Brasil: ¿Cuántas vidas cuesta la tierra guaraní-kaiowá?

Este post post es parte de nuestra cobertura especial Derechos Indígenas.

En las últimas décadas, Brasil ha consolidado su posición como uno de los exportadores líderes de bienes agrícolas y biocombustibles del mundo. Mato Grosso del Sur, uno de sus estados más grandes, es el líder nacional en producción de granos de soya y caña de azúcar.

No es coincidencia que Mato Grosso del Sur sea también la misma área donde el pueblo indígena Guaraní Kaiowá esté desapareciendo rápidamente -y no por causas naturales. Unos 250 Guaraní Kaiowá han sido asesinados en Mato Grosso del Sur en los últimos ocho años, mientras los conflictos con los crecientes intereses agroeconómicos hacen del estado fronterizo con Paraguay el más peligroso de habitar por los pueblos indígenas.

El pasado noviembre, 42 pistoleros [pt] atacaron la reserva indígena en Amambaí, Mato Grosso del Sur, ejecutando a Nísio Gomes, de 59 años, jefe de los Guaraní Kaiowá, y a varios otros pobladores. Los pistoleros se llevaron el cuerpo del jefe, para así ocultar la evidencia.

Screenshot of The Dark Side of Green documentary

Captura de pantalla del documental El Lado Oscuro del Verde

En respuesta a la masacre, estudiantes Guaraní Kaiowá de la Universidad Federal de Mato Grosso del Sur (UFMS) escribieron una carta de protesta pública [pt] en la que describían la situación actual:

Parece que o nazismo está presente aqui. Parece que o Mato Grosso do Sul se tornou um campo de fuzilamento dos povos indígenas. (…) Nós podemos dizer que o estado, os políticos e a sociedade são cúmplices dessa violência quando eles não falam nada, quando não fazem nada para isso mudar. Os índios se tornaram os novos judeus.

Parece que el nazismo está presente. Parece que Mato Grosso del Sur se ha convertido en un campo de tiro de gente indígena. (…) Podemos decir que el Estado, los políticos y la sociedad son cómplices de esta violencia al no decir nada, al no hacer nada por el cambio. Los pueblos indígenas son los nuevos judíos.

Tal y como sucedió en muchos campos de concentración durante el Holocausto, ahora los indígenas de Brasil terminan trabajando -a menudo en situaciones similares a la esclavitud- para aquellos que los despojaron de sus tierras y mataron a sus parientes. Las tierras de sus ancestros han sido robadas y ahora son obligados a trabajar en moliendas de azúcar, cosechando caña de azúcar del amanecer al anochecer, ganando «salarios lamentables» y siendo «expuestos a condiciones de trabajo inhumanas», como reporta [pdf; en] Survival International.

Screenshot of The Dark Side of Green documentary

Captura de pantalla del documental El Lado Oscuro del Verde

Geraldine Kutis, consultora de relaciones internacionales del Sindicato de la Industria de la Caña de Azúcar (UNICA), una organización que promueve el etanol como materia prima global, fue entrevistada para À Sombra de um Delírio Verde (El Lado Oscuro del Verde) [pt], un documental acerca del vínculo entre el genocidio de los Guaraní Kaiowá y el precipitado crecimiento de la producción de cada de azúcar. En él, Kutis dice:

em termos de crescimento, costumamos dizer que o céu é o limite.

En términos de crecimiento, con frecuencia decimos que el cielo es el límite.

Documental El Lado Oscuro del Verde de Mídia Livre en Vimeo.

El blogger Leonardo Sakamoto reporta [pt] que mientras los ingresos de la producción y las industrias agrícolas han alcanzado niveles exhorbitantes:

o guarani continua sendo persona non grata em sua própria terra. Do total de 74 Terras Indígenas homologadas pelo governo federal do início de 2003 até outubro de 2009, apenas três contemplaram o povo guarani, uma das maiores populações indígenas do país.

Los Guaraní siguen siendo persona non grata en su propia tierra. De todos los 74 territorios indígenas aprobados por el Gobierno Federal a principios de 2003 hasta octubre de 2009, sólo tres consideraron los intereses del pueblo Guaraní, una de las poblaciones indígenas más grandes del país.

De acuerdo a un estudio realizado para El Lado Oscuro del Verde, más del 90% de las familias Guaraní Kaiowá dependen de las raciones de alimentos otorgadas por el gobierno para subsistir y estas no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de la gente.

Mártires para las ancestrales tierras indígenas

Screenshot of The Dark Side of Green documentary

Captura de pantalla del documental El Lado Oscuro del Verde

El jefe Nísio Gomes [pt] se ha convertido en un martir más del genocidio que enfrentan los Guaraní Kaiowá de Brasil [pt] y él se ha vuelto un símbolo más de la lucha por las ancestrales tierras indígenas.

En noviembre de 2010, Global Voices reportó sobre el juicio a los asesinos de Marcos Veron, otro jefe indígena asesinado en 2003. Los acusados fueron liberados en 2007. El juicio estaba pautado para comenzar en mayo de 2010, pero fue cancelado y pospuesto de nuevo hasta febrero de 2011 [en].

Apenas ahora, el Primer Tribunal Penal Federal de São Paulo finalmente llegó a un veredicto [pt] en 2011: los acusados -Carlos Roberto dos Santos, Jorge Cristaldo Insabralde y Stephen Romero- fueron absueltos de la muerte de Veron, pero convictos por secuestro, tortura, perjuicio y entrenamiento de pandillas. Los hombres fueron sentenciados a 12 años y tres meses en prisión, pero como ya han cumplido cuatro años de cárcel, tienen derecho a salir libres introduciendo una apelación, como reportó [en] Survival International.

A principios de diciembre, Ladio Veron, el hijo del difunto jefe, en una entrevista grabada en video, reforzó la necesidad de informar sobre la situación [pt] de los Guaraní Kaiowá:

O que se vê hoje nas nossas terras, ali em Mato Grosso do Sul, é uma devastação total, onde o pé de cana vale mais que o índio, vale mais que uma criança indígena. Onde o boi vale mais do que uma comunidade indígena. Onde o pé de soja tem mais valor, e as nossas terras hoje são cobertas de vários outros empreendimentos, por enquanto construíram 18 usinas em cima das terras indígenas (…) mas no total são 40 usinas para ser construídas. Não se vê mais mato além de cana, soja e boi.

Lo que ven hoy en nuestra tierra, en Mato Grosso del Sur, es una total devastación, donde el tallo de la caña vale más que un indígena; vale más que un niño indígena. Donde una vaca vale más que una comunidad indígena. Donde un brote de granos de soya tiene más valor y nuestras tierras ahora están cubiertas con muchas otras empresas. Hasta ahora, han construido 18 plantas eléctricas sobre tierras indígenas (…) pero en total hay 40 plantas a ser construidas. Ya no se puede ver la sabana, sólo caña de azúcar, [plantaciones de] granos de soya y [ranchos ganaderos de] vacas.

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