En los últimos 33 años desde la Revolución Islámica, Irán ha sido una especie de paraíso para los clérigos islámicos, quienes han ganado poder y dominio sobre el país. Pero no para todos ellos. Mohammad Sadegh (Arash) Honarvar Shojayi, es un clérigo y un blogger que actualmente está compartiendo la pena de prisión por sus ideas y escritos, junto con muchos otros presos. ¿Acaso la República Islámica ha democratizado la represión? En octubre de 2011, después de una año de prisión, el blogger fue sentenciado [en] a cuatro años de prisión y a latigazos.
Arash Honarvar Shojayi tenía perfiles en Facebook, Twitter, y un blog [fa]. Él es un crítico [en] del concepto de la Tutela de los Juristas [en] (Vlayat faqih), que significa que el liderazgo recae sobre un sólo clérigo, posición actualmente en manos del Ayatolá Ali Jomenei. Arash Honarvar fue acusado de actividades de propaganda y actividades contra la seguridad nacional, así como de difamar al régimen y al clero. Fue liberado recientemente debido a problemas de salud, pero fue arrestado nuevamente después de una entrevista. Ha estado en huelga de hambre desde el lunes pasado.
El blog de Youth for Human Rights (Jóvenes por los Derechos Humanos) dice [fa]:
Arash Honarvar Shojayi había sido uno de los presos políticos en la sección 350 en la Prisión de Evin, pero fue transferido a la sección 325 con clérigos encarcelados que no comparten sus ideas críticas. Las autoridades le advirtieron que si él continuaba con la huelga de hambre, nadie en esa sección tendría derecho a recibir llamadas telefónicas. Tales advertencias están hechas para incitar a otros prisioneros a incrementar la presión sobre Mohammad Sadegh Honarvar Shojayi.
Desde el establecimiento de la República Islámica de Irán en 1979, las serias violaciones a los derechos han continuado. Las víctimas incluyen una amplia gama de miembros pertenecientes a la oposición política, desde grupos de izquierda a monarquistas, así como de minorías étnicas y religiosas. También ha habido un patrón de restricciones impuestas a los líderes religiosos chiítas que se opusieron a los principios fundamentales del sistema político iraní, como el «velayat-e faqih».