Las 50 familias que integran el quilombo* Rio dos Macacos, una de las comunidades de descendientes de esclavos más antiguas de Brasil, serán desalojadas el día 4 de marzo de 2012. Sus tierras son reclamadas por la Marina de Brasil, que intenta ampliar un área residencial para sus oficiales en el mismo terreno que ocupa la comunidad, ubicado en la frontera entre Salvador y Simões Filho, en el estado de Bahía.
Varios movimientos sociales se han manifestado en contra [pt] de esta «flagrante falta de respeto por derechos humanos fundamentales», motivada por lo que algunos describen como «racismo institucional» [pt].
Dentro de la comunidad [pt] hay «personas de más de 100 años de edad que nacieron y vivieron toda su vida en ese lugar», y que afirman [pt] que «no permitirán ser desalojadas».
En un breve documental publicado por la asociación Bahia na Rede [pt], algunos miembros de la comunidad denuncian [pt] «que están atrapados en un área cuyo acceso está siendo controlado por militares, que están teniendo dificultades para ingresar y salir de la zona y que sufren amenazas de desalojo y agresiones todos los días, en un área reconocida por la Fundación Palmares [institución pública [pt] ligada alMinisterio de Cultura cuyo fin es promover y preservar la cultura afro-brasileña] como territorio quilombola»:
sob regime de tensão e violência, aterrorizados: [os quilombolas] garantem que passam a noite acordados com medo de morrer (soldados passeiam à noite toda pelas suas roças) e têm medo de sair pois quando voltar poderão encontrar a casa derrubada. O acesso à comunidade é controlado pelo portão de entrada daVila Militar, um condomínio de residências de sub-oficiais daMarinha; e os conflitos vêm, sobretudo, com a construção desta Vila, a partir de 1971. As famílias daárea foram removidas e desalojadas. Hoje estão proibidas de plantar e sendo expulsas daárea.
La tierra es un derecho
Los quilombolas, descendientes de africanos que fueron apartados de sus tierras, esclavizados y trasladados a Brasil por la fuerza durante la época colonial, se encuentran bajo una nueva amenaza de perder sus hogares a pesar del derecho a la tierra que les confiere la Constitución Nacional.
Durante un «Acto en apoyo a la comunidad quilombola Rio dos Macacos», que tuvo lugar el día 6 de febrero, el representante de la Asociación de Abogados de Trabajadores Rurales (AATR), Pedro Diamantino, describió [pt] el marco legal:
o artigo 68 das disposições transitórias daCF [Constituição Federal] garante “aos remanescentes das comunidades dos quilombos que estejam ocupando suas terras” a propriedade definitiva, porém este artigo até hoje não foi regulamentado, o que gera instabilidade jurídica. A demarcação de terras quilombolas atualmente está lastreada no decreto federal 4887/2003, que é um instrumento jurídico insuficiente para garantir a posse definitiva daterra.
El diputado nacional Luis Alberto agregó [pt] lo siguiente:
tramitam na Câmara dos Deputados um projeto de emenda à Constituição Federal (CF) que pretende avocar para o poder legislativo a regularização das terras quilombolas – hoje à cargo da Fundação Palmares e do Incra – e outros projetos que pretendem anular todos os decretos em favor dos quilombos.
Las tierras que ocupa la comunidad quilombola Rio dos Macacos fueron donadas por la municipalidad de Salvador a la Marina de Brasil a mediados de la década de 1960. En aquel entonces, la existencia de habitantes fue registrada [pt] y la Marina se hizo responsable de cualquier tipo de compensación necesaria durante la transferencia de las tierras.
Hacia fines de 2009, la Marina presentó una propuesta de desalojo a la Justicia local. Un año después, el juez de la Sala 10ª del Tribunal Superior de Bahía la habilitó [pt]; el desalojo fue programado para el día 4 de noviembre de 2011 —exactamente un mes después que el Diário Oficial da União publicara el certificado en el que se reconoce a Rio dos Macacos como parte de la Comunidad Quilombola, y del cual derivó un Certificado de Auto Reconocimiento. Finalmente, la Justicia Federal pospuso [pt] la orden de desalojo para el día 4 de marzo de 2012 (4 meses después).
Todos somos el quilombo Rio dos Macacos
El año comenzó con una protesta alrededor de la Base Naval, donde la presidenta Dilma Rousseff pasaba sus vacaciones. Tania Lobo publicó una serie de fotografías de la protesta en Youtube. Allí es posible observar los carteles de los manifestantes, algunos de los cuales decían: «¿Ud. permitirá que esto suceda, presidenta?», «La Marina quiere expulsar a la comunidad quilombola Rio dos Macacos», «La comunidad (…) pide una solución justa, legal e inmediata», y «La Marina prohíbe el ingreso del INCRA a la comunidad Rio dos Macacos».
Mientras esto sucedía, se multiplicaban acciones solidarias tales como la declaración colectiva [pt] «Todos somos el quilombo Rio dos Macacos», llevada a cabo por varias figuras públicas, músicos, poetas y activistas de distintos movimientos sociales de Bahía.
El manifiesto de la comunidad fue publicado también en numerosos blogos y en una página de Facebook [pt] bajo el mismo nombre. Las demandas son:
providências imediatas por parte daPresidenta daRepública e pelo Ministro da Defesa, pelo fim daviolação dos direitos humanos, pelo garantia dos direitos quilombolas e pela imediata regularização fundiária do Território da Comunidade Quilombola Rio dos Macacos
Un informe realizado durante el año 2011 por la Comissão Pró-Índio de San Pablo acerca de las tierras de los quilombola [pt], publicado el 15 de febrero de 2012, revela que durante el primer año del mandato de Dilma Rousseff el gobierno nacional otorgó título de propiedad de las tierras a solo una comunidad quilombola, y que «en Brasil el total de comunidades de este tipo cuya situación se ha legalizado es de 110, lo que equivale a solo un 6% de las 3000 comunidades quilombolas estimadas en el país».
* En Brasil se denomina quilombo (en algunos otros países, palenque) a un lugar alejado y de difícil acceso en el que se refugiaban los esclavos negros fugitivos durante el período colonial americano.
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