Ha habido muy variadas reacciones a la decisiva victoria [en] de la Primera Ministra Julia Gillard sobre su antecesor PM Kevin Rudd en el desafío por el liderazgo. El voto entre los parlamentarios del Partido Laborista Australiano (la asamblea) fue de 71 – 31, a pesar de las encuestas de opinión que mostraban una mucha mayor popularidad de Rudd entre los votantes.
¿Puede ella unir al partido y asegurarse que su único oponente sea el Lider Opositor Tony Abbott?
El mundo de los blogs ha estado activo estimando si será un nuevo y fresco comienzo para el gobierno de Gillard. En su blog progresista Opinión Pública [en], Gary Sauer-Thompson es pesismista:
Toda la retórica sobre la sanación debería ser tomada con pinzas. Las heridas están demasiado expuestas y son profundas, hay una desconección fundamental entre el Gobierno de Gillard y la mayoría del electorado australiano, el Gobierno de Gillard enfrenta la amenaza existencial de ser destruido en la elección del 2013, y la oposición liderada por Abbott solo incrementará su lucha en contra.
Este es un gobierno sometido. Está peleando problemas de autoridad, legitimidad y confianza en tiempos difíciles entre la ansiedad generada por las reformas políticas.
En el sitio de noticias The Drum [en], el maestro de secundaria retirado, Malcolm Farnsworth, vé esto como un caso de «hundirse o nadar» juntos por el Partido Laborista Australiano:
Los miembros de la asamblea partidista laborista se han unido a Julia Gillard. Es imposible imaginar una resurrección de Rudd.
… El mensaje al electorado es además rígido y directo. Olviden a Kevin Rudd, él no va a volver. Era junio del 2010 en ese entonces. Ahora es Gillard o Abbott. Hagan su elección.
No subestimen a Julia Gillard [en] es la advertencia del opositor al gobierno Steve Kates en los ‘libertarios y de centro-derecha’ Catallaxy Files:
Gana ella, y ahora es la Primer Ministro más poderosa que este país ha tenido en años. No hay nada que ella quiera que esté más allá de su alcance, estando en buenos términos como ella lo está con sus más allegados del Partido Verde.
… Temo que la gente prejuzga la competencia de Julia. Ella se ha mostrado increíblemente capaz para el trabajo de liderar un partido y es ella quien es la Primera Ministra…
Cosimina [en], ‘Marca de Imagen Personal y Corporativa’, está al tanto de los peligros de resaltar la apariencia de una política de sexo femenino pero de todas maneras lo hace:
Para que ella gane exitosamente la próxima elección el Partido Laborista debe trabajar muy árduamente en la reconstrucción de la Apariencia e Imagen de Gillard.
…Los cambios en su apariencia necesitan ser discretos y contínuos. Julia necesita vestirse con autoridad…
… Julia necesita trabajar en su tono de voz, velocidad, y en sus técnicas de respiración. Un comentario que siempre me hacen es: “ella está rígida” así que el lenguaje corporal y sus movimientos definitivamente necesitan atención…
Los políticos no deberían preocuparse sobre la vestimenta y la moda pero lamentablemente somos una sociedad que juzga – así que acepten esto y trabájenlo.
Rob Burgess del diario «El Espectador de Negocios» es totalmente optimista en cuanto a que Gillard es ahora una amenaza real para Abbott [en], esperando que un debate de normas reemplaze a las políticas sobre personalidad:
Así que dejen que la competencia de ideas, y la comunicación de esas ideas comience. Si Abbott realmente responde a ese desafío, Gillard está acabada.
Pero si algo como un debate político serio emerge en este país en los próximos 17 meses hay una gran chance de que Aboot tenga un problema.
Como miembro del Partido Liberal de Abbott, el blog El Rojo y el Azul de Yale Stephens vé el vaso que falta y no la mitad del vaso lleno:
Ella no le gusta a la gente; no confían en ella; no creen en nada de lo que ella tenga para decir; y ciertamente no la apoyan.
Hoy ha habido mucha retórica de parte de las corrientes laboristas sobre la necesidad imperativa de la unión de todos; para “curar;” y para “unificar.”
Todo eso es un sentimiento noble, pero el problema persiste: Rudd pudo haber sido un problemático desleal, pero en el último de los casos el problema del gobierno es su lider.
En contraste, el usuario «Poniéndose al día» de un blog australiano propone la pregunta ¿Sabes quién es nuestra Primera Ministra? [en]:
Creo que la mayoría no.
Muchos no la conocen, pero todos saben que es mala, astuta y una mentirosa.
La respuesta:
Lo que sí sabemos: Aquéllos que la conocen personalmente y son allegados, no tienen nada más que elogios por su coraje, su habilidad y su lealtad.
El profesor de Derecho James Allan, quien escribe para el Panel Central Conservador para Estudios Independientes, está Buscando una analogía [en]:
Luego está la corriente Laborista federal. Si alguien piensa que puede haber unión después de esto, que el partido puede reunirse y continuar con las cosas, entonces me gustaría fumar lo que él está fumando.
¿Y cómo puede ahora Gillard lidiar con la campaña de elección Liberal cuando ésta repite todas las acusaciones hechas primeramente por los mismos Laboristas?
Finalmente, la inevitable sátira deportiva provino del «Gusano Blanco» (el nombre refiere a los árbitros de béisbol que tradicionalmente vestían de blanco) en Rudd se prepara para desafiar a Gillard como el propietario número 1 de tickets de los Bulldogs. «Los Bulldogs del Oeste» es el club de una liga de fútbol australiana ubicada en Footscray, parte del electorado de Julia Gillard. La primera ministra estará esperando que su ladrido sea por lo menos igual a su mordida.