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Uganda: ¿Puede un vídeo viral realmente detener a Kony?

Categorías: África Subsahariana, Uganda, Activismo digital, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos

Una película centrada en Joseph Kony [1] -el dirigente de un grupo guerrillero de Uganda, actualmente buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad- y dirigida a hacerle «famoso» para facilitar su arresto, ha sacudido internet como una tormenta, situando #StopKony [2] [en] en la lista de «temas» principales de Twitter. Por otra parte, también ha generado una ola de reacciones contrarias de blogueros preocupados por el presunto simplismo del vídeo y su campaña.

Esta película de 30 minutos ha recibido 20 millones de visitas entre Vimeo y Youtube en los últimos dos días, y ha captado la atención de celebridades como Rihanna [3], Zooey Deschanel [4], Ryan Seacrest [5], and Ellen DeGeneres [6] [en, todos], entre muchos otros:

@thaRadBrad [7]: Llevo varios años en Youtube y nunca había visto un vídeo con un crecimiento viral tan grande como el de Kony 2012. Una locura. #stopkony [2]

@WillGorsuch [8]: Estoy bastante seguro de que más de cinco millones de personas han aprendido hoy quién es Kony. #StopKONY [9]

La película [10] [en], dirigida y narrada por el cofundador de Invisible Children [11] [en] Jason Russell, emplea vídeos populares de YouTube, clips de anteriores películas [12] [en] de Invisible Children (parcialmente rodadas en Uganda), y hace un llamamiento al poder de los medios sociales -con la ayuda de secuencias del hijo del propio Russell- para animar a los espectadores a «hacer famoso a Joseph Kony, pero no para alabarle, sino para conseguir el apoyo necesario para arrestarlo y crear un precedente en la justicia internacional».

Russell insta a los espectadores a ir tras las celebridades y legisladores para ayudar a difundir la conciencia sobre el asunto, y anima al gobierno de los Estados Unidos a asegurar el arresto de Kony en el 2012.  Se incita a los espectadores a adquirir un «kit de acción» que contiene pulseras y afiches. Además se les invita a «cubrir la noche» del 20 de abril colgando esos afiches en sus comunidades. Russell advierte [13] [en]:

Para lograr la detención de Kony este año, el ejército de Uganda debe encontrarlo. Para hacerlo, necesitan tecnología y entrenamiento para seguir su rastro en la vasta jungla. En ese punto es donde entran en juego los asesores americanos. Pero para que los asesores se desplacen allí, el gobierno de los EEUU debe desplegarlos. Esa parte ya está hecha, pero si el gobierno no considera que la gente se preocupa por la detención de Kony, la misión se cancelará. Por eso es necesario informar a la gente, para que tomen conciencia. Y sólo estarán informados si el nombre de Kony está en todas partes.

La película se ha topado con fuertes críticas por parte de los cibernautas en Uganda. Es más, muchos de ellos se han mostrado escépticos en torno al conocimiento de Invisible Children sobre la larga trayectoria del Ejército de resistencia del Señor (ERS) [14], y con el enfoque de la película en arrestar a Kony como medio para finalizar la lucha. La periodista ugandesa y autora de Global Voices [15] [en] Rosebell Kagumire ha tuiteado lo siguiente:

@RosebellK [16]: la simplificación de una historia que afecta a millones de personas  en #Uganda [17] no es aceptable #KONY2012 [18]

Rosebell también ha posteado un video [19] [en] de sí misma, en el que comparte sus opiniones acerca de la película.

Solome Lemma, activista y bloguera etíope desde la diáspora, también critica [20] [en] el contenido de la película, concretamente su «falta de contexto y de matices»:

[I] En el vídeo, el fundador de Invisible Children cuenta a su hijo pequeño que Kony es un hombre malo y que debe marcharse. Papá se asegurará de que Kony es capturado. Afirma que «si tenemos éxito, cambiaremos el curso de la historia de la humanidad». ¡Vaya un compromiso humilde! Simplemente, un conflicto político y socioeconómico que ha durado más de veinticinco años y que ha involucrado a numerosos Estados y actores ha sido reducido a una historia de «el bueno contra el malo». Y si un niño de tres años puede entenderlo, tú también. No tienes por qué aprender nada acerca de los niños, de Uganda o de África. Únicamente tienes que hacer llamadas, repartir panfletos, cantar canciones, y liberarás a una gente pobre, olvidada e invisible.

El poeta y músico ugandés Musa Okwonga señala [21] [en] que la película olvida mencionar dos actores clave en el conflicto y en su posible resolución: El presidente de Uganda Yoweri Museveni y los activistas ugandeses que se encuentran trabajando en ello:

Joseph Kony ha estado haciendo esto durante mucho, mucho, mucho tiempo. Apareció hace alrededor de un cuarto de siglo, más o menos el mismo tiempo que lleva el presidente de Uganda Yoweri Museveni en el poder. Como resultado, el destino de estos dos líderes, en mi opinión, debe ser visto de forma integrada. A pesar que el presidente Museveni es vital para cualquier solución a este problema, no le he oído mencionado ni una sola vez en este vídeo de 30 minutos. Creo que esto supone una omisión flagrante. Invisible Children ha pedido a los espectadores que busquen el compromiso de los legisladores americanos y de sus celebridades, pero -y esto es un punto importante- no ha presentado a los miles de ugandeses del Norte que ya están realizando un magnífico trabajo tanto en sus comunidades locales como desde la diáspora. Tampoco ha pedido a los espectadores que presionen por la vía diplomática a la administración del presidente Museveni.

Joseph Kony – líder del Ejército de Resistencia del Señor (ERS). Foto extraída de Flickr por el usuario Chris Shultz bajo licencia Creative Commons (CC BY-SA 2.0).

Mucha gente familiarizada con el conflicto ha destacado que la película se centra casi exclusivamente en Uganda, a pesar del hecho que el ERS no ha actuado en el país durante varios años. El periodista ugandés Angelo Izama escribe [22] [en]:

Llamar a esta campaña una tergiversación sería quedarse corto. Mientras llama la atención sobre el hecho de que Kony, acusado de crímenes de guerra [23] [en] por la Corte Penal Internacional en el 2005 sigue suelto, esta representación de sus presuntos crímenes en el Norte de Uganda pertenece al pasado. En plena guerra, especialmente entre 1999 y el 2004, miles de niños se refugiaron en las calles del pueblo de Gulu para escapar de los horrores del secuestro y el reclutamiento a las filas del ERS. Hoy en día la mayoría de esos niños son semi-adultos.

La activista de los derechos humanos y antigua especialista en desarrollo Siena Antsis señala [24] [en]:

Gulu –y Uganda- han atravesado algunos cambios increíbles. La economía está en auge. La región vuelve a estabilizarse. Mientras los hombres de Kony continúan matando, violando y masacrando en otros lugares, Gulu no es un lugar estático. Ni lo es Uganda, ni tampoco el continente. Presentar la región de Gulu como tal, y enviar a los medios de comunicación el mensaje de que todo el continente refleja esa situación, es perjudicial. Ésto socava las posibilidades de inversión. Ensombrece su historia de éxito, innovación y emprendimiento. Se ajusta como un guante a la expresión «yo trabajo en África». La etiqueta como una única y problemática área.

El bloguero ugandés Julian Mwine ha tuiteado:

@Jaymwine [25]: Sinceramente, #stopkony [2] no podía haberse extendido cuando #kony [26] aterrorizaba #uganda [27] porque en aquella época no había twitter.

El bloguero TMS Ruge cuestiona [28] [en] la «maniobra para recaudar fondos» de Invisible Children y asegura que el primer objetivo de la organización no es «repartir justicia, democracia y restablecer la dignidad de todos», sino que se limita a asegurar egoístamente su propia supervivencia:

Es una máquina auto-consciente que busca constantemente una razón para tener validez. Actualmente se están vendiendo como la cuestión en sí, como la panacea para curar todos los males que me aquejan, como africano sin recursos. Lo único que tengo que hacer es mostrar mi mal inglés, parecer lastimero y patético. Tú, mi querido activista que ayuda mediante un click, derramarás una lágrima, buscarás todos los «me gusta» en facebook, movilizarás a todo tu círculo de cibernautas igual de mal informados para solucionar el problema a golpe de talonario.

TMS Ruge comenzó el «hashtag» #StopIC [29] en respuesta a la película. Un número creciente de personas contrarias a #StopKony se ha agrupado en torno a ese tag:

@tmsruge [30]: Una y otra vez he permanecido callado ante esa organización succionadora que es @Invisible [31]. ¡Dejad de robarnos nuestra dignidad! #stopIC [32]

@simbamaxxed [33]: Si alguien vuelve a colgar el exagerado y dramático video #kony2012 [34] en mi muro…#stopIC [32]

@andykristian [35]: Invisible Children está haciendo un flaco servicio a #Uganda [27]. Antes de apoyar a IC, informaos correctamente de los hechos. http://bit.ly/Anf4Sd [36] #StopIC [29] #StopKony [37] [en]

Para algunos blogueros en Uganda, la controversia alrededor de la película ha encendido un debate más amplio sobre el despliegue publicitario y la conciencia a nivel internacional de los conflictos violentos. En respuesta a hago un llamamiento en Twitter [38] [en], que muestra los puntos de vista de los ugandeses en torno a la película, el bloguero Ernest Bazanye ha publicado en twitter:

@bazanye [39]: @Opiaiya [40] @rebekahredux [41] @bazanye [42]: ¿…otros eventos mundiales? Podríamos estar leyendo el mundo igual de mal que el mundo nos lee a nosotros

Acá el video [43] con subtítulos en castellano.