El periodista saudita Hamza Kashgari inflamó las redes sociales cuando, hace dos semanas, tuiteó una conversación imaginaria con el profeta Mohammed (Mahoma). En sus tuiteos, que ya han sido borrados, escribió al Profeta: «Me gusta el rollo rebelde que tienes» pero «no me gusta el halo de divinidad que hay a tu alrededor. No voy a rezarte». También escribió «te daré la mano como a un igual… hablaré contigo como amigo, nada más».
Poco después de publicar estos tuiteos, Kashgazi comenzó a recibir amenazas de muerte. Su dirección se publicó en una red social y personas religiosas comenzaron a pedir su ejecución o su juicio por apostasía. El 8 de febrero huyó del país con rumbo a Nueva Zelanda… Pero las autoridades locales lo capturaron a su paso por Malasia; poco después se ha sabido que Arabia Saudita había emitido una orden de extradición.
El ministro de Interior de Malasia ha sido citado [en] diciendo que Malasia repatriaría a Kashgari a Arabia Saudita. Se creó una página de Facebook [en] en solidaridad con Kashgari y a mitad de la semana ya contaba con más de 1500 seguidores.
En el momento en el que se escribe este post ya se ha hecho un llamamiento para impedir que las autoridades de Malasia deporten a Kashgari:
@FadiahNadwa: El juez Rohana Yusuf jz ha emitido una orden provisional para detener la deportación de #HamzaKashgari a Arabia Saudita. Los tribunales están en proceso de emitir una orden para la policía.
Existen, sin embargo, informaciones confusas sobre una posible extradición de Kashgari ya efectuada:
Una batalla de opiniones
En las redes sociales se está librando una batalla de opiniones, y muchos ciudadanos sauditas piden que Kashgari sea condenado. Sus llamamientos parecen superar a las llamadas de la comunidad internacional, de ciudadanos malayos y sauditas que piden que Malasia no extradite a Kashgari.
El blogger saudita Ahmed Al Omran cree [en] que el asunto es más complejo de lo que parece:
Entiendo que muchos musulmanes se sientan ofendidos por cualquier asunto que concierna al profeta. Pero no pienso que ésta sea la explicación de todo este episodio. Sí, muchos son muy extrictos sobre estas cosas y por ello reaccionan así. Sin embargo, está claro que muchos seguidores de la derecha han decidido aprovechar este asunto para ganar puntos y logros políticos. Lo tienen fácil.
Mientras algunos ven a gente conservadora y religiosa defendiendo el honor del Profeta porque tienen fe, otros dicen que hay más cosas detrás, que de hecho, es parte de un plan a largo plazo.
Mariam, que trabaja para Arab News, está aterrada por las acusaciones que se hacen:
@onlymytweets: No recuerdo ningún Ayah ni ningún Hadith en el que Dios haya dado autoridad a la humanidad para juzgar. ¿Soy solo yo? #HamzaKashgari @SalmaanTaseer
La saudí-americana Bint Talal, quien se describe a sí misma como poetisa, comparte su inquietud sobre la suerte de Hamza Kashgari. Escribe:
@majda72: Quiero irme a dormir pero me consume la preocupación por #HamzaKashgari Me quedo revisando el Twitter y temo lo peor.
@RFatani está enfadado por las reacciones en las redes sociales:
@RFatani: Miles de tuiteos piden la cabeza de #HamzaKashgari! Se les debería prohibir la entrada a los países que tienen leyes contra la «incitación al odio»
El escritor Khaled Almaeena [ar] expresa en sus tuiteos el sentimiento ampliamente generalizado de que los castigos con los que se amenaza son desproporcionados:
Entre los que en Arabia Saudita están contentos de que Kashgari pueda ser extraditado, se encuentra @AboTamem, quien tuiteó:
@AboTamem: @nsurendrann Nuestro hermano HAMZA está de camino a casa…No está sujeto a tu ley!!#hamzakashgari
@mkabmr creía también que Kashgari fue demasiado lejos:
@mkambr: Personalmente, cualquiera que ridiculice al profeta Muhammad («la paz sea con él») es persona non grata #HamzaKashgari
Pero un tuiteo de @ArabRevolution fue más representativo en cuanto al sentimiento general en Twitter:
@ArabRevolution: Sólo digo que, ni yo ni millones de musulmanes, estamos de acuerdo con lo que Arabia Saudita decide hacer con #HamzaKashgari #freehamza
Actualización – Luego de publicado este post, Hamza Kashgari llegó deportado a Arabia Saudita y hasta el momento se encuentra encarcelado, a la espera de un juicio que podría condenarlo a la pena de muerte.