El Presidente de la Asociación de Prensa de Granada, Antonio Mora, estaba presentando una exposición de fotografía en Granada, España, sobre las relaciones entre Israel y España el martes 6 de marzo, cuando activistas anti-ocupación de la organización Plataforma Andalucía con Palestina entraron en la sala. Las activistas llevaban banderas palestinas y gritaban: «Boicot a Israel» y «No a la imposición Sionista» en protesta contra el apoyo de España a la ocupación israelita de Palestina a través de este tipo de actos.
Las activistas no se fueron cuando Mora les pidió que guardaran silencio, visiblemente impaciente e irritado por su presencia. ¿Qué sucedió después? La respuesta es tan surrealista que deben verla ustedes mismos. He aquí el enlace al vídeo [1].
Sorprendentemente, Mora se quita el cinturón y lo levanta como para golpear a la activista con él, mientras una segunda chica graba la escena con su móvil. Unos segundos después, deja caer el cinturón e intenta empujar a la otra activista fuera del edificio.
El hecho de que precisamente esta reacción provenga del presidente de una asociación de prensa aumenta el impacto y la incredulidad entre los españoles en la red, que han inundado twitter con todo tipo de comentarios, e incluso, han creado una etiqueta con el nombre del presidente: #antoniomora [2]. El periodista Juan Luis Sánchez [3] tuiteó:
Lo que da miedo no es que se ponga violento, sino su gesto de sacarse la correa y doblarla friamente. Como si lo hubiera hecho antes.
La periodista Lydia Molina [4] coincide con él:
Lo más perturbador es la tranquilidad con la que se quita la correa para pegarle a la chavala. No será la primera vez.
El Sindicato de Periodistas de Andalucía ha pedido la dimisión de Mora [5], que ya se ha hecho efectiva [6]. De acuerdo con los representantes del Sindicato:
Consideramos esta conducta inaceptable por entender que la actitud del Presidente de la Asociación es más propia de otros tiempos vividos en España durante la dictadura franquista en la que a mujeres, niños y animales se les pretendía corregir sus actitudes o castigar a golpes de correa.