Sudán del Sur: Crisis humanitaria en el país más nuevo del mundo

Esta entrada forma parte de nuestro seguimiento especial del Referendum de Sudán del Sur de 2011

En julio de 2011, hace menos de un año, Sudán del Sur declaraba su independencia y pasaba a convertirse en el país más joven del mundo pero todavía al día de hoy padece una crisis humanitaria. La guerra civil entre el africano Sudán del Sur y el árabe Sudán del Norte ya se ha cobrado un millón y medio de vidas y las organizaciones internacionales advierten que los problemas distan mucho de estar resueltos.

A modo de ejemplo, a principios de este año Sudán del Sur declaró zona de catástrófe el estado de Junqali, después de que cerca de 100.000 personas se vieran obligadas a huir de los combates entre las tribus rivales Lou Nuer y Murle [en]. Las Naciones Unidas ya han iniciado un dispositivo de emergencia [en] para asistir a unas 60.000 personas.

El blog Borgen Project ofrece una profunda mirada de los últimos problemas tribales [en]:

Se dice que estas disputas se iniciaron con ataques al ganado pero que han ido creciendo sin control. Conflictos como estas «vendetta contra el ganado» al igual que otros enfrentamientos entre grupos rivales son habituales en Sudán del Sur. Las Naciones Unidas afirma que unas 350.000 personas fueron desplazadas por causa de este tipo de violencia en el último año.

Estos enfrentamientos entre comunidades suponen un gran reto para el nuevo gobierno de Sudán del Sur. Como estado nuevo, el país enfrenta la tarea de establecer un sistema gubernamental efectivo. Además, Sudán del Sur es una de las regiones más pobres del mundo: apenas cuenta con carreteras, escuelas, centros médicos u otras infraestructuras vitales. El débil desarrollo económico alimenta la inestabilidad y conlleva un aumento de los enfrentamientos como estos últimos en Junqali.

Displaced population caused by cattle raiding in Pibor county, Jonglei State © Liang Zi/Médecins Sans Frontières (MSF)

Población desplazada por motivo de las luchas por el ganado en el condado de Pibor, estado de Junqali. © Liang Zi/Médecins Sans Frontières (MSF)

El Catholic Relief Services (Servicios de Ayuda Católica), una organización humanitaria presente en Sudán del Sur, añade:

El conflictivo estado de Junqali es desde hace mucho tiempo escenario de disputas entre etnias, ataques contra el ganado, secuestros y a veces incluso enfrentamientos violentos para acaparar las escasez de recursos. Los ataques más recientes fueron protagonizados por el autoproclamado Ejército Blanco Nuer, un grupo de unos 6.000 jóvenes armados de la etnia Lou Nuer. Los portavoces del grupo armado insisten en que su intención era recuperar el ganado robado y los 180 niños que, según ellos, fueron secuestrados por un grupo étnico vecino, los Murle.

[…]

“Después de casi cuatro décadas de trabajo en Sudán y Sudán del Sur, el CRS reconoce que el desarrollo sostenible y la paz están estrechamente ligados», declara Boyd. «Para contribuir a una mejora duradera a nivel de servicios básicos y oportunidades económicas accesibles para la población de Sudán del Sur es imperativo dar apoyo a las comunidades para encontrar métodos significativos y concretos para resolver sus diferencias y poner fin a este devastador conflicto. Al mismo tiempo, las tensiones entre etnias a menudo empeoran por causa de la escasez de servicios básicos como acceso al agua, escuelas u hospitales. El desarrollo y la paz tienen que llegar al mismo tiempo».

Otra organización internacional, Oxfam, también relaciona el fin de los conflictos con el abastecimiento de bienes y servicios [en]:

Ahora que Sudán del Sur emerge como nueva nación, seguramente no exista un problema más acuciante para sus habitantes, y puede que para la estabilidad de toda la nación, que las inversiones que se realicen en el sector agrícola y en materia de seguridad alimentaria a largo plazo.

[…]

La comunidad internacional ha invertido cantidades colosales para guiar a Sudán y a Sudán del Sur hacia los Acuerdos de Paz Norte-Sur e independencia. Sin embargo, el trabajo no hace más que empezar y los donantes deben redoblar sus compromisos a fin de ayudar a que Sudán del Sur supere los retos de la inseguridad, los desplazamientos, y las sequías e inundaciones cíclicas.

Para llegar a ser una nación en paz consigo misma y con sus vecinos, será necesario que Sudán del Sur tenga acceso a un equilibrio estable de la asistencia al desarrollo previsible durante varios años así como a un apoyo continuo a sus necesidades humanitarias centradas en la consolidación de la capacidad de gestión de la preparación para situaciones de emergencia y catástrofe.

También es importante invertir en programas de Reducción de Riesgo de Desastre y resistencia lo que permitirá a las comunidades prevenir, mitigar y recuperarse rápidamente de una crisis humanitaria. Los donantes deberían asimismo considerar a la sociedad civil emergente de Sudán del Sur como un actor serio en la distribución de la asistencia humanitaria y del desarrollo que complementa los programas del estado y del sector privado.

Médecins Sans Frontières (MSF) también ofrece su análisis de la situación [en]:

“Miles de personas han huido de Lekongole y Pibor durante la última semana y ahora se esconden en la sabana, temiendo por sus vidas», dijo Parthesarathy Rajendran, jefe de misión de MSF en Sudán del Sur. «Huyeron deprisa sin llevar con ellos comida ni agua, algunos de ellos seguramente se encuentren heridos y ahora se encuentran solos, escondidos y lejos de toda asistencia humanitaria».

La aldea de Lekongole ha sido arrasada y un equipo de MSF, que había evaluado la situación en Pibor el 28 de diciembre, la describió como una «aldea fantasma», de la que había huido todo el mundo hacia la campiña de los alrededores. Mientras la gente siga escondiéndose en la sabana nos resultará imposible acceder a ellos para limpiar y tapar las heridas, curar enfermedades y proporcionar asistencia básica. Cuanto más tiempo permanezcan allí peor será la situación para los heridos y enfermos.

[…]

“Ahora mismo hay varias situaciones desesperadas asolando el país», añade Rajendran. «Actualmente nuestros equipos médicos están atendiendo a los refugiados que huyen del vecino Sudán. Esto nos recuerda con claridad que a pesar de la independencia las situaciones de emergencia siguen estando presentes y la capacidad para responder a emergencias humanitarias sigue siendo una prioridad absoluta».

Bill's Space comenta [en]:

Parece que fue solo hace unos meses cuando presenciamos la creación de una nueva nación en África, suceso que tuvo lugar con la independencia de Sudán del Sur de Sudán. Pero parece que un nuevo nombre y una nueva existencia apenas cambia las cosas en esa parte el mundo. Veo informes en los que pone que fueron asesinadas 3000 personas en Sudán del Sur en enfrentamientos étnicos que obligaron a otras miles de personas a huir – aunque «huir» parece que es lo que parte de la población del Sudán original ha estado haciendo durante décadas. Este tipo de asesinatos en masa o masacres parece que han sido cometidos a pesar de la presencia de personal de Naciones Unidas y del ejército sursudanés entre otros. Se dice que es el peor brote de violencia en una nación tan joven desde su separación de Sudán en julio y parece que esta violencia es algo continuo […].

Otros se muestran más cínicos con respecto al objetivo fijado de la comunidad internacional en materia de ayuda a Sudán del Sur, incluida una entrada satírica de The Imprudent Observer (El observador imprudente) titulada Death in Sudan, Who Cares? [en] (¿Muerte en Sudán, a quién le importa?) donde se ridiculiza particularmente a los Estados Unidos:

Este intrépido reportero le pidió a los prominentes líderes estadounidenses que reaccionasen ante esta matanza de inocentes.

George Bush:  «La clave está en saber si hay armas de destrucción masiva en Sudán del Sur que supongan una amenaza para la seguridad de Estados Unidos».

Michele Bachmann: «¿Sudán del Sur» ¿Está cerca de Nueva Orleáns»?

Herman Cain: «Me pregunta si alguien estaría interesado en comerse una buena pizza».

Ron Santorum: «Aconsejaría a esas desafortunadas personas que le rezasen a Dios»

Mitt Romney:  «Estados Unidos da su pésame a los perseguidos. Informaré al cuartel general de los mormones para que envíen más misioneros».

Newt Gingrich:  «Si los líderes sursudaneses se ponen en contacto conmigo, tengo varias ideas interesantes que podrían serles útiles y mi organización ofrece un descuento de inicio de año».

Barack Obama: «Nosotros abandonamos las regiones en conflicto, no vamos a ellas».

Para conocer las últimas noticias de la situación de Sudán del Sur, PannLuel Wël, residente en Washington, escribe en el blog PannLuel Wël: South Sudanese Blogger [en], así como en Twitter @PaanLuelWel2011.

Esta entrada forma parte de nuestro seguimiento especial del Referendum de Sudán del Sur de 2011

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