren proteger la vida, y después ese grupo de hipócritas quiere traer de vuelta el castigo capital. Esta forma de pensar es muy antigua, y aunque es de otra era, siempre estará acá porque la gente siempre comete los mismos errores, no aprenden del pasado.